Un día antes de la sesión en la que Javier Milei buscará blindar el veto al financiamiento universitario, el gobierno libertario mandó a funcionarios nacionales a defender el plan de ajuste para el próximo año. El secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el de Finanzas, Pablo Quirno, visitaron la Cámara de Diputados para presentar el Presupuesto 2025 en reemplazo de Luis Caputo, que se resiste a defender en público el Presupuesto que diseñó su cartera. Mientras en Casa Rosada trabajaban en terminar de consolidar al tercio de "héroes" que impidan el aumento para las universidades, los funcionarios anunciaron que no habría espacio para negociar un aumento de las partidas para el año próximo. "El compromiso es el equilibrio fiscal. La discusión será, en todo caso, en cómo se reasignan las partidas", afirmó Guberman, quien, durante las siete horas que duró la exposición, repitió siempre la misma canción: déficit cero, déficit cero, déficit cero.

Fue una exposición larga, atada de pies y manos a la bandera del déficit fiscal y sin la presencia del protagonista que todos los diputados y diputadas esperaban. Es decir, Luis Caputo. El oficialismo se hizo el distraído, y esquivó la oleada de recriminaciones opositoras por la ausencia del ministro de Economía. "Estamos asistiendo a un Presupuesto histórico porque es de las pocas veces un presidente que ha presentado un Presupuesto", festejó, grandilocuente, José Luis Espert, a cargo de la presidencia de la comisión de Presupuesto. "Es inédito e histórico también que el ministro de Economía no venga", le remató, después, Carlos Heller (UxP), quien le recriminaría al oficialismo que planteara la discusión entre "hinchas del déficit fiscal y hinchas del equilibrio": "La discusión es entre los hinchas del ajuste y los que estamos en contra del ajuste como instrumento", afirmó.

Los números del ajuste

El clima en la comisión de Presupuesto era más bien disperso. La cabeza de los diputados estaba en el poroteo de la sesión del día siguiente: peronistas, radicales, fuerzas provinciales y ex macristas se cruzaban de mesa para intercambiar números. Mientras los opositores sacaban cuentas para insistir en la ley de Financiamiento Universitario, Carlos Guberman detallaba que el gasto presupuestado para las universidades nacionales para 2025 - 3,8 millones de pesos, la mitad de lo que reclama el CIN para poder funcionar el año próximo - no se tocaría.

"Si queremos aumentar a algunos tenemos que discutir seriamente a quien le vamos a estar sacando. El compromiso es con el equilibrio fiscal", ratificó el secretario de Hacienda, quien adelantó que el 6,8 por ciento de aumento ofrecido a los docentes era, a su vez, un techo: "Si las provincias quieren gastar mas pueden gastar más, desde el Estado nacional no estamos en condiciones para cumplir con esas obligaciones", advirtió.

El mismo gobierno se encargó de brindar una descripción detallada del ajuste que afecta a todos las áreas, excepto Seguridad y Defensa. "Bajan los subsidios energéticos y al transporte, baja el servicio de deuda pública con administración de pasivos, baja la administración gubernamental", reivindicó Guberman. "¿Si están haciendo ese ordenamiento del Estado para quitar áreas innecesarias como se explica que la Subsecretaría de Vocería, cuyo titular es Manuel Adorni, tenga 7 direcciones nacionales, 14 direcciones simples y 16 coordinaciones?", le respondió, luego, Itai Hagman (UxP).

La oposición macharía contra varios temas, pero uno de los reclamos más reiterados giraría en torno al gasto tributario. "¿Por qué subsidiamos a Mercado Libre mientras Galperín se va a vivir a Uruguay para no pagar impuestos?", disparó el "Chipi" Castillo (FIT). Más diplomático, Nicolás Massot (Encuentro Federal), preguntaría lo mismo pero con otras palabras. "Ha habido falta de honestidad intelectual cuando dicen que no sugerimos financiación alternativa para los jubilados y las universidades. En la Ley Bases planteamos un artículo que plantea una reforma tributaria, ¿qué pasó?", preguntó y remató: "No podemos cerrar hospitales, ajustar jubilatorios o desfinanciar universidades y seguir sosteniendo regímenes que han dado nacimiento a empresas que explican grandes inversiones, pero que habría que considerar suspender". 

La oposición también cruzó al gobierno por el DNU que permite hacer canjes de deuda  sin pasar por el Congreso ni cumplir con las condiciones de la Ley de Administración Financiera. "Esto no tiene ninguna connotación de mala fe ni de esconder. Estamos transparentando una propuesta que está en el Presupuesto para aclarar la situación que es mejor hacer transacciones a mercado", intentó explicar Quirno, quien insistió varias veces que no había todavía un acuerdo de renegociación con el FMI. "¿Por qué no vienen al Congreso? Hagan una propuesta de canje y vengan al Congreso. O auto limítense de otra manera que no perjudique las condiciones de la Argentina", lo cruzó Julia Strada (UxP).