Más de 20 veces Martín Uliarte dijo "no recuerdo". Es el primo de Brenda Uliarte, una de las acusadas por el intento de matar a Cristina Fernández de Kirchner junto con su novio, Fernando Sabag Montiel. Además, es policía. A pedido de la querella de la expresidenta, el Tribunal Oral Federal 6 (TOF6) decidió denunciarlo por falso testimonio, sin dejarlo detenido. ¿Cuáles serían las mentiras? Que dejó de casualidad un papel en la casa de la chica en San Miguel donde había escrito a mano una teoría para disparar armas de fuego llamada Regla de Tueller y que eran anotaciones de una clase; que Brenda lo llamó varias veces el día del atentado, cuando en realidad del teléfono de ella salió una sola llamada y otras dos las hizo él, un rato después del ataque fue él; que la joven le dijo que Sabag había querido asesinar a CFK, él no le creyó, pero entre aquellas dos comunicaciones confirmó que era él por los medios, pese a que la identidad y la cara no se conocieron hasta más tarde.
Instrucciones para disparar
La audiencia fue tensa desde el comienzo. Martín Uliarte, suboficial de la policía bonaerense desde 2021, negó que su prima le haya hablado de armas o pedido que le enseñe a disparar. En un allanamiento en la casa donde la chica vivía (que era una especie de gran vivienda o complejo donde habitaba la unidad "I") había aparecido un papel manuscrito que describía la llamada "Regla de Tueller", un protocolo acuñado en Estados Unidos que fija en 21 pies (6,4 metros) la distancia necesaria para defenderse con arma de fuego de un ataque con un arma blanca. Cuando fue peritado el papel en el expediente en primera instancia --un año después de que lo pidiera la querella---, se confirmó que la caligrafía pertenecía al primo de Brenda, quien lo admitió en noviembre del año pasado al dar testimonio. Su explicación ya entonces no convenció a los abogados de CFK, Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira, pero la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo rechazaron tomar medidas. Esta vez el TOF6 directamente lo denunció por mentir.
Igual que en aquella declaración del año pasado, este miércoles el policía, de 20 años, dijo que el papel hallado en el escritorio de su prima eran sus apuntes de una clase en la escuela de cadetes en Puente 12, aunque no recordaba quién era el profesor. Relató que a veces cuando salía cansado del curso, se iba para lo de los Uliarte con su mochila y podría ser que algo haya quedado ahí. Algunas cuestiones llamaron la atención de los jueces: en un cuaderno que había entregado a los investigadores había otro escrito de puño y letra prácticamente igual sobre la Regla de Tueller. El final era distinto. En uno hablaba de que era una técnica para "defenderse" y el otro hablaba de "sobrevivir". No pudo explicar nada de esto. En un momento dijo que copiaba para memorizar; en otro que lo hacía para mejorar la caligrafía. Durante la instrucción dijo que siempre lo hacía, en el juicio dijo que a veces. Los abogados querellantes le preguntaron de todas las maneras posibles cómo había hecho para tomar nota tan al pie de la letra de la teoría en cuestión, y le mostraron que en realidad lo había copiado de Internet. Era exacto el texto de una página de Facebook.
Llamadas sospechosas
Al comienzo de su declaración el suboficial Uliarte dijo que no tenía mucha relación con su prima, que solo hablaban de series de animé, que no le importaba mucho su vida. Al rato, dijo que la había ayudado a mudarse (al departamento en San Martín que compartiría con Sabag Montiel) y que se quedó a dormir ahí. Luego, que se preocupó porque cuando estaba de servicio recibió --según su versión-- muchos llamados de ella, aunque tampoco tenía claro si la tenía agendada o no, porque a veces la eliminaba "por discusiones". Ubicaba que en torno al día del atentado, pero dijo que no se acordaba qué día habían intentado matar a la entonces vicepresidenta. "No me importan esas cosas". La presidenta del tribunal, Sabrina Namer, lo frenó y le hizo una advertencia sobre su tono "desafiante". Luego lo alertaría sobre el posible falso testimonio. Ubeira le preguntó más tarde si sus compañeros no se habían interesado o consultado algo sobre el tema. Primero insistió en que no le interesa la política, y luego agregó: "hay asesinatos todos los días".
En distintos tramos le mencionaron tanto la fiscalía de Gabriela Baigún, como la querella y Namer, los llamados del 1 de septiembre de 2022 y del día siguiente. Había un llamado de él a ella sin respuesta a las 16.01. El dijo que no lo recordaba. Después del atentado hay dos llamados: uno a las 21.04 (el intento de magnicidio fue a las 20.52) donde es ella la que llama y él no responde; a las 21.27 y 21.38 hay dos llamadas de él a la chica, que duran casi tres minutos cada una. En algunos tramos dijo que no recordaba. En otros que Brenda le había contado lo ocurrido. Fue algo confuso. "Me dijo que 'el negro', por Sabag Montiel hablaba de matar a la presidenta y no le creí". Dijo que también le había mencionado algo sobre (John Fitzgerald) Kennedy, se supone que sobre el magnicidio. "La verdad es que Brenda me hizo una pregunta idiota e incoherente --canchereó Uliarte-- que era si Sabag Montiel podía ir preso por intentar matar a una persona y yo le dije que sí", describió. "Yo le dije que fuera a lo de mi tía en San Miguel y que cuando saliera del servicio iba a ir a hablar con ella para saber en qué estaba involucrada porque ella me decía que no tenía nada que ver".
Al día siguiente dijo que terminó el servicio a las siete de la mañana, fue a lo de su tía (era la casa de los Uliarte) y le "explicó por encima lo que pasó con el novio de Brenda. Esperaba que ella fuera allá pero no sucedió. Tuvieron una llamada de 11 minutos, que tampoco terminó de explicar. Dijo que entre las dos llamadas de la noche anterior había visto en redes sociales que habían intentado matar a CFK y vio que se trataba del novio de su prima. Pero el horario no cierra con la difusión de la identidad y la foto de Sabag Montiel. El primo Uliarte tendrá una causa por falso testimonio y queda flotando la pregunta sobre qué relación tuvo con el atentado.