San Lorenzo volvió a tropezar. Tras la victoria ante Banfield de la semana pasada, el conjunto de Leandro Romagnoli fue a Córdoba en busca de ratificar una levantada, pero chocó con un rival superior que lo venció 2-0 y le dio un baño de realidad. Los goles de Gonzalo Requena en el primer tiempo y de Ignacio Russo sobre el final del partido dejaron en claro la superioridad de Instituto, que se colocó en zona de clasificación para la Copa Sudamericana.
De entrada, Instituto salió mostrar sus intenciones ofensivas, ante un San Lorenzo que se vio superado en todos los sectores del campo y que sólo se pudo sostener en la brillante actuación de Chila Gómez, clave para mantener el cero en su arco. Pero cuando se terminaba la primera mitad, un remate cruzado de Jonathan Bay se desvió en un defensor y le quedó servido a Requena, no tuvo inconvenientes para vencer a Gómez.
Pese a ser superado con claridad, San Lorenzo tuvo la chance de recuperar la paridad antes del descanso en su único ataque profundo de esa etapa. Muniain, desde el borde del área, asistió a Nahuel Bustos, que esquivó el achique del arquero Roffo pero no pudo con el cruce de Requena, que sobre la línea desató su segundo gran festejo para la Gloria: del gol propio en el arco rival al gol salvado en el propio en un puñado de minutos.
Poco cambió en el segundo tiempo, porque Puebla siguió siendo un problema sin solución para la defensa visitante. Incluso, pudo aumentar la ventaja, pero el palo salvó el arco sanlorencista. El problema para el conjunto cordobés era que no liquidaba el resultado y casi lo paga caro, primero ante un cabezazo de Remedi que tapó bien Roffo y luego con una entrada de Fydriszewski que no pudo conectar bien en el borde del área chica.
Pasado el sofocón, Instituto respondió como a lo largo del partido: con intensidad y profundidad. Así liquidó el partido con una gran combinación de sus suplentes. Lo Celso aceleró, Lázaro desbordó y Russo definió por el centro ante la salida de Gómez. Y hasta pudo sumar otro gol, ya que otra entrada del hijo del extécnico de Central y Boca terminó otra vez en el palo izquierdo del arco de San Lorenzo. Así se fue la excursión del conjunto de Boedo por Córdoba, con más dudas que certeza.