Este viernes se celebró la segunda y última jornada del 1er Congreso Tributario Internacional en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Allí, el móvil de la 750 reunió algunos testimonios de los debates que se dieron durante los dos días. Los principales temas fueron la historia de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, la coparticipación y el sistema federal, la Agenda 2030 en clave fiscal y la estructura fiscal y tributaria del país.
Por un lado habló Raúl Sánchez, el director del Centro de Estudio de Desarrollo Económico del Área Metropolitana (CEDEAM), uno de los organizadores del encuentro. Por otro, el director ejecutivo de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard.
"Lo que estuvimos discutiendo ayer y hoy fueron, básicamente, tres cuestiones. La primera, que el país tiene que discutir el sistema tributario en su conjunto y la Ley Federal de Coparticipación. Esa ley tiene casi 30 años y se tendría que haber reformulado en 1996 o 1997 y eso no ocurrió", introdujo Sánchez, que ofició también de moderador durante los debates.
El director de CEDEAM consideró necesario para este debate la construcción de un gran acuerdo político, desde las gobernaciones, pasando por el Estado nacional, a los municipios, en el que se discuta cómo distribuir los recursos. "Eso va a obligar a debatir el sistema tributario y la relación de los fiscos con los contribuyentes", resumió en Escuchá Página|12.
Lamentablemente, aclaró Sánchez, no están dadas las condiciones para ese debate en este momento debido al espíritu del Gobierno nacional, que "insulta y agrede", que "vive a veto". "Si ese espíritu cambia, lo que puede ocurrir en Argentina es generar un sistema tributario acorde al sistema económico que no solamente piense en bajar la inflación, sino también promover el desarrollo y crecimiento económico", planteó Sánchez, y consideró que a partir de ahí se podrían generar incentivos fiscales a mujeres, emprendedores, emprendedoras, a formadores de Pymes y empresarios que quieran invertir en Argentina "apostando al crecimiento de la economía y el desarrollo".
En segundo lugar se debatieron ciertos aspectos que contempla la Agenda 2030 como el medioambiente, el desarrollo sustentable y las nuevas formas laborales. Por último, se definió continuar incentivando estas discusiones y generando propuestas alternativas "a lo que hoy se desarrolla en materia tributaria y fiscal" y para ello se resolvió repetir este Congreso el año que viene y ampliar el debate al resto del país.
Por su parte, Girard, director ejecutivo de ARBA, destacó de las jornadas las conversaciones alrededor de la reducción de desigualdades, el crecimiento económico con empleos de calidad que permitan aumentar la productividad y, a partir de esto, lograr incrementos en el nivel de vida sostenidos en el tiempo.
"A la vez necesitás un financiamiento progresivo de las inversiones del Estado para llegar a ese resultado y eso requiere una estructura tributaria progresiva, donde vos le puedas cobrar impuestos a aquellos que más tienen según su verdadera capacidad contributiva, de forma que se pueda bajar la presión impositiva sobre el sector productivo, las transacciones vinculadas a los bienes y servicios y también a la clase media y trabajadores", agregó, desde la Facultad de Ciencias Exactas.
Contrario a esta situación, hoy Argentina, frente a una situación de sobreendeudamiento, tuvo una reforma tributaria regresiva, con la baja de Bienes Personales a los más ricos, la reintroducción del IVA -a partir del corte de las devoluciones que se habían implementado hasta el 2023 para sectores populares-, y la vuelta de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias "con un piso muy bajo, si se mira el costo de vida hoy y dónde está el Mínimo No Imponible, más allá de la progresividad de las escalas".
"A contramano total de lo que recomendarían las buenas prácticas, tenemos un Gobierno que hace un ajuste, que se vanagloria de que hace el ajuste más grande de la historia, que pone a la economía en una recesión, que recorta el presupuesto de obra pública y licúa el gasto de jubilaciones. Eso se traduce en que la caída de la actividad, genera desempleo y eso da lugar a un aumento tremendo de la pobreza y la indigencia. Los jubilados son el sector que más sufre el aumento de la pobreza", sostuvo, por último, Girard.