“Para mi ser del conurbano es un orgullo, como para muchos. Construir tu mirada desde un territorio determinado hace que lo defiendas y te sientas parte. Siento que hay una mirada distinta justamente porque las distancias son otras, porque el entorno es otro, porque los centros culturales y políticos no son cercanos. Las cosas llegan con otro tiempo. Implica mucho esfuerzo ser del conurbano y formarte en capital, trabajar en capital, desarrollarse profesionalmente allí, e ir y venir. Lamentablemente, pareciera que todo pasa en la capital y esa cantidad de viajes afecta la salud, tanto corporal como mentalmente” relata Meri Franco Mao, oriundo de Temperley y paciente del hospital de salud mental “Laura Bonaparte”, que sufrió recientemente afrentas del gobierno nacional. Gracias al tratamiento que le brinda la salud pública, pudo estrenar “Boletín Interno”, un documental sobre su padre, militante del partido obrero y una figura muy polémica dentro del mismo. El film se proyectará en el FestiFreak, el festival de cine independiente de La Plata, el próximo 23 de octubre.
Mi historia es la de todos
Franco Mao se piensa a sí mismo como documentalista, archivista conurbano, disidente y neurodisidente. Alumno de la carrera de audiovisuales de la Universidad de Avellaneda, un día fue a un taller en la biblioteca nacional que brindaba el cineasta Ivo Aichenbaum y le propusieron en una consigna unir el archivo íntimo con la historia política del país. Ahí apareció el borrador del documental que primero se llamó el “Caso Osvaldo” y luego devino en “Boletín Interno”. El film da cuenta de la investigación que realizó Franco Mao a partir de la expulsión de su padre, Osvaldo, del Partido Obrero, por violencia de género y estafas.
“La primera que lo denuncia por violencia de género es mi madre, en el 92. Le había pegado. Muchos dirigentes dijeron que la iban a acompañar y después se echaron para atrás. Fue un debate a nivel nacional, si expulsar a Osvaldo del Partido o no. Hubo resistencias porque él era un militante muy importante, era uno de los dirigentes de San Martín. Él admitió haber golpeado a mi mamá y nunca le pidió disculpas. Ellos se llevaban treinta años. Empezaron a salir cuando él tenía 45 y ella 14. No se hacía cargo de la gravedad que tuvieron todos los hechos que él realizó ni de la diferencia de poder” relata Franco Mao.
La película lleva ese título porque mientras hacía la película encontró mucho material en los boletines internos del partido sobre las causas. “Él estaba vinculado a las drogas, tomaba cocaína y robaba cosas del partido. Se quedaba con plata de las regionales, daba cheques sin fondo” explica.
A su modo de ver, la expulsión estuvo completamente justificada. Con los años, su padre se quedó solo y enfermó. “Estaba enojado con todos. Pero estaba muy enfermo y me daba culpa dejarlo solo. Esto me generó muchas contradicciones. Una de las formas que encontré de poder estar presente y no pasarla tan mal fue empezar a grabarlo y jugar con él. Empecé a hacerle preguntas y esto me sirvió muchísimo para atravesar ese momento que empezó como un juego o como una forma de supervivencia, pero después se transformó en un trabajo más profesional y serio” relata Franco Mao.
Cómo contar la historia
El documental busca correrse de los lugares comunes e institucionales que rodean al género. “No es entrevista, archivo, entrevista. Yo busqué un abordaje experimental y sensitivo, para reflejar mis emociones y contradicciones” agrega.
Las mujeres de su familia tomaron la voz en el film. “Esas voces habían sido acalladas o violentadas también. Otra cosa que hice fue digitalizar material de archivo del Partido Obrero, de las movilizaciones de los 90, que fue su etapa de militancia más álgida. Lamentablemente parecen imágenes actuales. Siento que eso se renueva y se reafirma la necesidad de que exista esta película y de que se vea y se debata cómo puede ser que una y otra vez terminemos en el mismo lugar” dice.
Su padre falleció en medio del proceso de la película. “Fue muy fuerte, pero me dio la habilitación y me evitó tener que enfrentarme con él. No creo que él hubiera estado muy feliz con el resultado” dice. Su padre ya había tenido distintos ACV y estaba en silla de ruedas, lo que lo hacía necesitar acompañamiento permanente. “Yo estaba bastante sola con su cuidado no solo físico, sino psíquico. Tuve que hacer mucha terapia para entender que no era mi responsabilidad su soledad. Aunque él así me lo planteaba” explica.
Disidente
El documental le llevó diez años. En el medio pasó por distintos períodos de depresión. “Esta semana estuve en la toma del Bonaparte, donde me atiendo desde hace bastantes años y me acompañaron en todo el proceso de la película. Siento que las políticas de este gobierno son de expulsión y exterminio. Aunque es una palabra fuerte, parece un exterminio de los sectores populares. Hoy en día siento que si no tengo salud pública, si no tuviera donde ir a atenderme, no tendría futuro. Yo soy de los que cree que hay que defender el territorio, no huir. Cada uno hace lo que puede y lo que tiene en sus posibilidades, en sus recursos hacer, pero yo estoy completamente convencido de que hay que defender lo que tenemos y los derechos que ganamos con muchas luchas, y que ganaron nuestros antepasados, los trabajadores que nos precedieron” dice.
Las crisis económicas del país le fueron complicando la producción del material. “Yo no tengo una gran espalda económica y cada vez que me quedé sin laburo o cada vez que hubo un problema a mi alrededor, afectó el proyecto, entonces fue bastante arduo llegar a terminarla. Me parece importante destacar que sin los subsidios y sin los apoyos del Estado y de distintas organizaciones que apoyan al cine, esta película no hubiera podido ser” afirma.
En el trailer de la película se puede oír la voz de Franco Mao de niño gritando “Unidad de los trabajadores”. En su adultez, se mantiene fiel a los ideales que aprendió. Aunque su padre haya torcido el camino, concluye que lo hay que hacer es volver a unir la lucha de los distintos sectores. “El cine no puede quedar aislado defendiendo el cine con la gente del cine, sino que nos tenemos que sumar a las luchas que se están dando en los distintos ámbitos y llamar a que nos apoyen. Cualquier ciudadano tiene derecho a acceder al cine” opina.
“Boletín interno” se presenta en el Festifreak, el miércoles 23 de octubre a las 20:30 en el Cine Municipal Select. en La Plata (C.C Pasaje Dardo Rocha-50 e6 y 7- Espacio INCAA 1). También se puede estar al tanto de futuras proyecciones, siguiéndolo en sus redes sociales (@meri.franco.mao).