Unos 20.000 habitantes de la localidad bonaerense de San Pedro se encuentran en alerta por una presunta estafa piramidal --con un sistema similar al que ideó el Leonardo Cositorto con Generación Zoe-- de la que habrían sido víctimas. Los denunciantes afirman haber invertido sus ahorros en una criptomoneda denominada "Rainbowex", que promete un rendimiento en dólares, y ahora temen que su dinero no solo no crezca, sino que nunca pueda ser recuperado.
El engaño se realizaría a través de Knight Consortium, una fundación conformada por un grupo de accionistas que supuestamente opera en el mercado de valores y capta inversores minoristas en todo el mundo. Sin embargo, la firma no está registrada y no tienen ningún aval legal, ni siquiera un sustento jurídico.
En diálogo con un medio radial, el intendente de San Pedro, Cecilio Salazar, afirmó que aunque no se sabe "a ciencia cierta la cantidad de gente" que cayó en esta estafa, "se estima que 20 mil personas están involucradas", de un total de "70 mil habitantes". Y agregó: "Esto no es nuevo, sucede hace más de un año en la ciudad. Obviamente, antes en muchísima menor escala. En los últimos 5 o 6 meses fue incrementando, es una cosa impresionante".
¿Cómo funciona la presunta estafa?
Según informaban los participantes de esta supuesta fundación, este sistema de "trading" consistía en que los usuarios compren su cripto, que en teoría paga entre un 1% y un 2% diario, un incremento muy por encima de lo que ofrecen los bancos. Como se trata de un rendimiento que ninguna otra moneda virtual ofrece, captó la atención de los sanpedrinos y en zonas aledañas.
A raíz de su creciente popularidad, Maximiliano Firtman, un profesor de programación y director de una academia de este rubro, comenzó a investigar a la presunta empresa que ofrecía estos beneficios. En diálogo con diferentes medios de comunicación explicó cómo descubrió que la mentira caía por su propio peso.
La presunta estafa de Knights Consortium inició con el “boca en boca”, pero luego adquirió promotores en San Pedro que comenzaron a convencer a los habitantes de poner su dinero en la plataforma.
El esquema, según explicó, comienza de la siguiente manera: un usuario fondea una cuenta --es decir, invierte dinero en dólares o pesos en esta empresa--, adquiere criptomonedas, y luego, esa persona realiza maniobras de trading para vender esas monedas virtuales.
Los inversores están siempre pendientes de los mensajes por Télegram de una mujer de presunto origen asiático --no hay ningún dato personal a la vista-- apodada como "La China", quien en algún momento del día o de la noche da señales de cuando comprar o vender criptomonedas, situación que paraliza la actividad en la ciudad ribereña.
Quién es quién en la presunta estafa de San Pedro
Según Firtman, los promotores de San Pedro también se consideran a sí mismos como "inversores" de la primera camada de esta fundación. Es decir, no se reconocen como miembros directivos de la empresa, sino como una parte más del esquema, que lógicamente tienen una mayor comisión. Quien sí opera como funcionaria de la compañía es "La China".
En línea con lo anterior, los usuarios que invierten deben reclutar a nuevos participantes, un mecanismo clásico en las estafas piramidales bajo el esquema Ponzi. "Es una simulación que le hacen a la gente".
Asimismo, indicó que "la aplicación" que le hacen bajar en sus dispositivos a los inversores "es trucha", ya que "no se baja de las tiendas oficiales". También aseguró que las criptomonedas Rainbowex "no existen".
"Como todo Ponzi, inicialmente funciona el retiro del dinero, porque proviene del dinero que va entrando de nuevas personas. Esa plata es la que se usa para devolver, por eso genera la curiosidad y tranquilidad de que funciona y no hay gente que se queje", afirmó.
"En este en particular te dicen que el dinero está libre y que podés llevarte el dinero cuando quieras. Lo mismo pasaba con Generación Zoe", apuntó.
Un hombre que creyó en esta inversión contó a un medio televisivo: "A mí me metió un amigo en marzo. Me prometió una rentabilidad en dólares y me dijo que en 45 días recibía mi inversión inicial y después me quedaba con las ganancias. Con cualquier billetera virtual se pasaba los pesos en USDT y compraba la moneda por la exchange". Además aseguró que se dio cuenta que se trataba de una estafa cuando detectó que tenía la misma estructura que la estructura que tenía Leonardo Cositorto, quien será enjuiciado por el delito.
“Yo me di cuenta de que esto era una estafa cuando vi la película de Cositorto. Era el mismo modus operandi”, contó.
Puro chantaje: la supuesta fundación pagó a actores polacos para simular tener directivos
Otra situación que preocupó más a los habitantes sanpedrinos fue lo que ocurrió tras el evento realizado por los responsables de Knight Consortium en la Ciudad de Buenos Aires el pasado 21 de septiembre en el Hotel Emperador. La excusa del simposio era, precisamente, poder apaciguar las inquietudes de los inversores, ya que no conocían los rostros ni los datos de ninguno de los directivos.
Tras investigar quiénes habían dado la cara en este evento, vestidos de traje y corbata, Firtman comprobó que uno de los presuntos directivos era en realidad un actor polaco llamado Maurycy Lyczko. Al contactarse con éste, le comentó que había sido contratado por una persona asiática que le pagó 1.500 dólares por su actuación ensayada 24 horas antes. El segundo actor, quien también interpretó a un CEO, es Filip Wałcerz.