A diez meses de la asunción del gobierno de Javier Milei, las políticas de ajuste del Estado se profundizan. Junto con las medidas macroeconómicas de devaluación, precios y desregulación de tarifas, los recortes en las políticas públicas provocaron que la pobreza en Argentina ascienda hoy al 52,9% de las personas. Un escenario similar al de la post crisis de 2001.

Las definiciones expresadas por el gobierno en el proyecto de ley de presupuesto 2025 cristalizan el desarme y el “castigo” a las políticas que sostienen la vida. Hoy se sostienen un puñado de 7 medidas y políticas aisladas, insuficientes en un escenario que muestra señales de daño social estructural. Sobre 49 políticas de cuidado relevadas, 24 están derogadas o desmanteladas y 18 están en peligro. A estas últimas no las alcanzó la distribución de recursos o las redujeron en su diseño, situaciones que se reflejan en la baja ejecución presupuestaria.

Se consolida como “sentido común” del gobierno que el pago de intereses de la deuda y el equilibrio fiscal tengan más relevancia y condicionen el acceso a derechos sociales. Esto se traduce en daño para las personas con menos recursos que cuidan y son cuidadas.

Para analizar las consecuencias en las distintas poblaciones de cuidado, en este tercer informe de La cocina de los cuidados realizamos una encuesta telefónica de alcance nacional, entre el 30 de agosto y el 20 de septiembre. Estos son algunos de los datos que arrojó:

– El 65% de las familias de la Argentina hizo recortes en su alimentación en el último año.

– En los hogares con infantes, el 67% de las familias dijo tener más dificultad para obtener vacantes en espacios de cuidado y jardines.

– En los hogares con personas mayores, el 76% de las familias dijo percibir mayores costos en los medicamentos no cubiertos por el PAMI y el 74% declaró contar con menores ingresos para contratar cuidados para estas personas.

En los hogares con personas con discapacidad, la principal dificultad aparece con la suba de precios de los medicamentos, identificada por el 85% de las familias. El 64% también afirmó estar teniendo mayores dificultades para obtener prestadores para las terapias.

– En los 3 grupos de hogares la mayoría de las familias identificó tener menor disponibilidad de tiempo para cuidar de estas personas en los últimos 6 meses.

– El 57% de las familias que asisten a comedores barriales o escolares dice haber encontrado menos comida.

Las mujeres (74%) mucho más que los varones (57%) perciben que la situación de su hogar empeoró y debieron ajustar la alimentación: la suya propia, la de los demás.

– 6 de cada 10 mujeres sobrecargaron el tiempo destinado a cuidar a sus mayores y a los niños y niñas de la casa. 3 de cada 10 varones hicieron lo mismo. En mayor medida son ellas (43% frente al 29% de varones) quienes advierten los aumentos y la reducción de los espacios para cuidar.

– La encuesta arrojó que las mujeres recurrieron menos que los varones este último año a alternativas que redistribuyen el tiempo y el trabajo de cuidar como prestadores de terapia, resolución del traslado de personas con discapacidad, cuidado en residencias de mayores.

Las mujeres y personas de la diversidad sexual conviven con un mayor desamparo producto del desarme de las políticas de cuidado y el abandono de la trama estatal.

La cocina de los cuidados se puso en funcionamiento en marzo de 2024 como un espacio intersectorial y transversal de seguimiento y producción de información sobre las medidas del gobierno en el campo de los cuidados. Está integrada por representantes de organizaciones sociales y de derechos humanos, sindicatos, iglesias, la academia, funcionarias y legisladoras de distintas fuerzas políticas.

Cada tres meses, La cocina elabora el Monitor, una base de información dinámica y colaborativa que registra y sistematiza el impacto de los cambios en las principales políticas que se habían logrado para avanzar hacia una organización social de los cuidados más justa e igualitaria.

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*Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).