En la provincia de Santa Fe la baja pronunciada que se venía registrando desde enero entró en un amesetamiento: durante julio el dato de empleo para Santa Fe tuvo una variación del 0,04% respecto a junio. Desde el gobierno provincial reconocieron que el número se mantuvo “neutro” y señalaron que va en sintonía con una baja en el número de suspensiones que vienen registrando desde junio. “Ese amesetamiento que empezamos a ver finalizando el primer semestre, se refleja en lo que es el mes de julio con datos oficiales”, sostuvo el secretario de Trabajo provincial, Julio Genesini. Desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Rosario también registran un estancamiento en los niveles de empleo. “Se hablaba de una V, que en realidad se transformó en una L. Es una caída muy profunda y ahora sí, en el último mes, un estancamiento”, sostuvo su apoderado, Pablo Cerra.

Este viernes se conoció el último informe del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que elabora el Ministerio de Trabajo para medir los niveles de empleo en el país. Los datos oficiales marcan que en julio de 2024 se perdieron 8.900 empleos asalariados en el sector privado respecto a junio. La tendencia a la baja en los niveles de empleo comenzó en septiembre de 2023 y tuvo una fuerte aceleración durante el primer trimestre de 2024. En ese marco, la baja acumula once meses consecutivos y se cobró 180.500 puestos de trabajo. 

Actualmente, según la medición nacional la provincia de Santa Fe registra 507.300 trabajadores registrados. En total son 17 mil empleos menos que en noviembre de 2023, cuando el guarismo tocaba un techo de 524.300 de puestos privados en la provincia. Desde el gobierno santafesino entienden que los datos marcan un estancamiento en relación a la caída que se venía registrando. “Entre el mes de junio y julio los números se mantuvieron. Se cortó con una caída y prácticamente quedó una variación neutra. Los números dan 0,04 más. Es decir, unos 100 puestos de trabajo más entre junio y julio”, explicó Genisini en diálogo con Rosario/12.

Para el funcionario provincial, esa situación se refleja también en la caída del número de suspensiones, que son seguidas por el gobierno provincial. Para junio, en Santa Fe se contabilizaban alrededor de 11 mil suspendidos por medio del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite a los trabajadores mantener el empleo y seguir cobrando un porcentaje de su sueldo. Para el 31 de agosto, ese número bajo a 4.800 trabajadores. Sin embargo, desde el gobierno se muestran cautos: “Tenemos que ver cómo termina el tercer trimestre para tener una fotografía un poco más exacta”.

“Ese amesetamiento que empezamos a ver finalizando el primer semestre, se refleja en lo que es el mes de julio con datos oficiales. Si nosotros contemplamos que veníamos con una caída intermensual desde enero, que se corte esa tendencia ya es un dato positivo. Pero todavía es difícil hacer una proyección definitiva”, expresó Genisini. Y agregó: “En lo económico todavía no se vislumbra una reactivación de la actividad de forma sostenida y que atraviese a todos los sectores. En Santa Fe, las suspensiones evitaron que se den muchas pérdidas de puestos de trabajo y refleja el esfuerzo de empresarios y sindicatos para mantener los puestos en un escenario económico complicado”.

En el sector metalúrgico, uno de los más golpeados por la recesión, la lectura va en una misma sintonía. “Lo que vemos en líneas generales es una caída muy abrupta durante los últimos meses en cuanto al trabajo registrado y un estancamiento en ese piso muy bajo en el último mes. Se hablaba de una V, que en realidad se transformó en una L. Es una caída muy profunda y ahora sí, en el último mes, un estancamiento”, evaluó Cerra en diálogo con Rosario/12. “No siguió cayendo, pero no se ve tampoco un repunte en la demanda laboral. No hay nuevos puestos de trabajo”, añadió.

 

En lo que va del año, la seccional Rosario de la UOM registró unos 2.500 puestos de trabajo menos, a lo que le suman un porcentaje de “despidos por goteo” difícil de cuantificar. “También hay un universo de gente no registrada que es la que primero se despide en estos escenarios”, señaló. En ese sentido, el abogado reconoció que la modalidad de suspensiones evitó que la sangría sea aún mayor: “Para nosotros ha sido una herramienta de contención muy grande, donde logramos negociar un piso del 80% del salario. Ningún trabajador suspendido percibe menos de eso, mientras dura el convenio”.