Rafael Nadal anunció su retiro del tenis profesional. A 22 años de su ingreso al circuito profesional, el tenista español publicó un video para dar a conocer su decisión y agradecer a los fanáticos que lo apoyaron durante más de dos décadas. Concluye una carrera que queda grabada en la historia grande del tenis, con infinidad de momentos memorables.
1. El debut
Rafael Nadal arrancó su carrera en abril de 2002. Tenía 15 años y 330 días cuando fue invitado al torneo de Mallorca en canchas de polvo de ladrillo. Fue su primera presencia en un torneo ATP y también su primeva victoria, ante el paraguayo Ramón Delgado por 6-4 y 6-4. Se convirtió en el jugador más joven en ganar un partido oficial. No pudo avanzar más en el torneo: perdió en segunda ronda ante el belga Olivier Rochus.
2. El primer título
El 15 de agosto de 2004 ganó su primer título en el circuito. Fue un 15 de agosto en Sopot, tenía 18 años y se impuso en la final al argentino Nicolás Acasuso. Nadie había ganado un torneo siendo tan joven, un récord que luego batió Carlos Alcaraz.
3. Roland Garros, el primer Grand Slam
El 5 de junio del 2005 Comenzó la leyenda del tenista balear que cierra su carrera con veintidós majors en su palmarés: Con 19 años logró su primer Grand Slam en París, en Roland Garros, sobre polvo de ladrillos. Catorce de sus Grand Slam los consiguió en la cancha Phillipe-Chatrier, en el Bosque de Bolonia. En su primer Roland Garros dejó en el camino a Roger Federer y en la final, en pleno auge del tenis argentino en la superficie de tierra, doblegó a Mariano Puerta, al que ganó en cuatro mangas.
En aquel 2005 alcanzó la cuarta ronda en el Abierto de Australia. Conquistó Montecarlo y Roma, de categoría Masters 1000.
Convertido en el segundo jugador en ganar el torneo en su primera participación, tras el sueco Mats Wilander, fue el más joven en levantar el trofeo en Roland Garros.
4. El triunfo sobre Ivan Ljubicic en el Masters 1000 de Madrid 2005
Fue un momento con una atmósfera sinigual que Nadal siempre recuerda y siempre destaca como uno de las situaciones únicas en su carrera. Otro lugar distinto al actual. Otra época, otra cancha. Fue en el Rockódromo de la Casa de Campo y no en la Caja Mágica. En cancha dura, cubierta, y no en polvo de ladrillo, como actualmente. Y en octubre, en el tramo final de circuito, no en mayo como en las ediciones recientes.
La final, además, a cinco sets. No como en los Masters 1000 de ahora, al mejor de tres mangas. Afrontaba el balear el reto con diez títulos logrados en ese 2005, entre ellos Roland Garros y otros tres Masters 1000. Montecarlo, Roma y Canadá. Pero nada como ese partido con Ljubicic.
Nadal se aferró al torneo y firmó su primera gran gesta en una cancha. Llevado en andas por el público, el manacorí levantó dos sets en contra, dio la vuelta al partido y, lesionado.
Había cedido por 6-3 y 6-2 los dos primeros parciales. Y el español resucitó y ganó los otros tres sets por 6-3, 6-4 y 7-6(3). “Habría sido imposible ganar a Ljubicic en otro sitio. He ganado gracias al público. Dejó de lado los problemas de rodilla y no se entregó. Fue un año irrepetible.
5. Wimbledon 2008, el mejor partido de la historia
Para muchos, el duelo entre Rafael Nadal y Roger Federer a la tarde domingo de aquel domingo 6 de julio del 2008 fue el mejor de la historia. La rivalidad entre el balear y el jugador de Basilea crecía temporada tras temporada. El español, dominador en polvo de ladrillo, con cuatro trofeos Roland Garros en sus vitrinas, no conseguía trasladar al césped su dominio. Había rozado el éxito dos veces, en las dos temporadas anteriores. Pero el suizo, el rey de Wimbledon hasta entonces, le había impedido la consagración.
La tercera fue la vencida para Rafael Nadal en un partido épico, de casi cinco horas, con varias interrupciones, en un último tramo casi sin luz. Con lluvia por momentos, resuelta en cinco sets.
“Fue la victoria más emocionante de mi carrera”, dijo Nadal tiempo después. Federer era casi imbatible en cesped. Se impuso el español por 6-4, 6-4, 6-7(5), 6-7(8) y 9-7.
Nadal logró el triunfo, el primero en Londres, en el All England Club. Rompió en llanto. Saltó a la tribuna, hacia el palco de su equipo y su familia.
6. El abierto de Australia 2009, su primer Grand Slam en cancha dura
Fue en el inicio del 2009 cuando Rafael Nadal puso fin a la maldición de la cancha dura para el tenis español. Ganó el Abierto de Australia, su primer Grand Slam en cemento, ante el suizo Roger Federer, en cinco sets (7-5, 3-6, 7-6(3), 3-6 y 6-2), después de cuatro horas y 23 minutos.
El balear acumulaba éxitos en polvo de ladrillo, en Roland Garros, y en Wimbledon, en cesped. Pero sus intentos en cemento, en un evento grande, no tenían éxito. A pesar de tener buenos resultados en el Masters 1000 de Madrid, en el de Canadá, en Indian Wells, Nueva York y Melburne se resistían.
Fue otro techo que rompió Rafael Nadal que se convirtió en el primer español, hombre o mujer, en ganar en Melbourne en toda la historia.
Hasta entonces no había conseguido ganar a un top ten en superficie dura. Afrontó la final ante Federer tras ganar, en semifinales, en otro encuentro para la historia, a su compatriota Fernando Verdasco en el partido más largo de la historia del torneo.
7. Nadal completa el Grand Slam
Un 14 de septiembre del 2010, con apenas 24 años, Nadal volvió a hacer historia en el tenis español. Ganó por primera vez el Abierto de Estados Unidos al vencer en la final al serbio Novak Djokovic por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-2. Se convirtió en el séptimo jugador en ganar los cuatro torneos del Grand Slam, el más joven de la era Open.
Aquel 2010 fue un año de ensueño. Ganó Roland Garros, Wimbledon y Abierto de Estados Unidos. Fue en ese momento en el primero en lograr tres majors seguidos en una misma temporada desde Rod Laver en 1969.
Fue el noveno Grand Slam en ese momento para el manacorí que alargó su leyenda, imparable, hacia uno de los mejores de siempre.
8. Campeón olímpico y número 1 del mundo
Los Juegos Olímpicos siempre fueron un certamen que Nadal tuvo en cuenta en su calendario. Tiene dos medallas de oro. En individual, en Pekín 2008, y en dobles, junto a Marc López, en Río de Janeiro 2016.
Fue en un 17 de agosto del 2008 cuando hizo historia. Por segunda vez en una cita olímpica, aunque en Atenas 2004 no estuvo en el cuadro individual. En Pekín se impuso en tres sets al chileno Fernando González. Fue un momento inolvidable para Rafael Nadal que salió de la capital china, además, con el número uno en el bolsillo por primera vez en su carrera.
9. Abanderado de España en Río 2016
Ocho años después, en el 2016, fue el abanderado de la delegación española. No pudo acudir por lesión a los anteriores, a Londres 2012. Y, orgulloso, representante del país, desfiló con la bandera de España. Y, además, en esos Juegos, Nadal volvió a subirse a lo alto del podio. Fue en dobles, junto al especialista Marc López en una final de la que salieron vencedores contra los rumanos Florin Mergea y Horia Tecau. En individual perdió en semifinales ante el argentino Juan Martín del Potro y en la puja por el bronce, cayó, agotado, frente el japonés Kei Nishikori.
10. El Premio Príncipe de Asturias
El 2008 fue un año inolvidable para Rafael Nadal, que fue reconocido con el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. Quedó por delante del nadador estadounidense Michael Phelps. El balear logró 18 de los veinticuatro miembros del jurado.
Según reflejo en su acta el jurado, Nadal fue premiado por “los méritos contraídos por el ganador, tanto en competiciones del Grand Slam, Roland Garros por cuarta vez y Wimbledon por primera vez, como en la obtención del número uno del mundo y que en año olímpico añadió a su impecable palmarés la medalla de oro en Pekín. Es un deportista ejemplarizante y tanto en la victoria como en las derrotas se manifiesta como un gran deportista”.
11. La Copa Davis
Para Rafael Nadal cada representación de España en una competición era un momento especial, a tener en cuenta en su carrera. Llevó a lo más alto al tenis español tanto en los Juegos Olímpicos como en la Copa Davis.
Se convirtió en el jugador más joven en ganar la Copa Davis, con 18 años y 187 días. También fue el más precoz en debutar con la selección, ante la República Checa, en Brno, en el 2004, con 17 años, ocho meses y tres días. En esos días, perdió contra Jiri Novak. No volvió a perder en esta competición, que logró conquistar cinco veces. (2004, 2008, 2009, 2011 y 2019). Casi pleno de triunfos. Veintinueve victorias en partidos individuales. Una sola derrota.
12. El resurgimiento
En 2017 Rafael Nadal superó uno de sus momentos más complicados. Cuando parecía que su luz se apagaba, sin títulos ni finales del Grand Slam en 2015 ni en 2016, emergió de nuevo y reconquistó París. En el 2015 fue eliminado por Djokovic en cuartos de final y en el 2016 se retiró lesionado. Ganó su décimo Roland Garros en el 2017. Llegó a la capital francesa como antaño. Con los éxitos en Montecarlo, Barcelona y Madrid y con evidencias de recuperación tras los problemas físicos de años anteriores. Dejó atrás a los españoles Roberto Bautista, Pablo Carreño y el austríaco Dominic Thiem, verdugo de Novak Djokovic, y en la final a Stanislas Wawrinka al que venció por 6-2, 6-3 y 6-1 con una evidente autoridad.
Una vez más resucitó Nadal que añadió a Roland Garros el Abierto de Estados Unidos y volvió a instalarse en la cima del circuito. Después, llegarían ocho Gran Slam más.
13. Rafa y Toni por caminos diferentes
Después de tres lustros de colaboración, codo con codo, de un recorrido exitoso, Toni y Rafa, tío y sobrino, decidieron fijar el final del camino juntos. Y en febrero del 2017 fue público que Toni Nadal, al final de esa temporada, dejaría de entrenar y acompañar a su sobrino por el circuito.
Toni optaba por centrarse en la Academia Rafa Nadal de Manacor, que se había inaugurado meses antes. Desde el 2018 la carrera del ganador de veintidós Grand Slam dio un giro. Carlos Moyá se convertía en su nuevo entrenador. Toni se dedicó a la formación de jóvenes aunque su presencia en el palco del jugador fue puntual. Rafa no dejó de ganar.
14. El último Grand Slam
Ganó Nadal un torneo, en París, en Roland Garros, que nadie, ni él mismo, imaginaba. Ni siquiera era el primer cabeza de serie. Convivía con el dominio implantado por Novak Djokovic y la irrupción de Carlos Alcaraz. Rafael Nadal dosificaba al máximo sus presencias. Engrandeció su leyenda con otro éxito en París tras vencer a Felix Auger Aliassime y, en semifinales, aprovechó el abandono de un gran Alexander Zverev, lesionado, para situarse en la final y no desaprovechar la ocasión. Ganó el título tras vencer al noruego por 6-3, 6-3 y 6-0. Fue su decimocuarto éxito en París. Nadal cayó al suelo y lloró, sin consuelo. Había vuelto a vencer al tiempo. Fue su vigésimo segundo grande, el que abría brecha con Federer y, provisionalmente, con Djokovic que después le adelantó.
15. El adiós a Federer, fin del Big Three
La fuerte rivalidad entre Federer y Nadal en la cancha terminó por acentuar una estrecha relación al margen de la competición. Protagonistas de alguno de los mejores partidos de la historia del tenis, con ellos comenzó todo lo que vino después con la presencia de Novak Djokovic. La terna dominó claramente, durante dos décadas, el juego de lado a lado de la red. El adiós del suizo acabó con el conocido como Big Three. Fue en septiembre del 2022, en la Laver Cup. En Londres. Una fiesta del tenis. Imágenes para el recuerdo de los tres, componentes del conjunto europeo. Y el dobles de Roger y Rafa. Las lágrimas de Nadal, sentado al lado de su amigo que a los 41 años y con veinte Grand Slam entre sus grandes méritos, dijo adiós. Era el final de una era como dijo tiempo después Novak Djokovic.
16. El comienzo del fin
Fue una tarde de mayo del 2023 cuando Rafael Nadal convocó a los medios en su Academia de Manacor. Se había lesionado en el Abierto de Australia de ese año y cada anuncio, en redes sociales, era para hacer ver que no iba a disputar el siguiente torneo. El tiempo de baja se alargaba y Nadal no reaparecía. Una lesión en el psoas ilíaco. En aquella convocatoria de prensa, confirmaba que no iba a acudir a Roland Garros a defender la corona lograda en la temporada anterior. Entonces llevaba cuatro meses de recuperación. Adelantó, además, que no volvería a saltar a una cancha en lo que quedaba de 2023 y que el 2024, año olímpico, sería su último curso como profesional. Después, diría adiós a su profesión.
17. París 2024, la antorcha olímpica y el doble con Alcaraz
Nadal tenía entre ceja y ceja los Juegos Ollímpicos de París 2024. Otra gran cita, en un lugar emblemático para él, en la capital francesa y en una competición que se disputaba en el lugar donde más ha disfrutado, en Roland Garros, sobre polvo de ladrillo. El ganador de veintidós Grand Slam optó por competir en individual y también en dobles. Con medallas de oro en ambas modalidades, en Pekín 2008 en single y junto a Marc López en Río 2016, en la modalidad de parejas, volvió a sentirse jugador en un año histórico, el último. No tuvo fortuna y el sorteo le dio la espalda en el cuadro individual, superado en segunda ronda por Novak Djokovic. Y en dobles se quedó en puertas de la lucha por las medallas en el equipo que formó con Carlos Alcaraz, el jugador del momento pero poco ducho en esta especialidad.
Aún así, la cita olímpica siempre permanecerá en su memoria. Además del cariño que el publico francés le mostró en cada momento, fue elegido por la organización, por lo que significa, para portar la antorcha olímpica. En Francia, en París.