“Hay quienes insisten en afirmar que los pueblos indígenas no tenemos cultura, sino folclore; no tenemos arte, sino artesanía; no tenemos literatura, sino mitos y leyendas orales. Los pueblos indígenas sobrevivieron justamente a través de su modo particular de comunicar”.
Con este primer párrafo elaborado por Alicia Yurquina, vice coordinadora del Consejo Kolla de Isla de cañas, Finca Santiago, departamento Iruya, comienza la muestra denominada Voces Originarias, un espacio donde se puede visualizar, en primer lugar, un mapa con los pueblos y los lugares donde se hablan las diversas lenguas que habitan el suelo salteño.
La muestra también contiene de manera audible poemas y cuentos en cinco lenguas diferentes: wichií, chané, quechua, chorote y guaraní, solo algunas de las nueve que se mantienen vivas en la actualidad. En el mismo espacio convive arte realizado por diferentes pueblos, así como también libros de autoría pertenecientes a diversas comunidades.
“El texto refleja los sentimientos que tenemos sobre lo que somos como pueblos indígenas, nuestra potencialidad como autores de muchas obras literarias. Porque los pueblos indígenas no solamente hablamos de la literatura escrita, fonética, sino que como dice el texto, la colonización ha anulado diferentes modos de comunicar, han sido libros, obras de arte, también artesanías”, comienza el relato la líder comunitaria Alicia Yurquina.
Aly, como le gusta que le digan, proviene de Isla de Cañas, un territorio habitado por 1900 personas donde la educación bilingüe es uno de sus pilares, “Nuestro pueblo es un ayllu que forma parte de Finca Santiago. Tenemos una organización de primer grado que es el Consejo Kolla de Isla de Cañas, y Finca Santiago es una organización de segundo grado formada por cuatro ayllus; dos en la zona alta, Volcán Higueras y Colanzulí, que se entra por Humahuaca, y otros dos pueblos, dos ayllus, en la zona baja que entramos por Orán: Isla de cañas y los hermanos de Río Cortaderas. Somos cuatro ayllus que formamos la comunidad Finca Santiago, y el número cuatro tiene que ver con que al venir del modelo Tahuantisuyo, Tahua quiere decir cuatro, entonces estamos conformados por cuatro comunidades”.
Alicia, quien fue convocada para aportar su sabiduría y la de su pueblo en la muestra, comenta: “hay muchísimas formas y modos de comunicar y creo que la literatura siempre ha estado viva, no han podido anularnos y por eso también estamos presentes los pueblos indígenas; justamente, gracias a esos diferentes modos de comunicar hemos podido sobrevivir, estar presentes en todas las oportunidades que tenemos, por ejemplo, en eventos culturales tratamos de estar presentes”.
La iniciativa, impulsada por la Subsecretaría de Gestión Cultural, fue desarrollada por Tatiana Urzagasti, Mario Luna (responsable del área de artesanías) y la comunicadora Maira López.
“La muestra surge por iniciativa de nuestro subsecretario, Miguel Dallacaminá, que nos pidió a un equipo de personas que organicemos una muestra con autores originarios”, comenta Mario. “Así fue que comenzamos una investigación y nos dimos con una gran sorpresa, y es que había una gran cantidad de obra literaria escrita por autores originarios, esto gracias a la articulación y el trabajo con educación intercultural bilingüe. Esa interacción nos abrió muchísimo más la visión del tema”.
“Cuando comenzamos el camino del armado y la organización de la muestra”, cuenta Luna, “nos surgieron dos cuestiones a tratar: una es la cuestión de los derechos de los pueblos, me refiero al artículo 75 el inciso 17 de la Constitución Nacional. Lo rescatamos y lo pusimos en valor ya que si pudiéramos cumplir estos mínimos derechos expresados en la Constitución, sin duda los Pueblos Originarios estarían mucho mejor”.
Este artículo con su inciso, que fue traducido a las lenguas wichí, chané, quechua, chorote y guaraní y se expone en la muestra, está transcripto de esta manera: Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural, reconocer la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargo. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurridamente estas atribuciones.
“Y lo otro que aborda la muestra es la obra literaria, mostrar la obra tanto escrita" como oral, en castellano y en las distintas lenguas indígenas, "algo que nos pareció muy importante, y muy interesante el poder lograr que las voces de los pueblos originarios se escuchen en su propio idioma”, destaca el responsable de desarrollo artesanal.
“Es muy importante para nosotros que se nos invite”, remarca por su parte Alicia Yurquina y agrega: “que haya un espacio para que estén las voces indígenas, la literatura indígena; que estén nuestros autores, que tenemos muchísimos, algunos formados en la academia, pero muchos otros, autodidactas, porque nuestros sabios nos transmiten muchísimas cosas desde la oralidad y para nosotros eso es literatura, porque vamos aprendiendo de los ancestros a través de la comunicación oral, de los ejemplos. Entonces para nosotros ellos son nuestros maestros, y sus discursos, sus consejos, sus coplas nos hablan de nuestra historia”.
“Celebro que haya espacios culturales donde se tengan en cuenta a los pueblos indígenas, para nosotros es de alguna manera un reconocimiento que nos tengan en cuenta, que todo el público sepa que existimos los pueblos indígenas, que estamos presentes y que se respete esa diversidad cultural. A mí me emociona mucho ver y escuchar en las lenguas originarias, las lenguas madres, porque nosotros los kollas muchos hemos perdido la lengua porque justamente estamos en el camino de la colonización y hemos sido uno de los pueblos que más hemos perdido la lengua, se nos anuló la lengua madre”, agrega Alicia.
Mario Luna cuenta que en la búsqueda y la indagación, que también contó con el asesoramiento de la Universidad Nacional de Salta, descubrieron que "en la provincia de Salta se hablaban doce idiomas, una cantidad impresionante, de los cuales 8 son idiomas activos, o sea hay hablantes, hay comunidades que hablan esos idiomas”.
"Uno que muchas veces tiene la oportunidad de recorrer el territorio por nuestro trabajo, nos ha pasado de conocer comunidades donde se hablan cuatro idiomas", resalta Luna. Uno de esos casos es el de la comunidad La Puntana, en Santa Victoria Este, donde "se habla chorote, wichí, toba-qom y castellano. Saber que hay comunidades que dominan cuatro idiomas y la practican todo el tiempo es increíble, y son comunidades son prehispánicas que están en este territorio hace muchísimos años”.
En cuanto a la literatura, Luna remarca que “habla de diferentes temas y formas, no simplemente aborda la poesía, narración o leyendas, sino también aborda temas que son tan importantes de discusión actual como los recursos naturales y la tierra, es también muy importante rescatar eso y traer estos temas en esta feria del libro”.
De los doce idiomas relevados, los activos en la provincia de Salta son: chané, guaraní, chorote, tapiete, quechua, wichí, noctén (del Pueblo Weenhayek), Qom (Toba). Las lenguas que están en vías de revitalización son el Kakán y el Kunza. Y las que no se registran hablantes en la actualidad son las lenguas Iogys y Lule.
La muestra se encuentra montada en la Feria del Libro de Salta, que se realiza en la Usina Cultural de la capital salteña, hasta hoy domingo 13.