"Son británicas y seguirán siendo británicas". Así el gobierno del Reino Unido, por intermedio del primer ministro británico Keir Starmer, afirmó que la soberanía de las islas Malvinas y Gibraltar "no es negociable", tras anunciar la devolución de un archipiélago africano en el Océano Índico a Mauricio.
Reino Unido anunció el jueves pasado la entrega del archipiélago de Chagos, formado por 55 islotes, al sureste del continente africano, a la República de Mauricio, aunque añadiendo que mantendría la base militar conjunta con Estados Unidos en la isla de Diego García.
Tras el anuncio, la canciller Diana Mondino reaccionó el jueves en las redes sociales reclamando la entrega de las Malvinas a su país.
"Celebramos este paso en la dirección correcta y terminar con prácticas obsoletas", afirmó Mondino en X e Instagram.
"Transitando el camino empezado, con acciones concretas y no retórica vacía, vamos a recuperar la soberanía plena de nuestras Islas Malvinas. Las Malvinas fueron, son y serán siempre argentinas", añadió la funcionaria del gobierno ultraderechista.
La respuesta del Reino Unido a Mondino
En la interpelación semanal en la Cámara de los Comunes británica sobre los comentarios de Mondino, Starmer dijo que la devolución del archipiélago de Chagos a Mauricio no tiene "ninguna relación con otros territorios de ultramar".
"Son británicas y seguirán siendo británicas. La soberanía británica de las Malvinas o de Gibraltar no es negociable", añadió, refiriéndose también al enclave británico en el sur de la península ibérica, reclamado por España.
Ante la mención que le hicieron respecto al conflicto diplomático, eligió explayarse asegurando que éste "se trata de una cuestión personal". En esta línea, detalló que su tío "luchó en la Guerra de las Malvinas", a lo que luego agregó: "Casi pierde la vida cuando su barco fue torpedeado defendiendo las islas. He sido claro, para mí es personal".
La historia de las islas de Chagos
Según el acuerdo anunciado con Mauricio, Reino Unido seguirá teniendo derechos sobre Diego García durante "un período inicial de 99 años", para garantizar el funcionamiento de la base militar "hasta bien entrado el próximo siglo".
La República de Mauricio, un país formado por un conjunto de islas, casi 1.000 kilómetros al este de Madagascar, reclamaba el archipiélago desde su independencia del Reino Unido en 1968.
Desde 1965, el archipiélago es administrado por Reino Unido, que instaló una base militar conjunta con Estados Unidos en la isla principal.
Esta base, situada estratégicamente entre Europa, India y China, desempeñó un papel importante en la década de 2000, durante los conflictos en Irak y Afganistán.