“Un boliviano ocupó por la fuerza 2500 hectáreas en Argentina. Y las anexó al territorio boliviano, dice que la ley Argentina no aplica. A tiros es poco... no hay que dejar uno”. Este violento mensaje vía la red social X con una nota que relata un problema que persiste desde hace décadas, provocó que la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, enviara de Gendarmería Nacional al paraje El Trementinal, en el municipio de General Mosconi. 

Según los informes preliminares, solo una Comisión de Límites podrá definir cuáles tierras pertenecen a la Argentina y cuáles a Bolivia.

La zona se encuentra en la frontera con Bolivia y está dividida por el Río Grande de Tarija, límite natural ente ambos países. Y aunque El Trementinal está en la jurisdicción del municipio argentino de Mosconi, en el departamento San Martín, el camino más corto para llegar a ciudades del país es por territorio boliviano hasta llegar a la ciudad de Bermejo, donde se pasa al pueblo argentino de Aguas Blancas (en el departamento Orán).

El territorio indígena de esa zona está delimitado por el relevamiento realizado en el marco de la Ley 26.160, de emergencia territorial indígena. En el mapa se reconoce el territorio de la comunidad del Pueblo Ava Guaraní Tape Iguapegui, y la localización de al menos 13 parajes: Madrejones, Astillero, Corredero, Isla de los Novillos, Trementinal, Churqui, San Telmo, Volcán, Algarrobito, Media Luna, Aujoncito, Baules y Porcelana.

“Cuando la Gendarmería está, ellos desaparecen”, dijo a Salta/12 la cacica Natalí Vásquez, que vive en Churqui, al referirse a productores de la zona, a los que acusa de usurpar tierras reconocidas a su comunidad.

La mujer recibió ayer a la comitiva de unos diez gendarmes que estuvieron en la zona una vez que lograron ingresar por Argentina, camino que es casi imposible de atravesar para los pobladores, dado que solo puede ser recorrido con vehículos 4X4.

Vásquez contó que en el paraje donde vive un productor llegó a ocupar unas 40 hectáreas con plantaciones de papa y caña. Sin embargo, solo quedaron 15 hectáreas sembradas cuando -confrontación mediante-, los miembros de la comunidad limitaron el terreno que podía ocupar.

El conflicto terminó con Vásquez encausada en la Justicia de Bolivia por amenazas, destrucción de productos, daño calificado e incendios, acusación que comparte con otros habitantes del paraje. La cacica contó que este no es el único productor del vecino país que avanza sobre territorio indígena ubicado en la Argentina, dado que, a lo largo de la franja en donde se ubica la comunidad, hay otros productores de Bolivia que extienden sus plantaciones al lado argentino.

Las tierras serían argentinas

Los denunciantes de Vásquez son Horacio Cruz Castro y Francisca Pérez Garnica. Por pedido de la Fiscalía Departamental de Tarija (departamento/provincia de Bolivia), y en el marco de la causa contra la referente originaria, en mayo de 2023 se hizo contar que tras revisar la base de datos de la dirección departamental del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) de Tarija, “se puede evidenciar que no existe el predio denominado Isla Valle Dorado-Bermejo”, como sostenían los denunciantes. No existía “un registro de derecho propietario” de estas personas.

Vásquez sumó que en noviembre del año pasado, en la misma causa, la Dirección General de Límites y Aguas Internacionales Transfronterizas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia informó que “las coordenadas que se adjuntan en el requerimiento se encuentran en territorio argentino”.

Si bien esta Dirección aclaró que no le corresponde “determinar los límites territoriales subnacionales”, ratificó que “aparentemente una de las partes del proceso de investigación tiene una confusión respecto a la percepción del territorio que ocupa una zona de la comunidad Isla Valle Dorado en el sentido de afirmar que la ubicación de las coordenadas o el alcance de su colindancia Isla Valle Dorado correspondería a un territorio boliviano, cuestión que según las coordenadas enviadas quedó desvirtuado”.

Pese a ello, Vásquez afirmó que los problemas subsisten y que cada vez que confrontan con los productores del vecino país por las plantaciones “aparece la Policía y el Ejército Boliviano” defendiendo a sus ciudadanos.

Añadió que los perjuicios continúan dado que como los habitantes argentinos en esta zona deben cruzar por el río Tarija para poder reingresar a la Argentina, hay portones que les cierran los caminos. “Una tiene que quedarse parada hasta que ellos resuelvan que los van a abrir”, contó. 

Por ahora, según lo que publicó Bullrich en sus redes sociales, el informe de uno de los gendarmes que viajó este fin de semana a la zona es que si bien desde el aire se divisan las plantaciones de caña de azúcar, “no se puede establecer si es realmente territorio argentino o boliviano porque el curso del Río Tarija es cambiante”. A tal punto influye el río que se indica que en el último reconocimiento de hitos, los límites marcados fueron arrastrados por la crecida y ya no están. En ese punto, el informante sostuvo que es preciso “convocar a una comisión de límites para restablecer los hitos faltantes y determinar si la zona es territorio argentino o boliviano”. 

Por ahora, en tanto, se espera resolver otras denuncias que se encuentran radicadas en la fiscalía federal de Orán.