“No sólo puedo irme, también puedo dejar de jugar. Esa es la verdad, lo pienso, y cuando tenga una decisión tomada se la voy a comunicar al hincha de Boca.” Las palabras pertenecen a Carlos Tevez, emblema del club de la Ribera, quien ayer blanqueó la oferta que recibió para ir a jugar al fútbol chino, pero que tampoco descarta dejar de jugar al fútbol el año próximo. “Sé de la oferta de China, haré lo que sea mejor para mí, para mi familia y para el club. No es momento para tomar decisiones, cuando tenga vacaciones lo pensaré bien y una vez que tome la decisión, volveré a sentarme acá y lo diré”, dijo y preocupó a más de un simpatizante del equipo que dirige técnicamente Guillermo Barros Schelotto.
En la conferencia de prensa que brindó ayer dejó bien en claro cómo se siente actualmente: “Uno se choca con la realidad del fútbol argentino. Hace muchos años, cuando me fui, había dejado un fútbol más civilizado. Ahora pensamos que todo pasa alrededor del fútbol y es un juego”, y agregó: “Estamos en una burbuja, si se pierde sos el peor y si se gana sos el mejor. Si ganás podés salir con tus hijas a un restaurante y si perdés, por ahí tenés que cagarte a trompadas con uno que te dice algo por la calle. En Inglaterra, ganara o perdiera, salía de la cancha caminando”.
Además, aclaró que para la determinación de seguir o no en Boca, o bien dejar de jugar, “no va a influir en nada” el resultado del partido del domingo ante River, como tampoco “cómo termine el equipo en la tabla de posiciones” dentro de dos fechas, cuando concluya la actividad de este año. Pese a entregar un panorama incierto, el Apache aseguró que la camiseta de Boca lo hace “feliz” y el sólo hecho de ponérsela cada partido lo “motiva a seguir jugando”. “Pero uno también se va replanteando si está haciendo las cosas bien para el club que tanto ama. Lo que tengo que definir es algo muy personal, no es algo que el club o el hincha me puedan dar. El amor que siento por Boca es lo que me mantiene hoy en el club, sino ya estaría en mi casa”, explicó.
No faltó ocasión para responsabilizar al periodismo: “La incertidumbre se la ponen ustedes a los hinchas. Yo estoy pensando en el clásico, después Colón y después me caso, así que imaginate si voy a estar pensando si me voy a China, no es momento de pensar en eso. En las vacaciones pensaré, uno llega a fin de año con la cabeza un poco quemada”.
Hasta el domingo, toda la atención estará concentrada en el Superclásico, y por eso Tevez no evitó referirse al encuentro: “Aunque los equipos tengan buen pie, se hacen trabados. Hay pocos clásicos lindos para ver, siempre es presión, pegarle a los que más saben con la pelota. Son duros y hay que jugarlos de tal forma”. “Cuando el rival dice que el otro llega en un mejor momento, como pasa ahora con River, es para sacarse presión. Entonces si pierde no pasa nada y si gana es algo heroico. Ellos tienen una semana complicada porque después tiene que jugar la final de la Copa Argentina, pero no comparto que eso sea más importante que el clásico. Ambos partidos son importantes para ellos”, aseguró. Por otra parte, aconsejó a sus compañeros más jóvenes que el clásico “lo disfruten, yo hasta ahora no pude, se hace difícil”. “Ahora parece que la Copa Argentina –el campeón, que saldrá del duelo que sostendrán el conjunto de Núñez y Central el 15 de este mes, se clasificará para la próxima edición de la Copa Libertadores– es la Champions”, exageró.