El plan de desguace de contenidos y de audiencia de la TV Pública que puso en marcha el gobierno nacional para su posterior cierre y/o privatización no tiene límites. La programación de dos telenovelas mexicanas en su grilla diaria, además de ser una provocación para la industria audiovisual argentina, está logrando su objetivo: con un promedio de 0,1 punto de rating cada una, Marea de pasiones y La desalmada espantan a los argentinos de la pantalla pública. Ningún canal público que se precie de tal tiene como finalidad promocionar ficciones producidas por gigantes del entretenimiento mundial como TelevisaUnivisión Inc. Tras una solicitud de acceso a la información pública, Página/12 pudo acceder a los detalles de la contratación de las latas de origen mexicano que le quitan pantalla al talento artístico argentino.

Más allá de la injustificable decisión artística de emitir ficciones extranjeras en el único canal público nacional de aire de la Argentina, las condiciones por las cuales el gobierno nacional pudo acceder a la adquisición y exhibición de Marea de pasiones (lunes a viernes a las 15) y de La desalmada (lunes a viernes a las 22) eran una cuestión pendiente. De hecho, Página/12 había solicitado formalmente y en reiteradas ocasiones conocer los detalles del acuerdo, pero -pese a las promesas de algunos funcionarios de RTA- nunca pudo acceder a esa información. Recién cuando la solicitó institucionalmente a través de la ley de acceso a la información publica, este diario pudo hacerse de la documentación. ¿En qué consiste el contrato? ¿Cuánto se pagó por esas telenovelas?

Lo primero que hay que decir es que si bien Marea de pasiones y La desalmada son producciones de Televisiva Univisión Inc, el acuerdo que le permite a Radio y Televisión Argentina S. A. (RTA) emitir ambas telenovelas no fue firmado directamente con el conglomerado mediático más grande de habla hispana. En realidad, el contrato de RTA fue con la empresa Trinity Distribución y Producción S. A., “único y exclusivo titular de todos los derechos para la exhibición” de las telenovelas en territorio argentino. Es decir: RTA no las compró directamente a TelevisivaUnivisión Inc sino a un intermediario. El acuerdo fue rubricado el 26 de agosto de 2024 por Eduardo González, interventor de RTA, e Ivan Jasiukiewicz, fundador, presidente y manager general de Trinity Distribución y Producción.

La intermediación de Trinity, una empresa de producción y distribución de contenidos audiovisuales con sedes en Buenos Aires y Miami, es un punto a considerar. ¿Por qué? Básicamente porque como sucede en toda tercerización, el precio que se paga por un producto y servicio es mayor a si se intenta comprárselo diectamente al productor de origen. De hecho, eso se pone de manifiesto en la documentación a la que accedió Página/12, donde queda explicitado el deseo del dinero que Televisiva Univisión Inc. quería garantizarse por cada capítulo y la cifra que RTA terminó abonando para poner en pantalla dos programas que diariamente bajan la audiencia que reciben de los ciclos que se emiten con anterioridad.


El contrato establece que RTA pagará en todo concepto por los 65 episodios de Marea de pasiones y los 90 de La desalmada la suma de 23.250 dólares. Si se divide el monto total por la cantidad de capítulos, el valor por episodio asciende a 150 dólares. La contraprestación, incluso, será abonada con la recaudación por la venta de publicidad de ambas partes. “RTA abonará al distribuidor por la cesión de derechos de las telenovelas el total correspondiente a lo recaudado por la venta de espacios publicitarios de las telenovelas hasta cubrir los costos totales de ambas equivalentes a la suma de dólares estadounidenses veintitrés mil doscientos cincuenta (U$S 23.250)”, se expresa en el punto 3.4 del acuerdo.

La cifra total de lo abonado, de todas maneras, es variable, ya que esos 23.250 dólares podrían ser más porque el contrato estipula que “una vez alcanzado dicho monto los ingresos se distribuirán en partes iguales entre el distribuidor y RTA”. Esto es: una vez cubiertos los 23.250 dólares, todo lo que se recaude en concepto de publicidad a partir de ese piso irá a parar un 50 por ciento a manos de Trinity y otro 50 por ciento para RTA, independientemente de quién haya vendido los espacios. En el contrato, incluso, se establecieron las tarifas de comercialización de la publicidad: “a) Auspicios: de hasta 30” cada uno. Tarifa mínima $ 3.500 más IVA el segundo. b) Tanda: hasta 30” $ 2.500 más IVA el segundo”. Teniendo en cuenta que se trata de 155 horas de emisión en total, los 23.250 dólares es sólo un piso al que se le sumará los ingresos por venta publicitaria a lo largo de las emisiones. Suponiendo que pueda realizarse una buena venta publicitaria para programas casi sin público. 

En la documentación entregada, se adjuntó un mail -con fecha del 14 de junio de 2024- que el director de Trinity le envía a Marina Ghia (jefa de contrataciones de la TV Pública), en el que deja constancia de que su compañía tiene la titularidad para comercializar los derechos de ambas telenovelas. Como prueba de ello, le adjunta un mail que hace las veces de autorización de TelevisaUnivision Inc para que Trinity pueda comercializar Marea de pasiones y La desalmada en territorio argentino. En ese correo electrónico, que lleva la firma de Claudia Silva Olachea, Senior Director Content Sales Americas de la empresa de entretenimiento, la compañía le pone un precio al vendedor de lo que quiere obtener por cada episodio. “Mínimo garantizado para TelevisaUnivision Inc: U$S 110 USD por episodio, netos de todo impuesto y costos bancarios por episodio”, afirma taxativamente. RTA terminó pagando -como mínimo- 150 dólares por episodio; aunque sean cifras módicas para el universo televisivo, es un 36% más de lo que TelevisaUnivision deseaba obtener. Probablemente, si hubieran negociado con el gigante mexicano, las latas hubiesen resultado más baratas al Estado argentino.

En los detalles del contrato, hay dos datos que no pueden soslayarse. Por un lado, en el punto 3 se señala que “las partes acuerdan que ambas podrán comercializar auspicios de hasta “30 c/u reviendo de forma anticipada la cantidad de los mismos”, lo que significa que todo lo que venda RTA como publicidad deberá compartirlo con Trinity (a excepción de los anuncios de organismos oficiales) y viceversa. Por otro lado, aún cuando pareciera resultar innecesario ante las 155 horas de aire que tienen para comercializar, el contrato estipula que “si la venta publicitaria no alcanzara a cubrir la suma acordada, RTA no abonará ninguna suma, asumiendo la DISTRIBUIDORA a su exclusivo cargo la diferencia”.

El antecedente Sofovich

El “acuerdo sin precedentes” del que RTA se jacta de haber firmado para emitir las dos telenovelas de TelevisaUnivisión remite a lo que ocurrió en la década del noventa. Específicamente a cuando el viejo ATC fue intervenido por el gobierno de Carlos Menem, quien dispuso que asumiera como interventor a su amigo y productor audiovisual Gerardo Sofovich. Durante su gestión, Sofovich también había firmado un acuerdo con el gigante mexicano, que incluyó la transmisión de noticias producidas por la cadena informativa ECO (Empresa de Comunicaciones Orbitales), perteneciente a Televisa. De hecho, hasta un noticiero -conducido por Juan Carlos Pérez Loiseau- llevaba el nombre de la cadena de noticias, cuyas transmisiones finalizaron definitivamente en mayo de 2001. 

Bajo el slogan de “Ahora también competimos" del canal, por aquel entonces en las tardes de ATC se transmitían distintas telenovelas de origen mexicano, como Mi pequeña soledad, protagonizada por Verónica Castro. Sofovich tuvo que renunciar apenas un año después de haber asumido, acusado de defraudación, causa por la que años más tarde fue sobreseído.