Con duras críticas al gobierno de Javier Milei, el periodista de Página|12 Luis Bruschtein cuestionó la decisión de cerrar el único hospital de salud mental del país, el Laura Bonaparte, que lleva el nombre de su madre, la prestigiosa psicóloga e histórica militante por los derechos humanos en la Argentina.

Entrevistado por la 750, dijo: “Si este lío sirve de algo, es para que la sociedad tome conciencia de la necesidad de que exista un hospital de este tipo. Para mí, es un acto de crueldad pura. Es la expresión de funcionarios que se manejan con un Excel y no tienen en cuenta que detrás de los números hay seres humanos que sufren”.

Y añadió: “La mayoría de los pacientes que llegan es porque han sido rechazados en otros hospitales. El único que los atiende es este, especializado en derechos humanos y adicciones. Antes de este hospital, las adicciones eran tratadas como delincuencia: cárceles y chalecos de fuerza”.

Por eso cuestionó la decisión del Gobierno de Javier Milei de promover el cierre del centro de salud: “Ese hospital estaba lleno de rejas cuando lo transformaron en un hospital en red. Es emblemático en la ley de Salud Mental”.

“Las cifras que da el gobierno sobre la cantidad de pacientes están manipuladas. No se sabe si hablan de un promedio o de un total”, dijo Bruschtein.

Laura Bonaparte.

Y añadió: “Estas son personas en situación vulnerable, y todo lo que se les pueda ofrecer desde la salud está bien hecho. Lo digo para contrarrestar la campaña que está haciendo el gobierno, que muchos medios repiten con complicidad. En esa estimación que se hace hay una ignorancia básica”.

Porque el ministro (Mario) Lugones podrá ser administrador y lo que se quiera, pero es un ignorante en todo lo que respecta a salud mental. El presupuesto general de un hospital de salud mental es mucho menor que el de un hospital común, porque no tiene quirófano, que es lo más caro, ni sala de terapia intensiva”, expresó.

Luego, finalizó enfatizando en la importancia que tiene la atención de respuesta espontánea: “Comparado con cualquier hospital, su presupuesto es mucho menor. La mayor parte va a los consultorios externos, porque la idea es que solo se interna como última opción”.