La disputa por el voto al rechazo o la confirmación del veto de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario es minuto a minuto y contrarreloj. La Cámara de Diputados decidirá hoy en el recinto la suerte de la ley aprobada por el Congreso para dotar de recursos a las universidades nacionales hasta fin de año y que el Gobierno rechazó a través del veto presidencial. Afuera del Palacio Legislativo, los estudiantes que ya tomaron varias facultades volverán a movilizarse en contra de la decisión de la Casa Rosada de ahogar económicamente a la universidad pública. Los cálculos de uno y otro lado muestran un escenario de cierta paridad. El oficialismo está envalentonado con el respaldo de Mauricio Macri, el aporte de los radicales violetas y la fuerte presión de los gobernadores sobre su tropa que aún posterga la definición.

Tercios

La disputa es voto a voto. Pero el grueso de la oposición aglutinada a favor de sostener la ley de financiamiento universitario (UP, EF, UCR y fuerzas provinciales) necesita de la mayoría agravada de dos tercios de los votos de los presentes para rechazar el veto de Milei: 172 votos de los 257 diputados que integran la Cámara si todos estuvieran presentes. Mientras que ante el mismo escenario, el Gobierno necesitaría 86 votos (un tercio) para blindarlo. Descartada una asistencia perfecta –tampoco sucedería hoy--, las presencias y ausencias de uno y otro bando podrían resultar decisivas y la hoja de cálculos se modifica.

Ley

El grueso de la oposición trabaja en garantizar la presencia de todos los diputados propios dispuestos a revalidar la Ley. Desde Unión por la Patria afirman que estarán su 99 diputados en el recinto; la Unión Cívica Radical 26 (del bloque de 33); el interbloque de Encuentro Federal aportaría 14; la Coalición Cívica 6; los neuquinos del MPN 1; Por Santa Cruz 2; y los 5 el Frente de Izquierda.

Por el rechazo al veto también se pronunciaron los 3 salteños y uno de los tres misioneros que integran el interbloque Innovación Federal. Así como los díscolos de los bloques aliados del Gobierno: entre ellos Alvaro González y Héctor Baldassi (PRO); incluso la libertaria Lourdes Arrieta, expulsada de LLA.

Los números opositores, más algún tapado, suman 162 votos por el sostenimiento de la Ley para las universidades.

Veto

En el oficialismo pasaron de la decepción al optimismo. Tras el panorama adverso que significó la masiva movilización en defensa de la universidad pública en todo el país, el Gobierno comenzó un derrotero que a fuerza de presiones, negociaciones y acuerdos comenzó a revertir el rumbo.

Ahora, en la Casa Rosada confían en que tendrán el número para blindar el veto presidencial a la ley que busca garantizar el financiamiento a las universidades nacionales. El espaldarazo de Macri, a pesar de los dudosos cuestionamientos al Gobierno, le aportó otro piso para dar la pelea. El PRO le aportaría al Gobierno el voto de 34 de sus 38 diputados.

También tendrá los votos de los 39 libertarios de LLA sus (Lilia Lemoine regresó de urgencia de su gira por Ucrania y estará en la sesión). Dos de los tres aliados del MID, aunque aún confían que el jefe de la bancada, Oscar Zago, suspendería su viaje y también sería de la partida.

Logró sostener la fidelidad de cuatro de los cinco radicales violetas que lo acompañaron en el veto a la movilidad jubilatoria. Ayer en la reunión del bloque de la UCR, los diputados Martín Arjol, Luis Picat, José Tournier y Mariano Campero anunciaron a sus correligionarios que seguirán alineados con el Gobierno y los harán a favor del veto a la ley que ellos mismos promovieron y votaron. En tanto el quinto, Pablo Cervi, se abstendría en la votación.

También cuenta como propios a los tres peronistas tucumanos que responden al gobernador Osvaldo Jaldo, y a la coprovinciana Paula Amodeo.

Con lo que el Gobierno alcanza un piso de 81 voluntades alineadas con sus objetivos y un escenario de paridad con la oposición para sostener el veto.

Desde la Casa Rosada igual confían en que prosperarán las negociaciones que mantenían con distintos oficialismos provinciales. Entre ellos el rionegrino Agustín Domingo que responde al gobernador Alberto Weretilneck; y los sanjuaninos del bloque Producción y Trabajo, Nancy Picón Martínez y María de los Ángeles Moreno, alineados con el gobernador Marcelo Orrego y quienes ya respaldaron el veto a la actualización jubilatoria. Aunque el respaldo no estaba asegurado al cierre de esta edición.

Mientras que los cuatro misioneros (Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruíz, Daniel Vancsik) que responden al gobernador Hugo Passalacqua, pese a que no le garantizaron pleno respaldo al Gobierno prometieron "no ir en contra” de la voluntad del Ejecutivo. Lo que podría traducirse en abstenciones o ausencias.

En el oficialismo consideran las abstenciones como un aporte más porque elevaría la cantidad de votos que los opositores necesitarían para alcanzar los dos tercios. Pero desde la oposición sacaron a relucir la cuestión reglamentaria que el cálculo debe hacerse sobre los votos emitidos (es decir positivos y negativos), descartándose las abstenciones. Es decir, que si los opositores reúnen 162 votos a favor, el Gobierno necesitará de 82 propios para blindar el veto. Una cifra que la Casa Rosada aspira a alcanzar. Una cifra que la Casa Rosada aspira a alcanzar.