La espera parece estar llegando a su fin en Boca. Fernando Gago está cada vez más cerca de ser el nuevo entrenador, tras un nuevo diálogo con Juan Román Riquelme en el que se terminaron de pulir los últimos detalles del proyecto futbolístico. 

En la entidad porteña hay optimismo de que el técnico pueda resolver su salida de Chivas de México en las próximas horas mediante la ejecución de la cláusula de rescisión. La dirigencia quiere que el lunes se haga presente en el predio de Ezeiza.

Más allá del hermetismo reinante en los últimos días, e incluso que el propio Gago negara contactos directos con el club, lo cierto es que estaba todo encaminado y ahora efectivamente se dio esa charla formal decisiva que faltaba, para poder decir que su vuelta a la Ribera está a tan solo un paso.

El inminente pago de la cláusula de salida de un poco más de un millón de dólares que tiene con Chivas, será la formalidad que le ponga punto final a la negociación, aunque luego todo llevará unos días más por lo que implica la burocracia de ese apartado legal en el contrato que tiene Gago en el equipo mexicano.

El entrenador ya le había comunicado al club -incluso antes del clásico del sábado pasado ante Atlas en el que fue reprobado por los hinchas- por las vías formales que hará uso de la opción para irse, y lo que resta es simplemente que eso se lleve a la práctica.

En Boca cuenta con que eso ocurra lo antes posible para que, ya en condición de libre, la próxima semana firme su vínculo con la entidad y se ponga al frente del plantel en vistas al partido con Tigre, del sábado 19 de octubre.

Cuando Gago no reconoció los contactos

Tras perder el clásico ante Atlas, Gago se sentó frente a los micrófonos en conferencia de prensa y, sin vacilar, aseguró que no había tenido contactos con Boca y que tenía contrato vigente con Chivas. Sin embargo, su llegada al club está encaminada, aunque tuvo sus claros motivos para negar las negociaciones.

Hasta mayo de 2025, Gago tiene un vínculo vigente con el club de Guadalajara. El mismo contiene una cláusula de salida que el entrenador puede ejecutar para dejar el club sin consecuencias legales. En proceso de pagar esa cifra a través de los canales formales se encuentra en estos días, que lo hará en sintonía con Boca.

Para evitar que las negociaciones se compliquen, Gago y Boca acordaron mantener las gestiones en absoluta reserva. Por eso, sus declaraciones no sorprendieron en la Ribera ya que se ajustan a una estrategia que esperan finalice con la liberación del técnico en el corto plazo, además de una cuestión de respeto con su club actual.