Cuando la directora Fedra García comenzó en su adolescencia a investigar el origen de su nombre asegura haberse impactado por la carga trágica del mito griego. Y cuando resolvió dedicarse al teatro supo que en algún momento llevaría a escena una versión propia de esa historia. Yo, Fedra, finalmente, acaba de estrenarse con la interpretación de Ingrid Pelicori, en el Centro Cultural de la Cooperación (av. Corrientes 1543). Se trata de un unipersonal que cuenta el mito en diálogo con algunas de las versiones existentes. En estrecha colaboración entre directora y actriz, la princesa cretense hija de Minos y de Pasifae, cuenta su pasión por el joven Hipólito, hijo de su marido Teseo, un hombre que se encuentra ausente cuando suceden los hechos, que reacciona de modo diferente en cada versión.

Tal vez las dos Fedras más conocidas son las de Eurípides y Racine, pero también están las de Séneca, Unamuno, Juan Mayorga y Sarah Kane, además de la película de Jules Dassin de 1962 con Melina Mercouri en el rol protagónico. “El mito fue cambiando en cada versión”, coinciden directora y actriz en la entrevista con Página/12, “la idea fue jugar y dialogar con la tragedia”. La directora aclara que, de la Fedra de Eurípides le interesó que la protagonista no quiera confesar su tormento, de la versión de Séneca, el carácter poderoso y a la vez funesto del amor, en tanto que de la Fedra de Racine, le impacta la frase de Teseo en la que “él dice desear desterrarse del universo aunque en realidad lo que él quiere es destruir a Fedra”, resume la directora.


Fedra García dirigió a Ingrid Pelicori en su puesta de Greek, obra en la que el inglés Steven Berkoff versiona el mito de Edipo. Luego de más de diez años de aquel estreno, hoy la directora cree que aquella experiencia la animó a escribir y la ayudó a sacarle el miedo de reescribir un mito. También considera que, a diferencia de Berkoff que ancla la historia en un momento muy determinado, Yo, Fedra transcurre sin definir un momento o un lugar preciso.

-Esta versión elude los juicios negativos de algunos autores sobre Fedra…

Fedra GarcíaA :-Si, Eurípides condensa en ella la sumatoria de todos los males posibles…

Ingrid Pelicori :-En nuestra versión Fedra no se auto castiga. Aunque sufre porque lo que le pasa con Hipólito le sucede muy a pesar suyo.

F.G.:-Por otra parte, en esta versión, como pasa en la película, Hipólito corresponde a su amor, lo que va en contra de un prejuicio que todavía existe cuando en una relación la mujer es mayor que el hombre.

-¿Cómo se articula el relato unipersonal?

I.P.:-Fedra habla desde su subjetividad y hay a la vez un desdoblamiento de mi parte porque también personifico a la voz del corifeo. Así se puede alternar la intensidad del relato de la propia Fedra con otro registro. El coro está también muy presente en la música de Miguel Pesce.

-¿Cómo es Hipólito?

I.P.:-Hipólito tiene que ver con la naturaleza, caza solamente para comer, se siente como uno más entre los animales. No le interesa el poder, ni el dinero, ni los honores. Es muy diferente a Teseo, su padre, porque tiene otras aspiraciones. Y esto es lo que enamora a Fedra: representa otro modelo masculino, otra felicidad, otra forma de disfrutar en la vida.

-La risa está muy presente…

F.G.:-El gran corrimiento, la decisión más radical en relación a la tragedia y a otras versiones es la aparición de la risa. Los dos se encuentran en una zona de juego en la que pueden atravesar barreras.

I.P.:-Sí, el enamoramiento ocurre a través de la risa que suelta, afloja algo entre ellos. La risa de los personajes tiene que ver con la liberación.

-En el prólogo de su Fedra, Racine advierte que la pasión causa desorden y que el teatro es una escuela de virtud. ¿Cómo suenan hoy estas palabras?

F.G.:-El teatro no tiene nada que ver con lo pedagógico, ni con la moral. Plantea problemas, no bajadas de línea.

I.P.:-Claro, el teatro es un lugar para explorar la oscuridad, lo que la razón no puede explicar, lo incomprensible del deseo.

F.G.:-Por eso nos distanciamos de Racine y su condena de la pasión. Nuestra versión pone al deseo en primer plano.

*Yo, Fedra, en el Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543), los viernes a las 20.15 hs.