La red social X pagó las millonarias multas infligidas por la justicia de Brasil para lograr su reactivación, pero lo hizo en una cuenta errada y el dinero deberá ser transferido, indicó un juez de la corte suprema.
Tras más de un mes suspendida en el país, la plataforma del magnate Elon Musk informó al Supremo Tribunal Federal (STF) que había pagado lo exigido en sucesivos fallos por incumplir órdenes judiciales.
El pago de las penalidades puede abrir la vía a una pronta reactivación de la red social en Brasil, donde tiene 22 millones de usuarios. El juez Alexandre de Moraes constató que X había realizado un depósito por 28,6 millones de reales (5,2 millones de dólares), el monto total de la penalización impuesta.
Pero la plataforma hizo el pago en una cuenta diferente a la indicada en la orden judicial. Moraes ordenó a la entidad financiera que recibió la millonaria cifra que "proceda a la transferencia inmediata" del dinero a la cuenta correcta, según el texto de su decisión.
X está inhabilitada desde el 31 de agosto en el país más poblado de América Latina, acusada especialmente de propagar información falsa. La justicia le exigió a la plataforma desactivar cuentas señaladas de desinformar y nombrar un representante legal en Brasil.
Además, condicionó el regreso de la plataforma al pago de esas multas millonarias. El 18 de septiembre la red social volvió a estar ampliamente accesible en Brasil gracias a una maniobra técnica que le permitió eludir el bloqueo. Al día siguiente dejó de funcionar de nuevo.
La pugna de X con la justicia se remonta a las órdenes de Moraes de desactivar cuentas de seguidores del exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro antes de las presidenciales de 2022 y tras la asonada contra las sedes de poder en Brasilia en enero de 2023 contra la asunción del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
En su pugna, Musk calificó a Moraes de " malvadao dictador con toga" y apoyó los llamados de la ultraderecha brasileña del exmandatario Jair Bolsonaro para destituirlo.. Moraes, por su parte, señala a la plataforma de permitir la propagación de información que atenta contra el sistema democrático.
La red social había anunciado en agosto el cierre de su oficina en Brasil y apuntó que no cumpliría las órdenes del Tribunal Supremo de Brasil para que eliminase ciertos perfiles de personas sospechosas de difundir noticias falsas, al considerarlas “ilegales”.
Tras el bloqueo de X, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó a la red social a acatar las decisiones del Supremo y afirmó que toda empresa con presencia en el país debe cumplir las leyes.
De esta forma, Brasil se puso a la vanguardia de los estados que no se dejan jaquear por las grandes corporaciones digitales que intentan instalarse a nivel mundial como un suprapoder por encima del Estado, abrazando por esa razón las ideas libertarias con el objetivo de pagar los menores impuestos posibles, en paralelo a que sus dueños se convierten en las personas más ricas del mundo.