El intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, paga sumas no remunerativas para evitar aumentar los sueldos. Esta vez, además, decidió discrecionalmente, quién la cobra y quién no, lo que abre las puertas a un nuevo conflicto judicial.
Los trabajadores municipales de San Nicolás realizaron una presentación ante la delegación local del Ministerio de Trabajo, en la que consideran que la medida es “un aumento salarial encubierto”, además de “discriminatoria” y “violenta”, en un marco de “incumplimientos reiterados, deliberados y extorsivos por parte del municipio”, ya que el intendente Passaglia, otorgó, de manera unilateral, y sin mediar acto administrativo alguno, un supuesto “premio”, de manera selectiva, a algunos trabajadores y no a otros, sin explicitar tampoco el criterio.
Passaglia decidió pagar un “premio” de un millón de pesos, en cuatro cuotas no consecutivas de 250 mil. No consecutivas, porque se saltear diciembre, mes del tradicional aguinaldo o “sueldo anual complementario”. Eso no es todo: sin mediar ningún tipo de explicación o aviso, de los casi 700 trabajadores que tiene la planta municipal, sólo se le pagó a 535 y no a los restantes 165.
Para consumar la maniobra, el “premio anual extraordinario” se pagó en un recibo aparte. El mismo lleva la firma del tesorero, Guillermo García Perurena y, curiosamente, no consta ni el número de cuota ni el total a abonar.
En diálogo con Buenos Aires/12, el abogado del sindicato, Pablo Del Litto, afirmó que "esta es una práctica habitual de los Passaglia, que empezó hace algunos años". "Dan sumas no remunerativas, como en este caso, para que no les impacte en los aportes patronales ni en los aguinaldos; dentro de unos meses, cuando la inflación otra vez se coma el poder de compra, van a decir que aumentan los sueldos cien por cien, pero simplemente van a incorporar esas sumas al salario".
Entre los que no lo recibieron se encuentran los concejales de Unión por la Patria, los trabajadores que presentaron reclamos por accidentes laborales a la Administradora de Riesgos del Trabajo (ART), del Swiss Medical Group y los que se referencian en el Sindicato de Trabajadores Municipales, enrolado en la Fedeción de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FeSiMuBo).
Por el contrario, los vinculados al Sindicato Único de Trabajadores Municipales, conducido por Luis Arance, referenciado en Humberto Bertinat, lo cobraron todos, sin excepción. Arance es padre de Sol Arance, que a pesar de haberse iniciado en la política con el kirchnerismo, hoy es concejal por La Libertad Avanza y suele votar con el oficialismo local.
Los trabajadores municipales de San Nicolás tenían, a comienzos de 2023, salarios inferiores a los cien mil pesos, entre los más bajos de la provincia. Los sucesivos reclamos y movilizaciones del Sindicato de Trabajadores Municipales STM), lograron acercarlo a la línea de los 300 mil. Aunque permanecen por debajo de la línea de la pobreza, la mejora fue sustancial.
Desde el sindicato sostienen que el pago de sumas no remunerativas, además de representar un ahorro, es una estrategia de control político del clan Passaglia. Les permite un mayor y mejor control de los trabajadores, siempre preocupados por la continuidad de esos ítems que les permiten mejorar sus escasos ingresos, frente al derecho garantizado que significan los aumentos otorgados por paritarias.
Esta clase de pagos, ilegales o en negro, también perjudican a los jubilados, ya que no al no integrarse al salario no impactan en lo que percibe el sector pasivo, cuyos haberes se encuentran aún más deteriorados que los de los trabajadores.
La estrategia parece funcionarle bien a la familia que viene gobernando la ciudad a partir del año 2011, primero con Ismael, luego con Manuel y ahora con Santiago. En buena medida, esa es la explicación por la cuál los trabajadores temen adherir a las medidas de fuerza y por qué los dirigentes sindicales apuestan por las vías administrativa y judicial, donde ya obtuvieron varios triunfos resonantes.
"El reclamo ante la justicia debe ser individual, pero como a los que reclaman los castigan con traslados o les cortan las horas extras, de los 165 perjudicados, denunciarán diez o doce como mucho, los que ya no tienen retorno" dice el abogado De Litto, y agrega: "Al resto, los dominan con el terror".
Entre ellos, se cuentan la restitución del convenio por el cual los trabajadores municipales vuelven a contar con el servicio de IOMA y la sentencia que obliga a retrotraer el traslado del secretario general del STM, Rodolfo Cecchi, que prestaba servicios en la terminal de ómnibus y fue enviado a una delegación alejada, a modo de represalia, por haber encabezado la defensa de dicho convenio.
La medida debe leerse, además, en el contexto de un plan de retiros voluntarios abierto hace meses, pero con poco éxito debido al contexto recesivo. Los trabajadores saben que será difícil encontrar otro empleo.
El objetivo de Passaglia, hacia el que viene avanzando sistemáticamente, es reemplazar a los trabajadores formales por monotributistas. La discriminación en el pago del premio es un apriete, una forma más de hostigamiento, para los trabajadores de los que Passaglia quiere desprenderse.
"La primera observación radica en la naturaleza del denominado “premio”, y precisamente, como surge del historial de esta gestión municipal en materia salarial, dicha asignación unilateral no es otra cosa que una incremento salarial encubierto, por el cual la reclamada evade el pago de las cargas previsionales y sociales de las remuneraciones del personal municipal, no sólo perjudicando al Instituto de Previsión Social de la Provincia desfinanciándolo, sino que además violando los elementales y básicos derechos del personal municipal en condición de pasividad (jubilados), que gracias a estos pagos en “negro”, perciben haberes de indigencia que apenas alcanzan a $ 130.000,00 mensuales", afirma uno de los párrafos más destacados de la presentación, a la que tuvo acceso Buenos Aires/12.
"Pero esta situación, extrema si las hay, evidencia otra arbitrariedad tan grave como la anterior, y es que el pago de este incremento salarial encubierto bajo la forma de un “premio trucho”, lo paga el Departamento Ejecutivo, a su antojo a quien ellos quieren, amedrentando, extorsionando y castigando a quienes por ejemplo pertencen a otros gremios distintos del que ellos sugieren (comportamiento antisindical), a quienes resultan críticos de la gestión, o simplemente se encuentran afectados por alguna enfermedad inculpable o reclamando un siniestro laboral", concluye.