El exministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva nacional, Roberto Salvarezza, repudió este jueves por la 750 el apoyo del Congreso al veto presidencial de Javier Milei al financiamiento de las universidades públicas de todo el país y aseguró que a todas luces es una medida antidemocrática. Al mismo tiempo, alertó por el “éxodo” de científicos y ponderó la lucha de los estudiantes.
“Creo que parte de nuestra sociedad, como los jubilados y los estudiantes, están viviendo las consecuencias de las políticas de Milei en carne propia. Parte de la gente que votó a Milei hoy se da cuenta de las consecuencias que tienen las políticas que implementa el anarco-capitalismo”, afirmó el exministro.
Para Salvarezza, “se han despertado sujetos políticos, como el movimiento estudiantil, que lo ha sido históricamente". "También está el tema de los jubilados. Percibo una sociedad en la que empiezan a ser explícitas las consecuencias y los procedimientos antidemocráticos”, enfatizó.
La justificación de esta última afirmación llegó al asegurar que el veto es “ir en contra de los representantes del pueblo de ambas cámaras” parlamentarias. “Y que el presidente, con una minoría a la que se llega con un dudoso procedimiento logre vetar, también muestra una profunda veta antidemocrática”, afirmó.
Sobre este punto, añadió: “Es relativamente fácil, y puede ocurrir, que surjan estas situaciones de presión sobre los gobernadores y las provincias. Creo que, en el fondo, le está saliendo gratis al Gobierno. Pero también hay un apriete sobre amplios sectores para que acompañen con cuatro o cinco votos que sacan de la galera, y se logran estas situaciones donde se va en contra de lo que la sociedad pide”.
Fuga de cerebros, no: éxodo
Por otro lado, Salvarezza advirtió que el sistema científico -en medio de un brutal desfinancimeinto sin precedentes- no está viviendo una “fuga de cerebros” como ocurrió durante los gobiernos de Carlos Menem o Mauricio Macri, sino algo mucho más grave: un éxodo de científicos que no tiene en el panorama volver en algún momento a investigar al país.
“En general, hay una inercia de financiamiento previo, y eso hace que no se detenga completamente. Hoy todavía hay actividad, pero para nosotros lo grave es la pérdida de capital humano. Hay un éxodo de científicos. Esos primeros investigadores jóvenes a los que se les cortó la beca para poder continuar, lo que no pueden ingresar: hoy tendríamos mil personas que no están siendo incorporadas, y cuyos ingresos estaban comprometidos”, señaló.
Y añadió: “Esa gente tiene otros horizontes, porque tenemos una ciencia altamente calificada. Están bien conectados en el exterior y pueden conseguir una beca, por lo que están buscando horizontes en otros lados. A esto hay que sumarle la gente que iba a volver. Tengo dos investigadores en mi exgrupo que están en Alemania, que iban a volver, y han decidido continuar allá”.
El académico recordó, en este punto, que durante el Gobierno de Néstor y Cristina se repatriaron a 1.200 científicos. “Nunca tuvimos lo que es el primer mundo, pero eran condiciones dignas y podías hacer ciencia en tu país. Y la gente volvía por eso, porque reconoce profundamente la universidad pública. Tuvimos salarios dignos, inversión en ciencia”, afirmó.
Este empezó a desarmarse con la llegada de Mauricio Macri: “Esto se mantuvo hasta 2015. Repatriamos gente hasta ese año. Después llegó la etapa de Macri. Estamos hablando de una profundización en la salida de recursos, con la perspectiva de no volver. Macri empezó a enfermar el sistema, y este proyecto lo termina de acentuar”.