“Viaje cerebral fosforescente” y “Distopía cautivadora” son algunos de los adjetivos que recibió hasta ahora HOLO, el show de avanzada que traerá este sábado al Movistar Arena, a las 20 hs, el productor y DJ Eric Prydz. Sin ánimo de espoilear, un obrero sacando chispas con una sierra, una ballena surcando el océano, un astronauta enjaulado recibiendo descargas eléctricas, un robot filmando con un celular o cámaras de seguridad en movimiento son algunas de las imágenes animadas que se podrán ver durante esta performance de poco más de dos horas de duración. No hay duda de que una vez que el artista sueco le dé “play” a las bandejas, dejará muy alta la vara en la manera de comprender el diálogo entre música y puesta visual en la Argentina. No sólo para la electrónica, sino también para cualquier otra expresión musical.

HOLO es una experiencia inmersiva confeccionada a partir de hologramas tridimensionales. Para este show se usó Holo-Gauze: innovador sistema de visualización 3D y efectos holográficos de alta resolución desarrollado por la proveedora inglesa de equipos audiovisuales Holotronica. La pantalla no es otra cosa que una tela de 20×5 metros en la que aparecen enormes hologramas dinámicos, de cualquier tamaño y dimensión. Sólo están limitados a la distancia que se ubique el proyector y a su potencia luminosa. Respecto a otros sistemas de visualización basados en tejido de gasa, que normalmente y hasta ahora crean un efecto de niebla en la imagen, la solución desarrollada por Holotronica es prácticamente invisible. Esto permite crear una producción en alta resolución y efectos de gran contraste que no dejan indiferente a nadie.

La idea original de Holo-Gauze parte del artista audiovisual y compositor Stuart Warren-Hill, quien desarrolló este sistema cuando necesitaba un nuevo tipo de pantalla holográfica 3D y portátil para poner en marcha su propio proyecto 3D Blu-ray y CD de música electrónica. No es ningún secreto que con el uso de esta tecnología Eric Prydz redefinió por completo el aspecto visual de las actuaciones en vivo. No sólo lo hizo con HOLO. En 2019, como parte del festival holandés de música electrónica Tomorrowland, el productor y DJ presentó el show EPIC 6.0. Para tener una idea de cómo se verían las luces, los efectos visuales y los láseres en un sentido esférico, el diseñador y VJ Liam Tomaszewski y el jefe de iluminación Ross Chapple jugaron con efectos usando una pelota de yoga para ver de primera mano una esfera física.

Antes de regresar a la capital argentina, donde debutó en febrero de 2023, este paladín del progressive house y del tech house estrenó en Ibiza, en julio pasado, su más reciente show: CELL. “Creo que esto podría ser una de las mejores cosas que hayamos hecho jamás”, dijo Prydz previo a la inauguración de este espectáculo, que fue diseñado especialmente para Hï Ibiza. Esta flamante imaginería está compuesta por una serie de pantallas transparentes que están distribuidas a lo largo del club ibicenco, creando un efecto envolvente bajo diferentes visuales y composiciones de iluminación y video. Esto evidencia una vez más el afán de Prydz, así como de su equipo de diseñadores y técnicos, de hacer de cada propuesta suya una obra de arte en constante evolución.

En una época en la que se insiste en llamar “experiencia” incluso al recital más impávido, HOLO reivindica la profundidad de esa palabra y da cuenta de la aceitada dialéctica entre música electrónica y tecnología. De lo que sí pareciera carecer este show (la técnica que lo contiene es la que se utilizó en la reencarnación de Bowie llevada a cabo por Lady Gaga en su homenaje en los Grammys) es de un relato sólido. Sin embargo, el envite estético, que evoca al de la película animada canadiense de ciencia ficción y fantasía Heavy Metal (1981), mengua esa ausencia. Todo esto sucede mientras el nacido en la localidad de Täby, hace 48 años, pone a sonar himnos suyos. “2Night”, “Pjanoo”, “Every Day”, “Proper Education” y “Opus” destacan de entre el track list.

HOLO es considerado uno de los shows más revolucionarios en la historia de la electrónica moderna. Comparte podio en esta era con lo que hace Afterlife, proyecto llevado adelante por el dúo italiano Tale of Us (pasaron por Buenos Aires en marzo), y con la flamante entrega del canadiense Richie Hawtin: DEX EFX 0X0. Sin embargo, tiene entre sus antecedentes ISAM, espectáculo creado para el homónimo álbum del productor brasileño de música electrónica Amon Tobin, y la pirámide que acompañó a Daft Punk en su gira “Alive” (sus 12 metros y 1600 bloques de LEDs aterrizaron en esta ciudad en 2006, junto a la dupla francesa). Vale la pena destacar igualmente los tours “Meowingtons Hax”, de deadmau5, y “Shadowsphere”, de DJ Shadow. Ni hablar del legado de Kraftwerk: los primeros vanguardistas en el asunto.

Este regreso de Prydz al país coincide con el aniversario número 20 del lanzamiento del hit que lo visibilizó a nivel mundial: “Call Me”. Al mismo tiempo que se hacía un nombre en las pistas de baile, el artista entabló camaradería con los DJs integrantes de Swedish House Mafia (cabeza de cartel de la inminente Creamfields Buenos Aires, el trío estará el domingo 17 de noviembre). En ese entonces vivía en Estocolmo, y la afinidad entre ellos era tal que casi forma parte del grupo. Sin embargo, decidió mudarse a Londres, desde donde desarrolla su carrera. “Fue bueno que me fuera porque si todavía estuviera allí seguiría pidiendo permiso para opinar”, dijo. “Nunca habría tenido tanto éxito”. De todas maneras, sigue colaborando con sus compatriotas.

El último material que puso a circular el productor y DJ nórdico fue el single “The Return”, en 2023. Su producción anterior influyó a muchos colegas suyos, entre los que sobresalen el desaparecido Avicii, Nicky Romero y muchos otros exponentes de la escena del EDM (siglas de Electronic Dance Music). Luego de todos estos años, no deja de ser sorprendente lo que generó un ícono que tiene en su hogar a su mayor influencia. “Siempre había música en casa”, recuerda Prydz, quien antes de ser establecerse en el house y el techno curtió el beat duro y corporal del EBM (Electro Body Music), gracias a grupos de la talla de Nitzer Ebb, Front 242 y Fron Line Assembly. “Disco music estadounidense, cosas alemanas y suecas, y mucho italo disco de Italia. Pero la canción que más me impresionó fue ‘Super Trouper’, de ABBA. Había algo en eso que me hacía decir: ‘Quiero escuchar esto una y otra vez’”.