Para llegar a Misión La Paz, en el Chaco salteño, hay que recorrer desde la capital provincial algo más de 550 kilómetros, una travesía que en automóvil lleva entre 7 y 8 horas de recorrido, teniendo en cuenta que hay que entrar a Jujuy, salir de esa provincia y llegar hasta el hito fronterizo entre Argentina y Paraguay, países apenas separados por imponente río Pilcomayo.

Hasta allí, y pocos kilómetros antes también, en Santa Victoria Este, llegaron los entrenadores de la sede Salta de ATFA (Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino), algunos de ellos glorias del futbol local. Raúl "Toti" Olarte, Alfredo "Tanque" González y Ángel Quipildor, fueron los capacitadores en nociones básicas de fútbol teniendo el eje y la meta de que el deporte funcione como forma de contención social y prácticas saludables en las comunidades originarias más alejadas.

En aquellas latitudes del Chaco salteño conviven integrantes de los pueblos Wichí, Chorote, Guaraní, Qom (Toba), Chulupí y Tapieté, siendo los territorios más relegados de la Salta profunda. Es por ello que la Delegación de Asuntos Indígenas, a cuyo frente está Marcelo Córdova, decidió comenzar por estas poblaciones la propuesta de capacitaciones.

(Imagen: gentileza Delegación de Asuntos Indígenas). 

Córdova, quien estuvo al frente de la Secretaría de Deportes hasta noviembre de 2022 para luego comenzar a trabajar en Asuntos Indígenas, remarca: “La idea nace cuando estaba a cargo de la Secretaría de Deportes. Viajé mucho por el interior de la provincia conociendo distintas realidades y viendo la falta de capacitación que había respecto a temas puntuales, como, por ejemplo, la preparación técnica y el arbitraje de quienes dirigían los equipos de toda clase de disciplinas, sobre todo de las más populares y convocantes que son el vóley y sobre todo el fútbol”.

Santa Victoria cuenta con una larga historia de abandono y postergación”, resalta Córdova fundamentando la razón por la cual comenzó por esas latitudes el proyecto de capacitaciones. “Trabajamos mucho con las muertes por desnutrición y la falta de acceso al agua potable. Acompañamos a las comunidades y a la gente má necesitada de esta zona, por cierto, muy vulnerable ya que es una zona caliente por la cercanía que tiene con dos fronteras importantes que son las de Bolivia y Paraguay, donde el tráfico de todo tipo de mercadería y puntualmente de estupefacientes está librado al abandono por las autoridades nacionales”.

Esta situación particularmente vulnerable, sumada a la falta de trabajo, hace que muchos jóvenes se vuelquen al consumo o al tráfico “porque es fácil conseguir mano de obra barata con estas realidades”, reflexiona el responsable de la Delegación de Asuntos Indígenas. Es por ello que el deporte, y en particular el fútbol por su popularidad, comenzó a perfilarse como un motor para ayudar a alivianar la realidad social regional.

En las comunidades indígenas el fútbol es un deporte muy extendido y, tal como acentúa Cordova, “genera valores positivos en los jóvenes, porque como sucede en la mayor parte de la sociedad, invita a llevar una vida más saludable alejada de los vicios, del alcohol, de las drogas, algo que lamentablemente también está presente en las comunidades”.

(Imagen: gentileza Delegación de Asuntos Indígenas).

Uno de los que motoriza esta experiencia desde el territorio es Nelson Carrizo, del Pueblo Chorote y director de Deportes del municipio de Santa Victoria Este. “Para nosotros es muy importante tener esta capacitación; en primer lugar, porque durante años no recibimos este tipo de iniciativas y nos sirve para que se pueda aprender más sobre este deporte que tanto se juega en nuestra zona”, dice.

Nelson comenta que tanto en Misión La Paz como en el ejido de Santa Victoria Este, la recepción fue muy buena, ya que se “tenía el deseo de poder compartir y escuchar lo que les decían los profesionales que vinieron”.

Claro que, al margen de la situación social, las dificultades que presentan los terrenos de juego, hacen que la práctica del deporte incluya nuevas complejidades. Las canchas muchas veces no cumplen con los mínimos requisitos para disputar un encuentro con parámetros profesionales. Sin embargo, las ganas y el ímpetu resultan más fuertes y potentes., “Son muy malas las canchas, hay una sola que está en condiciones, que es la de Santa Victoria Este, que pertenece al municipio. Se hizo otra con la Cruz Roja acompañados de fundaciones nacionales pero no reúne las condiciones necesarias para la práctica del fútbol; igualmente, se las arreglan para tener ligas barriales de fútbol”, comenta Cordova.

A pesar de las condiciones, el secretario de Deportes de Santa Victoria resalta la popularidad del fútbol en las comunidades de la zona: “En Santa Victoria hay 14 equipos; en Misión La Paz, 21; en La Curvita, 12 equipos y en Alto la Sierra, 17 equipos”. Describe a su vez el gran volumen de equipos que compiten en las ligas locales, “y también hay que sumar todo lo que es el fútbol femenino”, que según Carrizo, crece con gran velocidad.

Reforzando lo que señalaba el secretario de Deportes municipal, Marcelo Córdova agrega: “son muchas mujeres las que se muestran interesadas en el fútbol, y dentro de la población indígena despierta mucho interés el deporte porque juegan, al igual que en muchos otros lugares, por premios. Todo esto genera ganas de desarrollar mejores capacidades técnicas en las jugadoras, pero también en quienes preparan a los equipos”.

(Imagen: gentileza Delegación de Asuntos Indígenas). 

“Un punto importante es la capacitación de los árbitros”, afirma Córdova, ya que “ninguno de los que se dedican en estas ligas cuentan con la certificación de la ATFA, y tenerla es salida laboral inmediata, porque los fines de semana se juegan muchísimos partidos en la liga, y contar con este certificado de árbitro los habilita para para poder dirigir generando un ingreso a quienes arbitran los partidos “.

Las capacitaciones tuvieron mucha repercusión en los dos sitios donde desembarcaron. “Por momentos nos sentimos desbordados. Para colmo hubo corte de luz, así que la gente se enteraba por el boca en boca de que ya se encontraban allí los técnicos dando las capacitaciones”, comenta Córdova.

Se llenó de gente”, cuenta con énfasis, “hubo más de 150 personas y quedamos en volver porque no solamente nos generó mayor demanda en la zona que estuvimos, sino que también se tradujo en demanda de otros lugares como Morillo, Rivadavia Banda Sur y La Unión, donde vamos a dar las próximas capacitaciones a mediados de mes”.

(Imagen: gentileza Delegación de Asuntos Indígenas). 

Fueron dos jornadas de intenso trabajo con niños y jóvenes de la zona”, subrayó por su parte el titular de la Asociación de Técnicos sede Salta, “Toty” Olarte, destacando “la activa participación en la adquisición de conocimientos deportivos. Próximamente la Asociación replicará la estrategia en comunidades de Rivadavia Banda Sur”, ratificó. 

El fútbol, los deportes, son muy importantes para nosotros, porque acá se encuentran jóvenes que están en el alcoholismo, en las drogas, y podemos ayudarlos e incluirlos a través del deporte”, subrayó Nelson Carrizo, reforzando la idea de generar pequeñas transformaciones a través del fútbol.

Las comunidades del Chaco salteño sin duda continúan con años de deuda social, y si bien el fútbol no trae soluciones mágicas, es interesante escuchar las palabras que enfatiza Córdova: “El deporte es lo único que hace que la gente se mueva por pasión. Entonces lo que nosotros los dirigentes tenemos que buscar, es en la gente, especialmente los jóvenes, que se mueven por pasiones, despertarles el interés por el deporte y buscar una vida saludable”.