Cuando la pregunta que surge es para qué sirve el deporte, se abre un abanico de posibilidades y respuestas. Para algunos podrá ser diversión y distracción, otros lo verán beneficioso para la salud, otros como un lugar de reconocimiento, otros, quizás, lo tomen como la zanahoria hacia el éxito y otros como herramienta de vínculo y transformación social. Lo cierto es que se vuelve un aspecto fundamental para el tránsito en la vida, en los que se representan distintos valores y se motoriza el conocimiento. No por nada se sigue acuñando la frase del poeta romano Décimo Junio Juvenal: "Mens sana in corpore sano".
Mariano Hernando, nacido en Eldorado (Misiones), es profesor de educación física y responde a ese interrogante, a través de un proyecto para trabajar con el rugby en la cárcel de su ciudad. La experiencia se convirtió en el documental Historias desde Adentro: Los Toros, dirigido por el periodista y documentalista argentino Christian Rémoli, y gestionado por el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura. En esa media hora que dura el cortometraje, se evidencia como la práctica del deporte ayuda al desarrollo individual y colectivo de las personas privadas de su libertad.
“Hay factores comunes para que se pueda enseñar rugby en la Cárcel. Es muy importante el acompañamiento de un club de Rugby para hacer visitas, para demostrar que hay una oportunidad afuera de hacer partidos y contar con los materiales necesarios: una pelota, un cono, camisetas. La experiencia estuvo buenísima porque te encontrás con gente que necesita una oportunidad y que cree y se entrega a esa práctica educativa. Sabe que uno tiene algo para enseñar, confía en eso y se entrega. Lo entiende como una oportunidad para cambiar su vida y que lo que hicieron en algún pasado no tiene que definir ni su presente ni su futuro”, dice Hernando a Página 12.
Hernando es responsable de la Fundación Tackleando Muros y su compromiso está puesto en la creación de una identidad común, donde la confianza y el creer en uno mismo, más allá de la condena, sea el factor principal para saber que se puede hacer algo distinto. Desde el fomento del respeto, el compañerismo, el compromiso y el trabajo, se construyeron los pilares de este equipo penitenciario, bautizado Los Toros, a raíz de que en la cancha donde practicaban, había unos pequeños espinillos a los que conoce como toritos.
“Con el correr del tiempos nos fuimos dando cuenta que ese equipo se había consolidado con una identidad y que para cambiar la realidad que tenían, no hacía falta esperar a salir en libertad. A partir de ahí, nosotros pusimos como ciertos ítems, acordamos con ellos y creamos un acta de compromiso, que firman todos los años. Aquella persona que quiera ser parte del proyecto, tiene que cumplir sí o sí unos requisitos. En primer lugar, tienen que asistir sistemáticamente a la escuela: primaria, secundaria o terciario. Tienen que tener certificado de alumno regular, participar al menos de dos capacitaciones en oficio, en donde aprenden habilidades para cuando salgan el libertad, pero también mientras cumplen su pena, porque con lo que aprenden en los oficios, contribuyen a la comunidad. Qué significa esto: aprendí a trabajar en la carpintería y eso que hacen con la madera lo terminan donando al hospital, a algún barrio o a alguna institución que lo necesita. Lo mismo con la costura, arreglan los botines y las zapatillas de los chicos que necesitan de algún club, que no se pueden comprar los botines y eso impide que sigan practicando el deporte. También, otros de los requisitos es tener buena conducta y por sobre todas las cosas resolver los conflictos que suceden dentro de la cárcel de modo democrático, por medio del uso de la palabra y no por medio de la violencia física”, detalla Hernando.
–¿Este trabajo cambió algunos conceptos de las personas privadas de su libertad?
–Siempre los que mandan en la cárcel son aquellos que tienen el delito más grave o aquella persona que es la más picante, la que mejor pelea, la que mató a alguien, pero con la lógica de los Toros cambió eso. El Capitán es el que representa al equipo y el que representa al equipo tiene que representar los valores del equipo y los valores del equipo están resumidos en la educación, la buena conducta, el trabajo en conjunto, el esfuerzo, el sacrificio, el respeto, la responsabilidad, entonces terminan eligiendo todos los años a alguien que reúna esos valores, cambió la lógica de la cárcel en ese sentido, ya no eligen al más picante, sino que eligen aquel que más ayuda a los otros.
–¿Ayudó a que algunas situaciones judiciales se modifiquen?
–La verdad que la situación judicial de las personas que están privadas de libertad en Misiones es compleja. El 50 por ciento de las personas que están presas no tienen condena firme, están procesados, y muchos de los que cumplieron su pena y salieron en libertad no reincidieron, la mayoría no reincidió, porque en primer lugar, o tiene un trabajo y cuando consigue un trabajo no vuelve a la cárcel, o se va directamente a un club. Actualmente en la Unión de Rugby de Misiones hay 7 jugadores jugando en diferentes clubes de toda la provincia y los jueces valoran mucho eso, porque saben que es una posibilidad menos para que vuelvan a delinquir.
–¿Qué herramientas crees que da el deporte para la vida?
–Una de las grandes herramientas que te da el deporte es el sentido de pertenencia, pertenecer a algo con alguien es un montón y a veces las personas que están presas nunca pertenecieron, nunca estuvieron incluidas en la sociedad, ya sea porque no tuvieron una vivienda, porque no tuvieron educación, porque no tuvieron un trabajo, porque no tuvieron oportunidades. El deporte te da sentido de pertenencia y la posibilidad también de ser generoso, cuando uno es generoso y contribuye con el otro, me parece que la vida te está dando una herramienta sumamente importante, porque en el deporte, como en la vida, el otro es aquel que te ayuda, aquel con el que te sostenes y aquel que termina siendo tan importante como vos mismo.
–¿Volverías a hacer este trabajo en otro penal?
–La verdad que sí, estaría bueno volver a hacer este trabajo en otros penales porque nos permite pensar una cárcel alternativa. La misión de la cárcel tiene que ser transformar la realidad educativa de las personas que cometieron un delito, las cárceles no son para castigo, no son para malos tratos, las cárceles son para transformar educativamente a las personas y me parece que eso es esencial para pensar en una cárcel alternativa y si el Rugby contribuye a que en las cárceles haya más oportunidades, como en este caso. Nos guste o no nos guste, cuando una persona sale en libertad vuelve a tu comunidad, vuelve a cualquier punto de la provincia de Misiones y ahí automáticamente uno debe pensar cómo queremos que vuelva esa persona que recuperó su libertad. Queremos que vuelva llena de resentimiento, bronca o malestar, o queremos que vuelva una persona que haya transitado la ejecución de su pena por medio de los valores, que sepa oficios, que haya terminado el secundario, que sea generoso, que sea solidario, que tenga sentido de pertenencia por algo. Eso es lo que queremos hacer desde Los Toros.