Una de las virtudes de las vanguardias, acaso la indispensable, es la de saber insistir. En eso se ha especializado Martín Bauer, compositor, docente y gestor cultural, además de creador y director artístico del Festival No Convencional, la serie anual que, con formatos inusuales y en lugares atípicos, plantea posibles actualizaciones para aquellos diálogos y utopías que marcaron un momento central del arte del siglo XX. Este año, adoptará formas tan atípicas como música hecha en un cementerio, con piezas de autos o literalmente surgiendo de un partido de tenis.
El miércoles 9 a las 20.30, el No Convencional tendrá el primero de estos gestos, interviniendo el espacio del Puente de la Mujer, en Puerto Madero, con Field of Vision, una obra de Michael Gordon para 36 percusionistas. La programación se completará con Emily Likes the TV, el jueves 10 a las 18.30 en Fundación Santander (Paseo Colón 1380); El libro de los huesos, el domingo 13 a las 11 en el Cementerio Británico (Elcano 4568), y Espacio latente, el sábado 26 a las 19 en el Parque de la Innovación (Udaondo 1003). Para todas las convocatorias la entrada es gratuita.
Field of Vision se estrenó en 2022 en Nueva York. Más tarde se tocó en Alemania y este será el estreno Latinoamericano. “Será la tercera ejecución de la obra de Michael Gordon sobre la que venimos trabajando hace cuatro meses”, comenta a Página/12 Bruno Lo Bianco, percusionista y director musical de Tambor Fantasma, el ensamble encargado de la puesta. “Es una especie de instalación a cielo abierto, con un diseño espacial específico, anotado en la partitura”, continua Lo Bianco. “Son 36 percusionistas divididos en cuatro grupos, que utilizan instrumentos de percusión tradicionales y otros informales, como campanas de freno de auto, entre otros objetos de metal, ramas y piedras, además de placas con alturas determinadas distribuidas por el espacio. Es una experiencia física y perceptiva, de gran complejidad. Yo dirijo con una batuta con luz y cada músico tiene un sistema de metrónomo por auriculares”, comenta el músico.
Lo Bianco y Tambor Fantasma tendrán también a su cargo el estreno de El libro de los huesos, el domingo 13 en el Cementerio Británico. “Este es proyecto que surgió a partir de una invitación para tocar en Estados Unidos músicas con temáticas relativas a Halloween y el Día de los Muertos”, cuenta Lo Bianco. “Con obras originales y otras del repertorio articulamos un programa de música para percusión sobre el imaginario de los huesos, la idea de la muerte y la música como ritual. Hay una obra del mexicano Hugo Morales Murguía, que es para quijadas de burro, intervenidas con micrófonos; otra del brasileño Mario Ficarelli que utiliza xilófonos y marimbas para representar y proyectar un sonido de huesos; también hay música de Giacinto Scelsi, de la serie I riti, que tiene que ver con los funerales de Aquiles; otra obra de Michael Gordon, compuesta en homenaje a las víctimas del COVID-19, y una obra de Martín Edelman, creada para este programa”. La idea es trazar un recorrido con estas obras por el cementerio, desde la capilla hasta el panteón.
Antes, el jueves 10 en Fundación Santander, tendrá lugar Emily Likes the TV, una playlist escenificada para actriz y seis músicos, con dirección de Emanuel Fernández y la participación de Maricel Álvarez. “En esta obra música y textos dialogan en términos lúdicos y conceptuales”, anticipa Álvarez. “Al comienzo, la alternancia entre las ‘miniaturas’ de John Cage y los textos de Gertrude Stein instalan un tono juguetón, aparentemente simple, que dispone al espectador para una segunda parte algo más desafiante: la ejecución, a cargo de Carolina Cervetto, de Gradus de Philip Glass, junto al texto insignia del poeta autista Christopher Knowles -'Emily Likes the TV'-, escrito en 1973, cuando su autor era apenas un adolescente. Este poema cautivó al director de escena y artista visual Bob Wilson. El cierre de la obra es con Marimba Phase de Steve Reich, que nuestro director acompaña con un guiño al gran artista, miembro del movimiento Fluxus, Nam June Paik”, resume la actriz. “Mi anhelo como performer es poder fusionarme con el ensamble de músicos, conformar un solo cuerpo sonoro y kinético. Si bien hay momentos en los cuales la partitura de este concierto nos permite a cada uno destacar del resto, lo que prevalece en el programa es la idea de ensamblaje, de colaboración, de fusión, de interacción”, concluye Álvarez.
El final será el sábado 26, en el Parque de la Innovación, con Espacio Latente, una revisión de la performance Open Score que el artista visual Robert Rauschenberg instaló en de octubre de 1966 en un teatro de Nueva York. Se trata de un partido de tenis entre un hombre y una mujer con sus raquetas microfoneadas. Cada golpe genera sonidos que junto a la iluminación van cambiando y modificando el espacio. La obra cuenta con la participación de Sebastián Verea y el Laboratorio de Inteligencia Artificial del Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, junto al Instituto de Investigación en Ciencias de la Computación.
Ideas sobre el arte y sus posibilidades. Ni mejores ni peores que otras, pero sustancialmente distintas y arriesgadas. De eso se trata el Festival No Convencional, nacido en tiempo de pandemia y ya instalado en la curiosidad de una ciudad a la que le viene muy bien, por lo menos de vez en cuando, sacudirse sus convenciones.