El Fondo Monetario Internacional anunció un recorte parcial y limitado en los sobrecargos que cobra a los países con altos nivel de endeudamiento con el organismo, como la Argentina. Se trata de los intereses excesivos que el organismo cobra a los países que se endeudan por encima de su capacidad financiera, como ocurrió en 2018 con el préstamo de 44 mil millones de dólares que negoció Mauricio Macri.

La medida fue impulsada por los Estados Unidos, en una reunión que encabezó la máxima autoridad del Fondo, la búlgara Kristalina Georgieva. A la propuesta original de recortar en 400 millones de dólares se sumó otra de un recorte por otros 50 millones, manifestada por el Premio Nobel Joseph Stiglitz y un discípulo argentino: el exministro de Economía, Martín Guzmán.

Argentina obtiene un ahorro de 3.200 millones de dólares y una reducción de casi 30% del pago de cargos y sobrecargos en el préstamo con el FMI, que aprobó reducir el margen de la tasa básica de 100 puntos básicos a 60. Además, a raíz de este giro del Fondo Monetario, este año el Gobierno se ahorrará unos 450 millones de dólares por esos cargos.

El organismo también se comprometió a reducir la tasa de sobrecargos basados en el tiempo de 100 puntos básicos a 75. Y aumentará el umbral del nivel a partir del cual se cobran sobrecargos de 187,50% de la cuota a 300%.

“Este cambio de política, que será efectivo desde el 1 de noviembre próximo, significa un ahorro para Argentina de aproximadamente 3.200 millones de dólares, una reducción del 29,1% del pago de cargos y sobrecargos para la totalidad del préstamo actual”, indicó Economía. Dijo que el ahorro “se sentirá especialmente durante los próximos 3 años fiscales donde la reducción será de aproximadamente 1.100 millones de dólares”.

El umbral para exigir los sobrecargos se eleva del 187,5 por ciento al 300 por ciento. La reforma implicará un efecto positivo para la Argentina, que verá reducida la cuenta de intereses que le paga al Fondo por la deuda contraída durante el gobierno de Mauricio Macri.

Este cambio beneficia a 22 países (Angola, Armenia, Barbados, Benín, Costa Rica, Costa de Marfil, Ecuador, Egipto, Gabón, Georgia, Jordania, Kenia, Moldavia, Mongolia, Macedonia del Norte, Pakistán, Senegal, Seychelles, Sri Lanka, Túnez y Ucrania).

En gran medida, fue impulsada para aliviar a Ucrania en medio de la guerra con Rusia. Estaba previsto que el gobierno ucraniano tuviera que pagar 2900 millones de dólares por sobrecargos en los próximos nueve años. 

En el caso argentino, en los últimos tres años hubo que pagar 3700 millones de dólares, una cifra que debilita la posición de las reservas del Banco Central. En tiempos de Alberto Fernández, Guzmán planteó una reforma y el apoyo de Washington se materializó tras la invasión de Ucrania. Georgieva postergó el debate hasta esta reunión. 

Además, de Guzmán, otros tres exministros de Economía firmaron la carta al FMI en la que se pidió el recorte: Jorge Remes Lenicov, Martín Lousteau y Axel Kicillof.