Una investigación de la Justicia por “contaminación dolosa” derivó en la intervención de funcionarios del Ministerio de Ambiente de la provincia en un establecimiento clandestino donde manipulaban envases vacíos de fitosanitarios, sin la habilitación correspondiente. El hecho se descubrió este miércoles en las afueras de Pérez y recién se dio a conocer el viernes, cuando los agentes finalizaron el operativo donde encontraron 450 m³ de envases vacíos de fitosanitarios y la acumulación de 24 toneladas de material plástico procesado. “Además de tener un depósito muy precario al aire libre, al lavar los envases el efluente de ese lavado lo volcaban directamente sin tratamiento en el suelo”, explicó Cecilia Ávarez, directora de Gestión de Residuos y Economía Circular de la provincia.

El establecimiento estaba ubicado en el Camino de los Indios al 2400, en la localidad de Pérez. Allí acudió el Ministerio Público de la Acusación (MPA) en el marco de una investigación por el presunto tratamiento clandestino de envases de fitosanitarios. En el lugar se encontró maquinaria destinada al procesamiento de bidones y un sector de almacenamiento donde hallaron un volumen de 450 m³ de envases vacíos de fitosanitarios. También se detectaron unas 24 toneladas de material plástico ya procesado, que debió ser retirado del lugar en 20 camiones.

Los investigadores, con la intervención de funcionarios del Ministerio de Ambiente, también identificaron que en el lugar se volcaban efluentes líquidos en campo abierto. Asimismo, se informó la presencia de una laguna sin impermeabilizar que recibía líquidos provenientes del lavado de los bidones y una zona donde se realizan prácticas de quema de residuos plásticos. Todas las acciones corresponden a infracciones previstas en la ley de Medio Ambiente y de Gestión Integral de Envases Vacíos de Fitosanitarios. Por el hecho hay una persona imputada.

“Cuando llegamos al lugar nos encontramos con que el operador se dedicaba básicamente a recibir y lavar los envases vacíos de fitosanitarios que, en virtud de la toxicidad que tiene ese producto, requiere un tratamiento diferencial. No es lo mismo que cualquier tipo de envase plástico. Él recibía, lavaba y molía los envases, para después introducirlo como plástico dentro de los procesos productivos nuevamente en el reciclaje”, explicó Álvarez en diálogo con Rosario/12. “Además de tener un depósito muy precario al aire libre, al lavar los envases el efluente de ese lavado lo volcaban directamente sin tratamiento en el suelo”, añadió.

 

 

 

La funcionaria explicó que todo el material fue retirado y llevado a un operador habilitado para su tratamiento, en función del circuito establecido en la legislación provincial: “Lo que se estipula es que se necesita un sistema de gestión integral de envases vacíos para poder operar o gestionar. Hoy en la provincia tenemos el sistema que se denomina Campo Limpio, diseñado para recuperar los envases vacíos de fitosanitarios del campo argentino, promoviendo la sustentabilidad y el cuidado del ambiente”.

Según detalló Álvarez, el circuito formal contempla que todo generador de envases tiene la obligación, además de hacer el triple lavado del envase o el lavado a presión, de entregarlos en los puntos autorizados en la provincia. “En esos puntos se envía a un operador para reciclado de plásticos, o para darle una eliminación adecuada con operadores que también están habilitados, o reconocidos por el Ministerio de Ambiente. Todo eso se hace en el marco de una trazabilidad de ese plástico, donde el plástico que se recicla termina también en un uso ya especificado”, explicó. 

Por último, desde el gobierno provincial explicaron que durante la inspección se tomaron muestras sólidas y líquidas en diferentes puntos del predio para su análisis, así como también registros fotográficos de los envases donde se constató “la presencia de compuestos peligrosos como glifosato, atrazina y metolaclor”.