La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, líder opositora y candidata a presidir el Partido Justicialista, puso en evidencia a dos gobernadores que se denominan peronistas --y que fueron elegidos bajo el sello de Unión por la Patria--, pero que, sin embargo, le hacen el juego a La Libertad Avanza. Los y las legisladoras que responden a Osvaldo Jaldo, de Tucumán, y Raúl Jalil, de Catamarca, votaron a favor de las leyes --o de parte de ellas-- que envió al Congreso el oficialismo durante estos diez meses de gestión y también fueron clave para blindar los vetos presidenciales, tanto el de la movilidad jubilatoria como el del financiamiento universitario. La actitud de esos gobernadores, dijo CFK, es de un "verdadero transfuguismo político". Este jueves, luego de la votación y de la ayuda que le dio la diputada de Catamarca, Fernanda Ávila, al gobierno, Raúl Jalil fue a la Casa Rosada para reunirse con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el titular de Interior, Lisandro Catalán. Desde el oficialismo reinó el hermetismo sobre el contenido de la reunión, pero trascendió que el gobernador estaría reclamando que sus "gestos" sean tenidos en cuenta para el presupuesto 2025.

"Ayer, de los 99 diputados y diputadas que conforman el bloque de UxP (integrado mayoritariamente por el peronismo, acompañado por otras fuerzas aliadas), 98 cumplieron con el mandato del voto que los llevó a ocupar una banca en representación del pueblo", definió la exmandataria. Luego, apuntó contra Jalil y Jaldo al señalar que "hoy los distintos portales de noticias nos devuelven las imágenes de gobernadores de nuestro partido que habrían influido sobre algunos legisladores de sus provincias, para plegarse a la estrategia de apoyo al veto de Milei".

En esa línea, CFK dijo que valora el pronunciamiento del Partido Justicialista de Catamarca, que condenó la conducta de la diputada por esa provincia, Fernanda Ávila. Ella, en lugar de bajar al recinto para votar en contra del veto como lo hizo el resto de su bloque, se quedó en su despacho por pedido de Jalil. 

La expresidenta también cuestionó al diputado de Misiones, Alberto Arrua que, junto con los otros tres diputados de esa provincia --Carlos Fernández, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik-- que pertenecen al bloque de Innovación Federal, se abstuvieron y permitieron que la oposición no alcanzara los 2/3 de la Cámara para insistir con la ley a favor de las universidades. 

"Se puede ver la carita sonriente y los deditos en V de otro diputado del peronismo de Misiones que hizo lo mismo", dijo CFK por Arrua y continuó: "Ese legislador es, además, secretario General del Partido Justicialista en la provincia de Misiones y no sólo había votado el financiamiento universitario, sino que prometió públicamente rechazar el veto de Milei", denunció tajante. Por último, CFK siguió: "Sin embargo, por alguna desconocida alquimia, terminó siendo uno de los cinco votos peronistas que, de haber cumplido con su mandato, habrían dejado sin efecto aquel veto y hoy la universidad tendría financiamiento sus facultades no estarían tomadas y los docentes y estudiantes en clase".

Los diputados tucumanos del bloque Independencia que votaron a favor del veto de Milei fueron: Elia Fernández, Agustín Fernández y Gladys Medina. Ellos armaron ese bloque durante el tratamiento de la primera Ley Bases, y abandonaron el de Unión por la Patria, que conduce Germán Martínez. Los tres diputados, que responden al gobernador Jaldo, llegaron al Congreso en las listas del Frente de Todos y Unión por la Patria, pero también fueron parte de los "87 héroes" que votaron en contra de los jubilados hace tan solo unas semanas.

Ávila, la catamarqueña que también colaboró con la Casa Rosada y que responde a Jalil, fue secretaria de Minería durante el gobierno de Alberto Fernández. Jalil intentó disimular su jugada a favor del gobierno al permitir que los otros tres diputados catamarqueños, entre ellos su esposa Silvana Ginocchio, votaran a favor de las universidades públicas.

La exvicepresidenta, para finalizar el escrito que publicó este jueves en las redes sociales, señaló que "esta realidad que ya es inocultable y nos obliga hoy, más que nunca, a enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de nuestros habitantes y para que nadie más en nombre del peronismo termine utilizando una banca en contra del Pueblo y la Nación".

En la carta que la exmandataria había publicado el lunes --donde oficializó su intención de presidir el PJ-- ya había dicho lo mismo: que es necesario "enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó". Eso, según su análisis, plantea la necesidad de crear un ámbito de discusión y participación que hoy no existe. CFK considera que todo "debe ser repensado y discutido" dentro del peronismo, y que, para eso, hay que poner en marcha "el segundo trasvasamiento generacional".

El camino hacia la presidencia del PJ, sin embargo, no viene siendo fácil. El gobernador de la Rioja, Ricardo Quintela, sigue insistiendo con que él es quien quiere liderar él el partido. Incluso trascendió que hubo un intento de comunicación entre ambos, pero que no llegó a prosperar. Al final, ayer el gobernador le puso la firma a su candidatura para competir el 17 de noviembre en unas elecciones internas.

El que tampoco se pronunció aún sobre las elecciones del PJ y el anuncio de CFK, fue el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Él tiene un fuerte enfrentamiento con Máximo Kirchner y La Cámpora. Si bien algunos dirigentes que hablan con CFK consideran que estas discusiones internas "se arreglarán en el vestuario", y todos van a terminar confluyendo todos en una lista de unidad, hay quienes son mucho más críticos y creen que es hora de que la expresidenta "entregue el bastón de mariscal". Desde ese sector que defiende la postulación de Quintela, denuncian que la unidad detrás de CFK "significa sometimiento". Ellos son los que no quieren que el gobernador baje su candidatura y se quejan porque CFK lo llamó ahora y no antes de hacer el anuncio de su candidatura.

Arrua, el diputado del PJ misionero que permitió blindar el veto de Milei en el Congreso, el mismo jueves salió a responderle a CFK: "Debatir en unidad con el dedo acusador y una regla en la mano es inviable", dijo. Él es autoridad en el PJ de Misiones, uno de los sellos provinciales que avalaron la postulación de Quintela al PJ. Por último, Arrua, que fue integrante de La Cámpora en el pasado, agregó: "¿Le interesa enderezar lo torcido o podar al peronismo de las ramas que le molestan y quedarse con un arbolito a la medida de La Cámpora?".

La vicepresidenta, mientras tanto, sigue sumando adhesiones a su candidatura. Este jueves recibió en su oficina del Instituto Patria a Andrés Watson, Julio Pereyra y Carlos Kunkel. También la visitó allí el exjefe de gabinete y dirigente del PJ, Agustín Rossi. En sus redes, el dirigente compartió una foto con ella y puso: "me recibió CFK para charlar sobre el futuro del PJ y el contexto nacional. Ella representa los valores, el compromiso y la unidad que necesita el peronismo para darle a nuestro pueblo una alternativa esperanzadora ante la crueldad del gobierno de Milei".