Hace un año la organización terrorista Hamás, junto a otros grupos terroristas y civiles cómplices, perpetraron una invasión criminal a Israel que implicó el mayor número de víctimas judías en un solo día desde el Holocausto.
Las masacres incluyeron torturas, violaciones y vejaciones salvajes e inimaginables contra familias civiles en los kibutzim cercanos a Gaza y en el festival por la paz Nova, incluyendo personas de diferentes nacionalidades y credos. 1250 personas fueron asesinadas y unas 250 fueron secuestradas, de las cuales todavía 101 de ellas siguen atravesando el calvario de estar bajo manos terroristas.
El presidente del Museo, Marcelo Mindlin, afirmó: “El objetivo del Hamás, el Hezbollah, los Hutíes y todos sus sostenedores y colaboradores, es la destrucción del Estado de Israel y, al igual que el nazismo, buscan el exterminio de todos los judíos del mundo, tal cual lo expresa Hamás en su carta orgánica. A pesar de la hipocresía de muchos que simulan desconocer esto, tenemos que estar alertas y unidos porque lo único que les impide llevar a cabo su objetivo de destruir a todo el pueblo judío es la existencia de un Estado judío, con un ejército que los defiende y una comunidad judía internacional unida y organizada”.
El premio Nobel de la Paz y sobreviviente del Holocausto, Elie Wiesel, dijo: “Pensé que el odio contra los judíos había terminado. Que el antisemita había visto Auschwitz y se había sentido avergonzado. Pero estaba equivocado. Auschwitz resultó en la muerte de los judíos y sus enemigos nada habían aprendido de ello”.
Instamos a todos aquellos comprometidos con la democracia y los derechos humanos a seguir exigiendo la urgente liberación de los secuestrados y el fin de las múltiples agresiones al Estado de Israel.