Javier Milei consiguió blindar el veto que habilita a no cumplir con la ley de financiamiento universitario. Lo hizo con los votos de su bloque, La Libertad Avanza, su aliado el PRO, algunos radicales y legisladores que responden al gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo. Pero también recibió el guiño de los diputados misioneros agrupados en Innovación Federal que, si bien no votaron junto al oficialismo, se abstuvieron al momento del sufragio. Esa jugada permitió que la oposición no alcanzara los 2/3 de la Cámara para insistir en la ley. Lo más curioso del asunto es que uno de esos diputados de la provincia norteña (Alberto Arrúa) había declarado que iba a votar contra el veto. Pero fueron palabras que se las llevó el viento.
Tal como muestra el video, cuarenta y ocho horas antes de la sesión, Arrúa fue tajante: "En mi caso, por ejemplo, yo no voy a apoyar el veto de Milei", dijo a la radio Futurock. Y, autodefiniéndose como peronista, agregó que no apoyaba ninguna de las políticas del libertario. Ante la repregunta de si su rechazo al veto se traduciría en votar afirmativamente para insistir con la ley de financiamiento, el diputado respondió: "Exactamente, sí, sí, sí". "Calculo que mis compañeros de bloque también harán lo mismo", completó.
Al final, tan errado no estaba Arrúa. Porque los cuatro diputados misioneros tuvieron el mismo comportamiento. Eso sí, no votaron contra el veto presidencial, sino que resolvieron la situación con una cómoda abstención.
El resto es historia.