En los Hogares de Cristo los adultos también estudian. El Padre "Tano" Angellotti pertenece al hogar de La Matanza, y asegura: "Los pibes son el subsuelo de la patria, los que quedaron en la calle por la marginalidad, la injusticia social, y la falta de oportunidades. El paco rompió todo lo que tenían y estaban acostados en la calle, pero hoy están de pie, construyendo sueños, esperanzas, abriendo puertas y levantando techos gracias al estudio".

La enseñanza en jóvenes, adultos, y adultos mayores, con la educación pública como eje transversal, esconde miles de historias de sacrificio, dificultades, superación y orgullo. Algunas de ellas están contadas en “Pedagogía de la esperanza”, un documental generado por la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, que repasa en primera persona la amplitud de experiencias que ofrece la provincia más grande del país. 

Brian Ramírez está en la granja y dice que llegó "destruido". "Ingresé al hogar y me abrazaron, vivía en la calle, me convencí de quedarme. El colegio me recuerda a mi infancia, porque hice primaria, pero nunca terminé porque agarré la droga. Estuve detenido, terminé primaria en la cárcel, pero no estaba ni ahí. Muchas cosas no sé, pero trataré de aprender. Quiero terminar la secundaria porque nunca terminé nada", apunta. Malvina Escobedo es profesora del hogar. "Mis alumnos dicen que les cambió la vida, pero a mí también me la cambió como maestra, mi carrera docente hizo un click, llevaba 20 años con una mirada, pero acá renací", asegura.

La realización integral del largometraje fue llevada adelante por Juan Mascaró, la investigación por Javier Di Matteo, la fotografía por Liber Menghini, y desde su estreno fue vista por más de quince mil personas. Mascaró es documentalista, nació en el partido bonaerense de Merlo y vive allí. Se formó en el Instituto de Cine, y estudió la carrera de periodismo y comunicación social en la Universidad Nacional de La Matanza. Asegura a BuenosAires/12 que el trabajo tiene dos objetivos "claros y complementarios", que son "reivindicar y subrayar el esfuerzo que hacen las personas de la modalidad para llegar a sus objetivos y los cambios que significa en sus vidas terminar la escuela o aprender a leer", pero también "remarcar la decisión política de que eso exista, de sostenerlo y otorgarle recursos", cosa que "es tan importante como el esfuerzo individual de las personas que son sujetos de esa educación". "Traemos lo que no se ve a un dispositivo potente como el cine, para poder expresar esa situación en una pantalla gigante", retrata Mascaró.

La provincia de Buenos Aires cuenta con 332 escuelas de educación primaria de adultos, 527 centros de educación de adultos, 148 centros no nucleados, 80 centros de alfabetización, 51 comisiones del programa de finalización de estudios primarios (Fines), 536 centros educativos de nivel secundario, 92 sedes con 143 secciones del programa de distancia, 18 centros experimentales de bachilleratos para adultos, 4290 comisiones del Fines, y 130 sedes con 1700 tutorías del programa Fines para deudores de materias.

El documental repasa algunas de las historias que están desparramadas por todas esas áreas, como por ejemplo la de la Cooperativa Cimarrón, que está ubicada en el polo industrial de Ezeiza. Mónica López es una de las trabajadoras de la cooperativa, y ocupó ese puesto de trabajo porque era el de su marido, que está detenido. Tiene 51 años y cuenta que cuando estaba por empezar la secundaria falleció su madre, y entonces tuvo que trabajar. Comenzó primer año en el Comercial de Aldo Bonzi, pero dejó todo y se hizo cargo de la casa. Dice que le gusta leer, y que quiere intentar terminar la escuela. Como en la cooperativa las autoridades provinciales dictan clases, su sueño está pronto a cumplirse, y es un gran ejemplo dentro del documental, cuyos participantes hacen constante hincapié en la creencia errónea de que "hay sólo una edad para estudiar y es cuando sos joven".

En la Provincia la educación pública representa el 70 por ciento del sistema educativo, pero en la educación de adultos representa el 100 por ciento de la oferta. El documental pone el foco en las acciones desarrolladas desde la Dirección de Educación de Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores de la Provincia de Buenos Aires, que cumplió cincuenta años mese atrás. El largometraje documental, además de las historias personales, explora los hitos de la educación popular a nivel nacional y en Latinoamérica, desde las campaña de alfabetización en Cuba en 1961 y en Nicaragua en 1980, y la creación de la Campaña de Reactivación Educativa de Adultos para la Reconstrucción (Crear) en 1973, que se llevó adelante entre 1973 y 1974 en Argentina, así como también recuerda el anuncio de la reforma educativa de 1993 del entonces presidente Carlos Menem, y la lucha docente que eso desató.

Mascaró explica que Pedagogía de la Esperanza "centró el eje en los estudiantes", que son jóvenes, hombres, mujeres, adultos y ancianos que forman parte de las políticas, ya que "eso le da un potencial en torno al espectador, que ve a ese sujeto desempeñando las tareas en sus lugares cotidiano, lo que es valioso porque hace que la película circule de una forma mucho más masiva". Mascaró detalla a este diario que "es importante que se vea en esta dimensión", porque está dedicada a un público que "muchas veces no accede a salas de cine", y que viene "de muy adentro" para verla en teatros municipales, auditorios y lugares muy diversos. Esto repercute aún más, ya que después de obvservarlo, profesores y alumnos llevan el documental a las aulas y trabajan sobre él.

Elisabet Vargas es una chica trans que estudia en el CENS 451 TransFormAr de Quilmes, y en el largometraje relata que años atrás "parecía imposible la chance de terminar el secundario". "Yo salía a buscar secundarios, en la puerta decía 'vacantes disponibles', pero cuando me presentaba me negaban la vacante y me decían que se habían olvidado de sacar el cartel", cuenta Vargas, y agrega: "Lo postergué, dije 'no es para mí', pero nunca perdí las esperanzas. La sociedad piensa que las trans sólo nos prostituimos, pero muchas salimos a cazar la pala, a trabajar en una peluquería o a cortar fiambre, y también queremos estudiar". Vargas ya finalizó sus estudios secundarios.

El documental recorre la escuela primaria de adultos N°706 en el Penal de Magdalena. Silvia Valdéz trabaja allí hace 23 años, y cuenta que "para hacer este trabajo hay que dejar de lado muchas cosas, pero sobre todo los prejuicios". Dice que antes los adultos estudiaban en la cárcel, pero que ahora la mayoría son chicos y chicas de 18 años. Héctor pertenece al pabellón 22, el de trabajadores, y él busca gente que quiera estudiar y aprender. "Aprendí a vivir cosas que no hacía, y me gustaría terminar el colegio y cuando salga de acá estudiar para enfermero", sostiene.

Mascaró cuenta a este diario que la cercanía con la Dirección de Educación de Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores de la Provincia, a cargo de Silvia Vilta, surgió mediante "Escuela Bomba", un documental que él realizó junto a la Universidad de Luján en 2018, luego de las muertes de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, que fallecieron por una explosión generada por una pérdida de gas en la escuela primaria Nº 49 de Moreno, el 2 de agosto de aquel año. Mascaró explica a BuenosAires/12 que ese largometraje no sólo registra lo que ocurrió en la escuela, la explosión y la denuncia, sino que recorre la reacción de la comunidad educativa y escolar de Moreno, la lucha por justicia, y todo el proceso posterior. 

El documentalista recuerda que "Escuela Bomba" intentó estrenarse en 2019, bajo el gobierno de Mauricio Macri a nivel nacional y de María Eugenia Vidal a nivel provincial, pero "en el cine Gaumont intentaron frenarlo, fue levantada sin previo aviso y hubo un acto de censura del Instituto de Cine". "Eso generó una acción de protesta, la película se proyectó en la vereda y se generaron debates abiertos en muchísimos lugares, con docentes, estudiantes y demás", cuenta Mascaró, que agrega que eso hizo que se conocieran con Silvia Vilta, que lo contactó para hacer "Pedagogía de la Esperanza", a cincuenta años de la creación de la Dirección que ella conduce.

El documentalista asegura que partir de allí surgió un proceso de trabajo que generó un espacio colectivo de intercambio junto a las autoridades de la educación de adultos, al cual describe como "interesante" por la variedad de propuestas, ya que al tratarse de un trabajo para una institución pública, "generalmente se hace a pedido y por encargo", pero en esta ocasión "escucharon las sugerencias, cosa que enriqueció la película", según el documentalista.

"Poder elegir cómo contar y cómo enfocar la historia de manera mancomunada fue una buena noticia y aportó bastante", agrega Mascaró, que describe que el siguiente paso fue "intentar un cruce entre la diversidad de sujetos que había, con los lugares y sus situaciones específicas". El documental enseña cárceles, situaciones de encierro, sujetos de la diversidad sexual, adultos mayores y distintas geografías, que van desde el conurbano bonaerense hasta el interior y sus paisajes. "Ahí salió el crisol de la película, rescatamos lo más interesante y nos abrimos al dialogo con los espacios, lo que generó un proceso muy rico en aprendizaje, porque al hacer un documental, uno no sólo considera el producto final, sino qué pasa con los sujetos que filmás y qué te pasa a vos como realizador. Yo atravesé una práctica transformadora en esta ocasión, por suerte se dio esa dimensión del trabajo", relata el documentalista a BuenosAires/12.

El largometraje también muestra la experiencia de la Cooperativa Incob de Bahía Blanca. Victorino Güenemil, trabajador del lugar, relata que en 2005 el frigorífico quebró y cerró, pero se reunieron en el sindicato de la carne y tomaron el lugar porque "era lo único que teníamos". Después de dos años lo volvieron a abrir bajo la modalidad de cooperativa, tienen 86 trabajadores y allí se dictan clases para adultos. Lucas Guillermo es profesor del lugar, ya que además de abogado es docente, y cuenta que "es una experiencia nueva pero muy fructífera, porque es muy gratificante el ambiente de trabajo y las ganas que le ponen". 

Esa historia se emparenta con la del propio director general de Cultura y Educación Alberto Sileoni, que destaca que la educación de adultos lo marcó de manera significativa en sus inicios como docente, ya que en 1975, siendo el más joven del salón, dictó clases para trabajadoras y trabajadores sindicalizados.

Catalina Matias es de Ayacucho, reside en el Hogar de Ancianos San Francisco Javier y estudia. Tiene 83 años y ya se egresó. Cuenta entre lágrimas que hizo 5 años en una escuela religiosa y dos años en una escuela rural cuando era chica, pero no siguió. Cuando quedó viuda fue al hogar y comenzó a estudiar. Sonríe cuando asegura que "estar haciendo esto me da la vitalidad para seguir viviendo".

La Colonia Agroecológica 20 de abril está situada en Jauregui, en el municipio de Luján. La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) comenzó dando un curso de alfabetización, que después se oficializó como propuesta educativa. Jorge Flores estudia en la escuela campesina que está allí, y dice que en sus pensamientos "siempre estuvo la idea de independizarse", y que encontró esa libertad estudiando. "Me siento bien y quiero seguir avanzando para seguir con una carrera, porque si uno quiere estudiar, el estudio nunca se termina", agrega. Él comparte clases con Silvia Rodriguez, que va desde Mercedes porque quiere "aprender más de lo que sé". "Nadie de mi familia me creía, me decían que estaba loca. El profesor me decía que podía, arranque y dije no me puede ganar esto, y entendí que era posible", dice llorando.

Mascaró no duda al afirmar que la propuesta de exhibición de Pedagogía de la Esperanza "es un hito", ya que "no cualquier película argentina y del género documental puede ser vista por la cantidad de gente que miró Pedagogía de la Esperanza". El documental fue reproducido a partir de actividades variadas en cada distrito, donde convocaron a las comisiones de educación de adultos y todos los miembros de la comunidad educativa local. "Nunca la vieron menos de 200 personas, y desde junio hay una proyección por día como mínimo. Hoy en Morón, ayer en Trenque Lauquen, y así constantemente", asegura Mascaró, y agrega: "Eso acumula un público que a fin de año será de 70 mil personas, y eso, en este contexto donde no está habiendo casi producción de películas y los circuitos de exhibición se cierran por acción del Gobierno nacional, es casi un hecho único lamentablemente".

El director general de Cultura y Educación recuerda en el largometraje que en la Provincia "está vigente ese pensamiento de igualdad de Paulo Freire, de que no es posible ser educador si no escuchas o no amas al alumno". Destaca Sileoni que Manuel Belgrano "era el patrón de la educación de adultos", porque "fue el primero en decir que había que educar a las mujeres, los pobres, los negros, los indios, los huérfanos, y esa es la base central de la educación de adultos, porque fundar escuelas es sembrar almas".

La directora de Educación de Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores, Silvia Vilta, asegura a este diario: "Queremos transformar personas para transformar el mundo y ese es un debate que se lleva a cabo todos los días. El escenario actual es muy difícil, pero este documental se centra en una esperanza no entendida como una mirada ingenua, sino entendida como una esperanza activa que nos lleve a transformar la realidad". Vilta agrega: "La educación de adultos no es entendida como un proceso simple de escolarización, sino que está pensada como un hecho que construye pensamiento crítico, para develar las razones de las desigualdades y de las injusticias", asegura la funcionaria, y remarca que a este diario que "detrás de cada derecho vulnerado hubo una decisión política y eso se busca que entiendan los alumnos".

Sileoni dialoga con este diario y señala que la importancia de tener adultos estudiando es "muy significativa en varios niveles". Primero en lo personal, porque estamos hablando de personas que toda su vida "cargaron con el estigma de no haber finalizado sus estudios, pero que en realidad son víctimas de las circunstancias", según el funcionario. Allí destaca a mujeres que no pudieron estudiar porque le tocaba a los varones, o que tuvieron que quedarse cuidando hermanos, o que tuvieron que trabajar tempranamente. 

"La gravedad de esto es que se perciben como víctimas que son culpables por no haber estudiado, y eso los acompaña toda su vida, y genera una dimensión de la baja autoestima", asegura Sileoni, pero advierte: "Sin embargo, la escuela de adultos recibe bien a los que son mal recibidos en todos lados, la escuela no te deja en banda, te acoge, te hace recuperar el autoestima, y eso es muy importante porque desde hace cincuenta años ocurre y el valor de la condición humana recuperada es fundamental, y si el adulto mejora su vida y es ejemplo para los hijos, es obvio que la sociedad mejora".

El documental, al final, repasa la frase de Mauricio Macri que habla de "caer en la escuela pública", y recuerda los dichos del presidente Javier Milei, cuando en plena campaña proponía sistema de vouchers "para que los chicos no sufran el adoctrinamiento de las escuelas públicas". Sileoni se refiere a ello cuando asegura que a este Gobierno nacional "no le importa la educación de adultos, pero no le importa la educación en general". Dice que alguien que se autocalifica como "un topo que viene a destruir el Estado", "busca romper el jardín, la escuela primaria y la secundaria". "Es un Presidente que fue seis veces a Estados Unidos y una sola vez a una escuela durante su mandato", recuerda el ministro, que asegura que "el contexto conspira contra la educación". 

"El adulto y la adulta, entre salir a trabajar o parar la olla y estudiar, lamentablemente no duda y suma una nueva frustración a su vida, es una situación de mucha desidia, porque no es sólo la no inversión a educación, sino las dificultades económicas que impactan de lleno contra la posibilidad de estudiar", se lamenta Sileoni, pero advierte que sus palabras se encuadran en "una reflexión objetiva que hace que tengamos que seguir trabajando".