El Fondo Monetario Internacional (FMI) definirá esta tarde si modifica su política de sobrecargos de deuda con la Argentina. El planteo había sido hecho durante el gobierno anterior y en caso de resolverse podría traducirse en una considerable baja de la tasa de interés que pesa sobre el Estado argentino producto del endeudamiento tomado por Mauricio Macri.

La decisión será debatida por el board del organismo de crédito, que analizará ese cambio de política que podría aplicarse en favor de los países que exceden determinados umbrales en el monto y tiempo de su deuda.

En el caso de que se dé luz verde a esa modificación en las tasas de interés de base, el Estado podría ahorrar unos 12.000 millones de dólares en los 30 años de programa que tiene por delante.

El reclamo de Guzmán

Los impulsores de esta posibilidad fueron el exministro de Economía Martín Guzmán y el Nobel de Economía Joseph Stiglitz, que llevaron ante el organismo una propuesta con cuatro ejes que este diario publicó en su momento: la eliminación de sobretasas, el establecimiento de un límite a las tasas de base, alineamiento de los umbrales para las sobretasas y considerar los pagos de sobretasas como pagos de capital.

El primer punto fue prácticamente descartado por el board. El segundo, respecto de los límites a las tasas, intenta fijar un tope a la tasa de interés total, de modo que los países no afronten interesas exorbitantes en momentos críticos.

Respecto del alineamiento de los umbrales para las sobretasas, la iniciativa persigue el objetivo de que los países no enfrenten grandes costos adicionales cuando superen el límite de endeudamiento excepcional.

Finalmente, el cuarto punto pretende reducir el saldo de la deuda principal más rápidamente, de modo tal que los países puedan retornar a los mercados internacionales. Para la Argentina, esto significaría una reducción de deuda aproximada a los 1.200 millones de dólares por año.

Apoyos a la medida

En su momento, la propuesta había recibido el apoyo de distintos sectores. De hecho, uno de los lugares donde se terminaron de presentar los argumentos fue en el Vaticano, durante un encuentro que encabezó el papa Francisco y del cual participaron integrantes de la cúpula del FMI.

Las sobretasas fueron pensadas para garantizar la solidez financiera del organismo multilateral. Se implementan desde 2009 y los países que más las pagaron fueron Argentina, Ucrania, Egipto, Ecuador y Pakistán.

Lo que Guzmán planteó fue una crítica a la pro-ciclicidad de las sobretasas debido a que aumentan el costo de la deuda en momentos de crisis y cuando los países más necesitan de financiamiento. También cuestionó que esa política pasó a ser una de las mayores fuentes de ingresos para el FMI.

El pedido para que el organismo modifique los sobrecargos fue planteado este año por parte de la canciller Diana Mondino en Washington, durante una visita en mayo último. “La Argentina paga una tasa de interés muy alta y no somos el único país del mundo, hay muchísimos países que lo están pagando”, dijo la señora.