El colectivo estudiantil de la Universidad Nacional de Rosario reaccionó espontáneo al día siguiente de que el gobierno lograra mantener el veto a la Ley de Financiamiento Universitario. Con una asamblea pública y de autoconvocados en plaza San Martín, estudiantes de todas las facultades acordaron ayer encarar un plan de lucha contra la ofensiva de ajuste del modelo encabezado por Javier Milei. A mano alzada, resolvieron realizar asambleas el lunes para definir la resistencia y organizar tomas en cada facultad de la UNR, una asamblea mayor interclaustro de toda la UNR para el miércoles a las 17 en Humanidades, y una marcha hasta el Monumento que podría ser ese miércoles post asamblea, o el jueves 17, en consonancia con el paro nacional docente de ese día. Además, dispusieron tomar el Rectorado en la semana próxima.
Esta moción consensuada es la forma de los y las estudiantes de hacer visible el rechazo popular a la decisión de seguir pisando el presupuesto universitario y condicionar a la baja el de 2025. "No seremos la generación que vea cerrar la universidad pública y gratuita. La lucha recién empieza", exclamó ayer una amplia y heterogénea convocatoria.
La convocatoria partió desde un grupo de estudiantes de la Licenciatura en Trabajo Social, y sumó la adhesión de alrededor de un millar de compañeros y compañeras de otras facultades, y también de agrupaciones políticas. Pero el dato –que más de uno resaltó ayer– fue el notable poder de cita por fuera de las estructuras orgánicas de partidos o de centros de estudiantes. Ni siquiera se vio una bandera de la Federación Universitaria de Rosario (FUR). También muchos centros de estudiantes faltaron a la cita y los oradores no lo pasaron por alto.
Desde el mástil central de la plaza, la asamblea arrancó con la mención de cada uno de los diputados nacionales por Santa Fe que apoyaron el veto presidencial a la ley, esto es, los 3 de La Libertad Avanza y los 6 del PRO. Abucheo previsible y el comienzo de una extensa lista de oradores que se extendió hasta la caída del sol.
El documento inicial develó el sentimiento de defraudación que la votación del miércoles en Diputados caló en la comunidad universitaria. "Sentimos la necesidad de superar la bronca y la tristeza, y no podíamos esperar a la semana próxima. La organización de la defensa de nuestra educación tenía que empezar hoy mismo, y que el enojo y el dolor se vuelva resistencia", instó Agustina, alumna de Trabajo Social. La asamblea hizo un llamado a la sociedad en general. "Es la posibilidad de construir un futuro con una sociedad más justa e igualitaria, con lo que la universidad pública produce. Diseñemos un plan de lucha para sostenerlo a futuro, porque lamentablemente esto recién empieza. Con clases públicas, campañas de difusión, convocar a quienes no supimos escuchar, dejar mezquindades de lado y reconstruir la organización estudiantil. Un plan que empiece la semana que viene y que esta asamblea se diversifique en cada facultad el lunes próximo", agregó la joven del grupo que impulsó la asamblea. "No permitamos que el gobierno convierta la educación en una mercancía", arengó.
En la sucesión de apelaciones, con jóvenes de distintas facultades y de diverso origen político, quedó expuesto un corpus de coincidencias acerca de cómo entroncar la protesta desde Rosario con expresiones similares que por estas horas emergen en las principales universidades del país. Y si bien hasta ayer solo en Humanidades y Artes se había decidido tomar la facultad, ayer esta acción cuajó en otras de la UNR.
Violeta, como presidenta del Centro de Estudiantes de Humanidades y Artes, destacó la toma que votó ese colectivo por unanimidad en la facultad de Entre Ríos al 700. Y llamó a extender la medida. "Seamos el actor político que fuimos en el Cordobazo, en el Rosariazo, en la Dictadura, en los '90 y en 2001. Por eso nos desfinancian", denunció.
También hubo quienes mocionaran por invitar a sindicatos al plan de lucha, lo que reactivó el cántico de "Universidad de los trabajadores...".
Por la asamblea pasaron también jubilados (con ovación) y docentes, en la piel de Federico Gayoso, titular de Coad. "Hay que unir las luchas. Si los estudiantes y los obreros frenaron a Ongañía, cómo no vamos a frenar ahora a un tipo que no sabe una simple división", chicaneó.