Encapuchados, sin identificarse, de manera violenta y pegándole a niñxs y adultos, un denso grupo de policías allanó de manera ilegal y bajo una falsa acusación la vivienda de la dirigente social Fernanda Miño, en Villa La Cava, partido de San Isidro. Juan Grabois responsabilizó de este grave hecho al Gobierno y calificó a ese “accionar como propio de la dictadura”.
El hecho ocurrió anoche cuando Miño volvía a su casa tras la presentación del documental sobre la exlegisladora Ofelia Fernández. Al llegar, abrió la puerta y “un grupo de policías encapuchados con armas largas que estaban escondidos se metieron violentamente por atrás”.
“No la dejan comunicar con su abogado. No se indica la causa”, denunció Grabois a través de sus redes sociales y fue hasta allí junto con abogados del espacio Patria Grande.
"Nunca jamás hicieron esto para agarrar un narco"
Según se supo, el motivo del aparente allanamiento fue por el supuesto robo de una moto en la zona. Al menos eso es lo que dijeron los responsables del operativo, en un intento de justificación de ese procedimiento ilegal en la vivienda de una dirigente que fue amedrentada en varias oportunidades por su militancia social.
Grabois contó que cuando él y sus colaboradores llegaron, los policías “se fueron a los cinco minutos”. Sin embargo, minutos después “sus cómplices narcos empezaron a los tiros” en los alrededores de la casa de Miño.
“Estuvieron dos horas revolviendo la casa. Le pegaron mucho a Fernanda, la tiraron al piso, le pegaron a las niñas que están totalmente aterrorizadas. Esto no queda así. No nos chupamos el dedo. Nunca jamás hicieron esto para agarrar un narco de los que matan pibes en este barrio”, denunció el referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Social (UTEP).
Por una cuestión de seguridad, el dirigente transmitió en vivo y desde el lugar lo que ocurría. En medio de los pasillos de la villa que dan a la casa de Miño y rodeado de los policías que protagonizaron el operativo, Grabois El dirigente cuestionó:
“¿Se piensan que nosotros somos boludos y que vamos a creer que tan diligentes son los fiscales que, por el robo de una moto, van a hacer un allanamiento a las diez y media de la noche, cuando Fernanda está volviendo de una actividad política y social?”
Luego se dirigió al Gobierno: “Son nuestros enemigos que están cruzando una línea roja más. Son cobardes, siempre cobardes con los de arriba y muy fuertes con los de abajo. Esto no lo vamos a perdonar, no lo vamos a dejar pasar y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”.
“Son muy guapos con los pobres, con los villeros. Este barrio está lleno de narcotraficantes” que “están envenenando a los pibes y hay pibes que mueren todos los días. ¿Y vienen a hacer un allanamiento por una moto a Fernanda Miño? ¿Cómo puede ser?”, insistió.
Persecución a los movimientos sociales
Meses atrás, Miño había sido acusada falsamente por una supuesta mala administración del Fondo de Integración Sociourbana (FISU), un programa de financiamiento de mejoras de infraestructura en barrios populares.
En su política de persecución a los movimientos sociales, el gobierno nacional dijo que ese fondo se trataba de “una caja negra” que estaba en manos de la colaboradora de Grabois y traspasó su manejo al Ministerio de Capital Humano. Sin embargo, como suele ocurrir con ese tipo de denuncias públicas, nunca se hallaron pruebas sobre irregularidades.
Tras el operativo de anoche, el dirigente y abogado cuestionó el hecho de que a Miño “la acusan de ser cualquier cosa” y de ser “la gran bandida del mundo” mientras vive en condiciones de pobreza en un barrio popular. “A ver si algún político de mierda de los que hacen estas cosas se banca vivir un día en un barrio así”, reprochó.