El padre de Darío Monges acusó a David, Santiago y Catalino Bejarano de estar “encubriendo a las personas” que los contrataron para ejecutar el crimen. Arnaldo Valentín Monges declaró en calidad de testigo en el juicio que se desarrolla ante el Tribunal Oral Federal 1 de Salta.

La tensión comenzó apenas se sentó a declarar el hombre de 72 años, quien junto a los hermanos Monges sigue el juicio que arrancó hace algo más de dos meses y en el cual se espera escuchar a 180 testigos.

Tengo cinco hijos, más bien, tenía cinco, porque a uno me lo mataron ellos”, dijo Arnaldo Monges en el arranque de su declaración, señalando hacia el banquillo de los acusados. Los llamó “cobardes”, dijo que eran amigos de su hijo y que lo mataron a traición a cambio de dinero. La escena se tornó dramática cuando David Bejarano se descompensó y debió abandonar la sala unos minutos hasta recuperar el aliento.

En coincidencia con otros testigos que declararon ante el tribunal integrado por Liliana Snopek, Federico Díaz y Mario Juárez Almaraz, Arnaldo Monges dijo que su hijo trabajaba como “gestor de los Moreno”, en referencia a los gemelos Daniel y Mario, uno actual intendente de Vaqueros y otro exdiputado provincial, respectivamente.

Monges padre también coincidió con otros declarantes en que Darío Monges trabajaba para Benjamín Cruz, el exsecretario de Seguridad que acaba de ser imputado en la justicia provincial por el delito de tráfico de influencias, en una causa por el ingreso irregular de la víctima al penal de Orán, meses antes de ser asesinado.

“Darío trabajaba fuerte, quería darles los gustos a (su esposa) Guadalupe y a su hijo”, “trabajaba con dos (efectivos) de la brigada que Benjamín Cruz le ponía”, aseguró. Dijo que con la plata que conseguía de la vinculación con el entonces funcionario provincial, su hijo había podido mudarse de casa junto a su familia: Indicó que “la plata venía de la mano de Benjamín Cruz” y mencionó que Darío proyectaba comprarles una casa a él y a su esposa, ya que son jubilados y viven en una casa que alquilan. 

Arnaldo Monges expuso que su hijo “hacía muchos viajes”, que “lo mandaba Benjamín Cruz”, que no sabe qué tipo de trabajo hacía para la Secretaría de Seguridad pero que Cruz “lo llamaba constantemente y lo manejaba como quería”.

Contó que acompañó a su hijo dos veces a Orán porque Darío estaba cansado como para manejar la camioneta. Dijo que en ambas ocasiones lo esperó en una estación de servicios en la localidad norteña y que en uno de los viajes le preguntó a quién iba a ver y que le contestó que “eran personas peligrosas”.

Después de su declaración testimonial y en entrevista con Radio Nacional Salta, Arnaldo Monges dijo: “Fueron los Bejarano porque trabajaban con mi hijo y tenían amistad. Trabajaban para Benjamín Cruz junto con mi hijo y había movimiento de mucha plata”.

Sobre los viajes a Orán dijo: “en uno (Darío) estaba muy afligido porque han venido a buscarlo gente encapuchada”.

Los hermanos Moreno se contradijeron

Los hermanos Moreno también dieron sus testimonios en la última audiencia. Entre otras cosas, se les consultó a cada uno si se había concretado una reunión entre ellos, Darío Monges y Benjamín Cruz, después de ocurrido el ingreso al penal de Orán, dato que surgió de un chat entre Cruz y Monges del 6 de junio que dice que al día siguiente tenían pautada esa reunión.

En este punto los hermanos Daniel y Mario Moreno se contradijeron.

Mario dijo que la reunión no se concretó, que no recuerda por qué, pero Daniel afirmó que sí se realizó y que creía que era para la donación de una bicicleta que iban a sortear en un evento organizado por la Municipalidad de Vaqueros. En ese momento una de las defensoras oficiales le recordó que el asunto de la bicicleta había sido el año anterior, en 2021 y no en 2022. Fue entonces cuando el jefe comunal se crispó y le contestó casi gritándole: ¿Usted sabe cómo trabaja mi cabeza? ¡No puedo recordar todo!

Otro dato que llamó la atención de la testimonial de Daniel Moreno es que cuando le preguntaron por Cruz respondió: “Benjamín Cruz era uno de mis jefes”.

Dos años después, imputaron a Cruz

Benjamín Cruz fue apartado del Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia cuando trascendió por la prensa que había facilitado el ingreso irregular de Darío Monges a la Unidad Carcelaria N° 3 de Orán -el 1 de junio de 2022, tres meses antes de que fuera ultimado- para entrevistarse con el entonces procesado y hoy condenado por homicidio agravado, Oscar “Cabezón” Díaz.

En ese momento el exsecretario no solo no fue procesado sino que ingresó inmediatamente como funcionario de la Intendencia de Salta, de la mano de Bettina Romero, quien antes de dejar la municipalidad capitalina lo propuso para integrar el Tribunal de Cuentas, petición que fue aceptada por el Concejo Deliberante.

Esta causa tuvo pocos avances hasta ahora, cuando a raíz del juicio por el asesinato se supo que Darío Monges le habría ofrecido favores al sicario Díaz a cambio de una suma de dinero en dólares.

Pruebas contra los Bejarano y dudas sobre la investigación

De David, Santiago y Catalino Bejarano hay rastros en la escena del crimen, la Eco Sport blanca con vidrios polarizados encontrada a la vera de la ruta 26, frente al barrio El Círculo I en la zona sureste de Salta capital.

Los Bejarano y Darío Monges se conocían desde hacía al menos 10 años. La relación entre ellos se mantuvo desde que Catalino fue empleado por Darío como chofer de su remís y el contacto era frecuente.

La hipótesis del Ministerio Público Fiscal de Salta -que investigó en primera instancia- y de la Fiscalía Federal -que continuó el caso- es que entre ellos habría ocurrido un problema vinculado al narconegocio, lo que derivó en el crimen.

Los Bejarano tienen un taller de motos en la esquina de Vicente López y Avenida Constitución, viven con austeridad, su casa tiene techo de chapa. La Policía no encontró una gran cantidad de droga en los allanamientos que realizó, apenas unos frascos con marihuana escondidos en los roperos.

El teléfono de Monges nunca apareció, por lo que la investigación de la Policía de Salta clonó el chip de la empresa Claro y extrajo información sobre el intercambio de llamadas y mensajes de whatsapp con los distintos contactos, uno de ellos con prontuario narcocriminal, como Diego Aquino.

La pista que siguió la Policía de Salta para ubicar el domicilio de interés para revisar las cámaras de seguridad, surgió de un llamado anónimo que recibieron a través del Sistema 911. En esa comunicación, un hombre asegura que el crimen tuvo que ver con la relación entre Darío Monges y David Bejarano.

Fue en el 911 donde seleccionaron las cámaras de seguridad de interés para la causa, dependencia policial que comparte edificio con la Secretaría de Seguridad, lo que genera suspicacias.

Las cuatro líneas de celular de Benjamín Cruz no fueron investigadas, hubo redes sociales que tampoco fueron exploradas, como la cuenta de Telegram de Monges, que fue borrada durante la investigación del crimen. Tampoco se peritaron los teléfonos de los hermano Moreno.