El candidato republicano estadounidense Donald Trump volvió este sábado a hacer campaña en la misma ciudad donde sufrió un fallido intento de asesinato el pasado 13 de julio por parte de un tirador a quien llamó "monstruo atroz", al tiempo que apuntó contra su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris.

"El tiempo se detuvo mientras este monstruo atroz desataba maldad pura desde su posición de francotirador, no muy lejos, pero de la mano de la Providencia y de la gracia de Dios, ese villano no logró su cometido", expresó Trump a una multitud concentrada en Butler, Pensilvania.

El tirador de aquel incidente, identificado como Thomas Matthew Crook, de 20 años, había trepado al techo de un edificio situado a unos 140 metros del expresidente, quien daba un discurso en un escenario ante sus simpatizantes. El atacante fue abatido por los francotiradores segundos después de disparar contra el magnate, que salió ileso con solo una herida en la oreja derecha. Sin embargo, una persona del público falleció y otras dos resultaron heridas de gravedad.

Las imágenes del expresidente republicano con el rostro ensangrentado, agitando el puño y gritando mientras era arrastrado por agentes del Servicio Secreto se volvieron rápidamente virales y marcaron la campaña. Apenas una semana después del fallido intento de asesinato, la carrera presidencial dio un vuelco cuando Biden se retiró y fue reemplazado en la candidatura demócrata por la vicepresidenta Kamala Harris, quien rápidamente recuperó terreno para su campo.

Un regreso con mayor seguridad

En plena campaña, Trump trató de revivir el incidente, anunciando su regreso al lugar donde "recibió una bala por la democracia". Al lugar llegó junto con su compañero de fórmula, JD Vance; el millonario Elon Musk y también con su hijo Eric, que estuvo acompañado de su esposa, Lara Trump, copresidenta del Comité Nacional Republicano. "En los últimos ocho años han intentado detenernos para poder llegar a nuestro gran futuro. Me han atacado, me han intentado eliminar con un impeachment, me han imputado, intentado eliminarme de las papeletas de voto y tal vez quizá matarme”, indicó el expresidente.

Musk intervino brevemente en el acto para pedir el voto por Trump, recordar que hay que registrarse para votar e incidir en las teorías, no fundamentadas en los hechos, de que los demócratas quieren acabar con el derecho al voto. "Quieren arrebatarnos nuestro derecho a votar. Si no ganamos no podremos votar nunca más", aseguró el dueño de la red social X.

Esta vez la seguridad en Butler fue mucho más estricta, con Trump protegido de la multitud por un vidio antibalas, escuadrones de francotiradores posicionados en varios edificios circundantes y un dron de vigilancia desplegado en lo alto. Numerosos simpatizantes de Trump vestían camisetas adornadas con iconografía del intento de asesinato, y algunos lucían tapones para las orejas que recordaban el vendaje que lució el magnate después del tiroteo. "Nunca te rindas", "pelea, pelea, pelea", fueron algunos de los carteles de sus seguidores respecto a las próximas elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el próximo 5 de noviembre, en exactamente un mes.

Enemigos internos y externos

En un momento de su discurso, el candidato republicano a la presidencia destacó la importancia de enfrentar enemigos internos y externos, enfatizando la necesidad de un liderazgo inteligente. "Siempre digo esto: tenemos un enemigo interno y un enemigo externo. Sin embargo, si uno es inteligente, los enemigos externos, como Rusia, China y Corea del Norte, no son un problema si tenemos al presidente indicado. Pero si el presidente no es muy listo, eso sí es un problema", explicó.

Para él, lo más peligroso es tener un enemigo dentro del país. "¿Quién quiere fronteras abiertas? ¿Quién quiere a hombres participando en deportes femeninos? ¿Quién quiere pagar por operaciones de cambio de sexo para inmigrantes ilegales? No puede ser", manifestó. "Vamos a abrir una nueva era de ingresos más altos, millones de nuevos empleos y un auge sin precedentes para la clase media, y vamos a experimentar un renacimiento manufacturero aquí en Pensilvania, incluyendo el fracking a niveles sin precedentes", enfatizó.

Harris en Carolina del Norte y Michigan

Mientras tanto, Kamala Harris hizo campaña en Carolina del Norte, otro estado clave, donde evaluó de primera mano los daños ocasionados por el huracán Helene. Carolina del Norte es el estado más afectado por el poderoso ciclón, donde dejó más de un centenar de muertos. "El trabajo que se está realizando aquí para impactar positivamente a tanta gente es realmente un ejemplo de lo mejor que podemos hacer cuando reunimos recursos a nivel federal, estatal y local", dijo Harris, según recogió la prensa local.

El día anterior la vicepresidenta y candidata demócrata defendió fortalecer los sindicatos y apoyó la negociación colectiva para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, durante un acto de campaña en la ciudad de Detroit, en el estado de Michigan.