Un grupo internacional de millonarios diseñan la política que debe advenir.

Se proponen organizar la política en un sentido muy amplio, es decir, el modo de existir y experimentar la vida.

En función de esto, en el partido de los millonarios, por un lado, todo debe ser confiado a los algoritmos, la inteligencia artificial, las nuevas posibilidades del emplazamiento de la realidad por intervención de la técnica. De hecho, muchos filósofos contemporáneos hablan con ese idioma para dar un toque de contemporaneidad a sus ensayos.

A su vez, esta vanguardia transhumanista de millonarios entregados a la voluntad de poder de la Técnica, combinan su posición con un activo nucleamiento de las ultraderechas más arcaicas y rancias sin contradicción alguna.

Esta vez, lo actual de lo actual, se combina con el rancio rechazo a las transformaciones políticas y el combate de todos los logros emancipatorios del mundo moderno.

En el mundo maquínico de este grupo, el aborto debe estar prohibido, porque hay que seleccionar las familias blancas y numerosas qué habiten el planeta organizado técnicamente.

Si bien, no hay en el horizonte un proyecto igualitario, que se pueda enfrentar a esta lógica de exterminio y que tome forma y se pueda visualizar, por las dudas los señores del poder se adelantan, saben que garantizar el supremacismo blanco y capitalista nunca está asegurado definitivamente del todo. Siempre estará la mecha escondida de la nueva insurrección.

¿Qué hacer, qué política? Para que los pueblos despierten a la realidad de este cambio de paradigma que marca el camino hacia el futuro.

El antagonismo que viene debe ser organizado con nuevas herramientas de lo político.