Más de 370 millones de niñas y mujeres, es decir, 1 de cada 8, sufrieron violaciones o abusos sexuales antes de los 18 años, alertan las nuevas estadísticas de Unicef. Cuando en los cálculos se incluyen formas de violencia sexual sin contacto físico, como el abuso verbal o en línea, "la cifra de niñas y mujeres afectadas en todo el mundo se eleva hasta los 650 millones –1 de cada 5–, un hecho que subraya la urgente necesidad de adoptar estrategias integrales de prevención y apoyo para hacer frente de forma eficaz a toda forma de violencia y abuso", revela esta semana un informe del organismo.
Los datos exponen la dimensión geográfica de la violencia sexual contra las infancias, que traspasa fronteras geográficas, culturales y económicas, y dan una idea del alcance mundial de estas prácticas nocivas, "especialmente entre las adolescentes, así como de sus implicaciones a lo largo de toda la vida", señala el trabajo. El mayor número de víctimas se registra en África Subsahariana, con 79 millones de niñas y mujeres afectadas (22%). Le siguen Asia Oriental y Sudoriental con 75 millones (8%), Asia Central y Meridional con 73 millones (9%), Europa y América del Norte con 68 millones (14%), América Latina y el Caribe con 45 millones (18%), Norte de África y Asia Occidental con 29 millones (15%) y Oceanía, con 6 millones de víctimas (34%).
El informe detalla que la mayoría de los casos de violencia sexual en las infancias se producen durante la adolescencia, "con un repunte significativo entre los 14 y los 17 años". Los estudios muestran además que los niños y niñas que sufren violencia sexual son más proclives a padecer abusos repetidos. "La implementación de intervenciones específicas durante la adolescencia es crucial para romper este círculo y mitigar las consecuencias a largo plazo de esos traumas", alerta.
La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, subraya que “la violencia sexual contra la infancia inflige traumas profundos y duraderos, a menudo causados por personas que los niños y las niñas conocen y en quienes confían, y en lugares donde deberían sentirse seguros”. En los entornos frágiles, "como aquellos con instituciones débiles, fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas o un gran número de refugiados desplazados por crisis políticas o de seguridad", las niñas corren un riesgo mayor, porque la incidencia de las violaciones y los abusos sexuales durante la infancia se sitúa por encima de 1 de cada 4 casos.
“Los niños y las niñas de entornos frágiles son especialmente vulnerables a la violencia sexual”, agrega Russell. “Estamos asistiendo a horribles actos de violencia sexual en zonas de conflicto, donde la violación y la violencia de género se utilizan a menudo como armas de guerra.”
Aunque las niñas y las mujeres son las más afectadas, y sus experiencias están mejor documentadas, se calcula que entre 240 y 310 millones de niños y hombres –aproximadamente 1 de cada 11– han sufrido violaciones o abusos sexuales durante la infancia. Esa estimación asciende a entre 410 y 530 millones si se incluyen formas de abuso sin contacto físico.