Un hombre de 35 años fue asesinado en la noche del domingo en barrio La Lagunita, en el oeste rosarino. Una discusión de tránsito en una calle de tierra y llena de chicos a la hora de la cena fue el desencadenante de una pelea que terminó con la vida de Jonatan Rodriguez, ejecutado de un tiro en el piso. La víctima era bien reconocido en su barrio por tener un emprendimiento de producción de panes y pizzas, que comercializaba en su zona. Fuentes policiales indicaron que el autor de los disparos está identificado, pero logró fugarse. El crimen es el segundo que se registra en la ciudad durante la primera semana de octubre y el número 73 en lo que va del año en el departamento.

El homicidio ocurrió alrededor de las 21.30, cuando ingresaron al 911 varios llamados  para denunciar que se habían escuchado disparos en la zona de pasaje 1847 al 6300, a la altura de Rouillón y Juan XXIII, como se conoce alli a la ex Biedma. La zona es un sector de casas muy humildes de madera y chapa, bordeadas por una verdadero basural a cielo abierto. 

Al lugar llegó personal del Comando Radioeléctrico, que halló a un hombre con varios impactos de armas de fuego en el cuerpo, tendido en el piso, sin signos vitales. Los uniformados pidieron una ambulancia y poco tiempo después llegó hasta la zona personal médico del Sies (Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria), que constató el deceso de la víctima, que fue identificada como Jonatan Alfredo Rodríguez, de 35 años.

 

Según indicaron algunos vecinos al personal policial, Jonatan se encontraba en la calle, muy cerca de su casa, y en un momento pasaron al menos dos personas en un Chevrolet Corsa de color negro, a gran velocidad, y estacionaron a unos pocos metros. Al parecer, el hombre se acercó hasta el auto y les pidió a sus ocupantes que "fueran más despacio". 

El pasaje 1847 al 6300 es una calle angosta, pegada sobre las viviendas por la falta de veredas. Apenas un margen de tierra de un metro de ancho permite a los vecinos hacerse a un lado si pasa un auto. Con esa costumbre, hay un código barrial de bajar la velocidad de los vehículos al pasar por el lugar, sobre todo cuando hay chicos dando vueltas por ahí. 

El reproche de Rodríguez, que les reclamó por no cumplir el código, generó una discusión que fue subiendo de tono, hasta llegar a una pelea a golpes, que terminó cuando uno de los automovilistas efectuó varias disparos con un arma de fuego (no se sabe por el momento si la llevaba entre sus ropas o estaba en el auto). Así hirió de muerte a la víctima. Algunos vecinos relataron que el agredido fue rematado en el piso de un disparo. 

Rápidamente, los dos ocupantes del auto se escaparon a pie, y dejaron abandonado el automóvil en el que se trasladaban. El fiscal de turno en la Unidad de Homicidios Dolosos, Patricio Saldutti, dispuso que personal del gabinete criminalístico y de la división homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) realice diversas pericias en el lugar donde se produjo el crimen, entre ellas relevamiento de la escena del hecho y toma de testimonios a vecinos de la zona y familiares de la víctima.

 

 

En el lugar se hallaron al menos 3 vainas servidas y un plomo deformado, calibre 9 milímetros, que fue secuestrado y enviado a peritar.

Además, Saldutti solicitó que el cuerpo de la víctima sea trasladado al Instituto Médico Legal (IML) para ser sometido a autopsia. Voceros policiales señalaron que cuando llegó hasta el lugar el personal del Comando Radioeléctrico, varios vecinos estaban dañando el auto en el que se movilizaban los supuestos homicidas, por lo que se produjo una discusión con los uniformados. 

Además, varias personas quisieron agredir a una mujer que sería pareja del supuesto autor del crimen, por lo que hubo otro incidente hasta que los policías se llevaron a la mujer del lugar para protegerla. También dejaron un patrullero en la zona para evitar posibles desmanes.