El Ejército israelí anunció este jueves la muerte, hace tres meses, de Rawhi Mushtaha, miembro del buró político de Hamas y a quien identificó como el "jefe de gobierno" del grupo islamista en la Franja de Gaza, en un ataque aéreo en el que también eliminaron a otros dos altos cargos. Gaza superó este jueves los 41.700 muertos registrados en casi un año de ofensiva israelí, después de 24 horas de ataques devastadores, según el último recuento de los hospitales que publica el ministerio de Salud local.
La muerte de Mushtaha
El ataque que provocó la muerte de Rawhi Mushtaha tuvo lugar contra un túnel subterráneo en el norte de la Franja, que según el Ejército "servía como un centro de control y mando" de los islamistas y permitía a miembros de alto rango permanecer escondidos durante largos períodos de tiempo. Mushtaha estuvo encarcelado en Israel junto a Yahya Sinwar, líder de Hamas en el enclave y cerebro de los ataques del 7 de octubre, y lo ayudó a establecer el servicio de seguridad interna en el territorio.
"Mushtaha era uno de los mandos de más alto rango de Hamas, y tenía una influencia directa en las decisiones relativas al despliegue de fuerzas" del movimiento, dijo en uno de los comunicados el Ejército israelí, que lo calificó como la mano derecha de Sinwar. Según las fuerzas israelíes, Mushtaha tenía un impacto directo en las decisiones sobre los movimientos de las tropas del grupo y estaba involucrado en decisiones militares.
En el ataque contra el centro de mando murió también Sameh al Siraj, responsable de seguridad en el buró político del grupo islamista, y Sami Oudeh, comandante del Mecanismo de Seguridad General (la policía interna). Israel acusó al grupo de no anunciar las muertes de los tres altos cargos para no dañar la moral de sus combatientes. Por el momento Hamas no se pronunció sobre el anuncio israelí.
El Ejército de Israel dijo que en los últimos tres meses mató a más de 450 milicianos y desmanteló unos ocho kilómetros de túneles en el centro de la Franja. Uno de los presuntos milicianos eliminados en estos ataques fue Aziz Salha, quien participó en un linchamiento en Ramala en el 2000 en el que murieron dos soldados israelíes, durante la Segunda Intifada (2000-05), y que fue inmortalizado en una famosa foto con las manos manchadas de sangre.
Rescatan a una mujer secuestrada
Israel también anunció este jueves el rescate de una mujer yazidí de origen iraquí que había sido secuestrada hace 10 años y, desde entonces, permanecía en la Franja de Gaza retenida por un miliciano de Hamas con vínculos con el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS). En un comunicado, las fuerzas israelíes explicaron que el miliciano murió durante la guerra en Gaza, posiblemente como resultado de un bombardeo israelí, y la mujer, identificada como Fawzia Amin Sido, de 21 años, aprovechó entonces para huir.
"En una operación compleja coordinada entre Israel, Estados Unidos y otros actores internacionales, fue rescatada recientemente en una misión secreta desde la Franja de Gaza a través del cruce de Kerem Shalom", dijo el Ejército, aclarando que después fue trasladada a Jordania y finalmente a Irak, donde está su familia. La activista yazidí iraquí Nadia Murad, premio Nobel de la Paz en 2018 y fundadora de una ONG que ayuda a mujeres yazidíes que fueron esclavas sexuales del ISIS en Siria e Irak, aseguró en la red X que "esta niña yazidí fue secuestrada por el Estado Islámico en 2014".
Gaza supera los 41.700 muertos
El miércoles llegaron a los hospitales del enclave 99 cadáveres y 169 heridos, llevando el total de muertos desde el inicio de la guerra a 41.788 y el de heridos a 96.794, sin contar los miles de cuerpos que permanecen aún enterrados bajo los escombros. Las cifras publicadas el jueves, muy superiores a lo que se venía registrando en el territorio durante las últimas semanas, coinciden con un recrudecimiento de los ataques israelíes contra toda la Franja, incluidos centros de desplazados que, según Israel, Hamas usa para esconderse y planear ataques.
El incidente más letal tuvo lugar en las localidades de Jan Yunis y Rafah, en el sur, donde el miércoles una incursión israelí causó al menos 58 muertos. Según la cadena qatarí Al Jazeera, la incursión, que duró horas, estuvo apoyada por fuego de artillería y varios edificios residenciales fueron destruidos mientras la gente se refugiaba en su interior. Además Israel atacó el miércoles una escuela de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en el campamento de refugiados de Nuseirat, lo que provocó cuatro muertos y 15 heridos.
Según fuentes palestinas en el enclave, la intensidad de los ataques está relacionada con el ataque iraní con casi 200 misiles del martes, que puso a las fuerzas israelíes en alerta, temerosas de que la población palestina aprovechase la situación para cruzar las fronteras. Al menos 20 palestinos murieron y un número aún indeterminado resultó herido el jueves debido a un ataque israelí contra un popular café del barrio de Al-Hamam, al norte de la Cisjordania ocupada.
La ofensiva israelí fue lanzada tras los ataques del 7 de octubre de 2023, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según las autoridades israelíes. A estos balances se suman más de 700 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde esa fecha.