El peronismo atraviesa un momento crucial que exige una profunda reorganización y la figura con la legitimidad y la capacidad necesaria para liderar este proceso es, sin duda, Cristina Fernández de Kirchner (CFK). Su trayectoria política y los logros alcanzados durante sus dos mandatos como presidenta son testimonio de su compromiso inquebrantable con las políticas públicas que mejoraron la calidad de vida de millones de argentinos y argentinas.
CFK no solo es una militante incansable, sino que posee una vasta experiencia que la distingue. Ha sido diputada nacional, senadora, compañera del expresidente Néstor Kirchner, y ha ocupado la presidencia en dos oportunidades, además de vicepresidenta de la Nación. Pero su relevancia no se limita a los cargos que ha desempeñado. También ha sido blanco de un atentado físico, evidenciando el costo personal que ha tenido que enfrentar por su lucha constante en defensa de los trabajadores y las causas peronistas.
Su liderazgo se vuelve imprescindible en el contexto actual, donde las políticas de ajuste y represión implementadas desde el 10 de diciembre del año pasado están golpeando con dureza a nuestro pueblo.
Por todo esto, los trabajadores y trabajadoras del peronismo creemos que CFK debe asumir la presidencia del Partido Justicialista (PJ) a nivel nacional. Desde ese espacio de conducción, podrá encabezar la reorganización del movimiento nacional y popular, uniendo nuestras fuerzas para enfrentar los desafíos que se avecinan y defender los derechos de los más vulnerables. Cristina es capaz de guiarnos hacia la recuperación y el fortalecimiento de nuestro proyecto, que busca siempre la justicia social y la equidad.