La dirigente social Fernanda Miño habló luego del allanamiento violento e irregular que tuvo lugar en su casa este martes por la noche en manos de la D.D.I. de San Isidro y la efectivos de la policía comunal de San Martín, en el marco de una causa por el supuesto robo de una moto en la zona, según indicaron los responsables del operativo al justificar el procedimiento ilegal.
"Estaban esperando a que lleguemos, sabían que mis hijas estaban solas, lo que me preocupa muchísimo, sabían hasta los metros que tenía el paredón del patio donde damos la leche a los chicos, el color de las rejas de mi casa, sabían de mi marido y sabían que era yo. O sea que inteligencia hubo", afirmó Miño.
La dirigente social explicó que el allanamiento se produjo diez minutos después de que llegó a su casa, con sus cuatro hijas presentes, tres de las cuales son menores de edad, y aseguró que no opuso resistencia.
Los golpes contra la exsecretaria de Integración Sociourbana comenzaron luego de que le exigiera a los responsables del operativo que se presente la documentación reglamentaria que corrobore la legalidad del allanamiento. "Estábamos desconcertadas, con temor, porque una no sabe si cuenta lo que pasó y puede haber alguna represalia", declaró Miño, en declaraciones al programa Segurola y Habana, y explicó que tras el episodio se presentó el dirigente social Juan Grabois alertado por los vecinos, que también exigieron explicaciones a la policía.
Luego de ocurrido el procedimiento policial, la catequista y exconcejala de San Isidro recibió el llamado del gobernador Axel Kicillof. "Se comunicó conmigo a la mañana. Hablamos largo y tendido. Tenemos una cercanía desde mi función del año pasado y de los últimos cuatro años como secretaria de Estado, hay un cariño también y siempre que sucede algo yo cuento con él. Me dijo 'me hubieses llamado directamente a mí'", reveló Miño.
Por último y consultada por las razones detrás del procedimiento irregular, contestó: "No pretendo ningún privilegio por haber sido funcionaria, quiero respeto y que me den una explicación de por qué la violencia, por qué los insultos, ¿será político? ¿Será la policía? ¿Será porque vivimos en un barrio y todo justifica la violencia cuando uno vive en un barrio?", se preguntó.
Y concluyó: "Hoy me preocupa el bienestar de mis hijas, me va a costar mucho salir, tengo mellizas de 12 años, una de 16 y una más grande de 21. Con la que más se ensañaron fue con ella, les dije: 'Mirá que son menores, no las toquen".
Persecución a los movimientos sociales
Meses atrás, Miño había sido acusada falsamente por una supuesta mala administración del Fondo de Integración Sociourbana (FISU), un programa de financiamiento de mejoras de infraestructura en barrios populares.
En su política de persecución a los movimientos sociales, el gobierno nacional dijo que ese fondo se trataba de “una caja negra” que estaba en manos de la colaboradora de Grabois y traspasó su manejo al Ministerio de Capital Humano. Sin embargo, como suele ocurrir con ese tipo de denuncias públicas, nunca se hallaron pruebas sobre irregularidades.
Tras el operativo de anoche, el dirigente y abogado cuestionó el hecho de que a Miño “la acusan de ser cualquier cosa” y de ser “la gran bandida del mundo” mientras vive en condiciones de pobreza en un barrio popular. “A ver si algún político de mierda de los que hacen estas cosas se banca vivir un día en un barrio así”, reprochó.