En el libro Freud en Bloomsbury (Manantial) de Henriette Michaud, se narra la apasionante historia de James y Alix Strachey, los traductores de Freud al inglés, pertenecientes al grupo de Bloomsbury, un grupo de intelectuales y artistas de la que Lytton Strachey, Virginia Woolf y su marido Leonard, fundador de la editorial Hogarth Press, eran las figuras emblemáticas.
James Strachey, hermano menor del escritor Lytton Strachey, se lanzó apasionadamente en el psicoanálisis después del fin de la Primera Guerra Mundial y, en cuanto pudo, le pide análisis a Freud.
En el homenaje que Winnicott escribe, en 1969, por el fallecimiento de James Strachey, se destaca que la familia Strachey incluía a diez hermanos y hermanas y estaba organizada como si éstos estuviesen divididos en dos generaciones; Lytton formaba parte de la generación de los mayores y James de la de los jóvenes. Winnicott señala que éste es el rasgo que marcará en lo sucesivo las relaciones de James con Freud.
Hay que señalar que Lytton y James Strachey eran hijos de una familia acomodada y eminente de la sociedad victoriana y que ambos tuvieron que resolver, cada uno a su manera, el problema de la confrontación con el ideal del gran hombre. Lytton lo hizo denunciando sus semblantes en las biografías que escribió (Eminentes Victorianos, Reina Victoria e Isabel y Essex).
Por su parte, James encontró una solución igualmente original al dedicar su vida a la traducción de las obras completas de Freud y el establecimiento de la única edición crítica integral de la que hoy disponemos. Winnicott nos deja leer entre líneas que James se había identificado, hasta en su silueta, con el maestro de Viena. Freud fue para él la figura del gran hombre capaz de reconciliarle con la vida. La deuda con el hermano, su vínculo amoroso, encontraron una nueva expresión en la elección de esposa. Alix entra en la vida de James con ocasión de una recepción en Cambridge en la que él descubre por fin a esta mujer que califica, en una carta a Lytton, de “absolute boy”. Desde este momento se selló su camaradería intelectual, sin falla alguna.
James se volverá un psicoanalista reconocido y escribirá dos artículos que marcaron una época en el movimiento psicoanalítico: “La naturaleza de la acción terapéutica en psicoanálisis” y “La introyección del superyó del analista”. Strachey se inspira en un artículo de Freud sobre “Psicología de las masas y análisis del yo”, texto empezado en 1920, el mismo año en que inició su análisis. El artículo plantea el amor de transferencia como dependiente en última instancia del amor del superyó.
La terapia psicoanalítica no consiste en la supresión de esta instancia, sino en la adopción, en su lugar, de un superyó más dúctil y pragmático. Para James Strachey el proceso del análisis puede considerase como “una infiltración por el superyó auxiliar del rígido e inadaptable superyó original, con un mayor contacto con el yo y con la realidad”. Las interpretaciones tenderían pues a “provocar la introyección del analista”
James Strachey y su mujer Alix habían partido a Viena en 1920 para formarse con Freud. La sintonía con el fundador es inmediata. Freud les confía la traducción de ciertos textos y discute con ellos la elección de los términos. De vuelta a Londres, la pareja termina la traducción de Cinco psicoanálisis de Freud y la publica en la Hogarth Press. Veinte años más tarde, en 1946, la aventura de traducción se reanuda. Tras la muerte de Freud, su hijo Ernst quiere una edición completa de la obra de su padre e insta a James Strachey y a Leonard Woolf a llevar a cabo esa tarea faraónica. A sus sesenta años, James, que se ha vuelto un psicoanalista reconocido, acepta abandonar todo para consagrase a ello, pero no sin Alix. El resultado será la Standard Edition of the Complete Psychological Works of Sigmund Freud. Como señala la autora “el sueño de Freud de llegar a ser un autor inglés se ve, finalmente, cumplido”
*Miembro de la ELP-CdC.