Al sur del Líbano, Israel intensificó los bombardeos y continuó los combates con Hezbolá. En respuesta, el movimiento islamista libanés lanzó ataques con drones sobre el norte israelí, dejando al menos 67 heridos. Las fuerzas de paz de la ONU en el Líbano denunciaron ataques israelíes sobre sus bases de operaciones, las que el Benjamin Netanyahu pidió retirar de la "zona de peligro" luego de atacarlas este viernes.

Un total de 51 personas murieron, y otras 174 resultaron heridas en los últimos ataques israelíes sobre el territorio líbanés, según un nuevo balance ofrecido este domingo por el Ministerio de Salud Pública. A los bombardeos se les suma el combate entre las tropas israelíes y los militantes del Hezbolá al sur del territorio. El movimiento islamista indicó este domingo mediante un comunicado que sostenia enfrentamientos armados con tropas israelíes en al menos cuatro aldeas.

Con estas cifras, se elevan a 2.306 los fallecidos y a 10.698 los heridos desde la intensificación de la ofensiva israelí, el pasado 8 de octubre.

Ataque con drones

El grupo Hezbolá reivindicó como propio un ataque con drones que impactó en la zona de Binyamina, al sur de Haifa, dejando al menos 67 heridos, según reportó el periodico The Times of Israel haciendo uso del relevo realizado por United Hatzalah, el servicio de emergencias israelí.

El organismo de salud reportó que cuatro de los heridos se encuentraban en estado crítico, y otros cinco en condiciones graves, mientras que los demás presentaban heridas leves. La mayoría de los afectados fueron trasladados al centro médico Hillel Yaffe, en la localidad de Hadera, y los demás fueron derivados a hospitales de Haifa, Tel Hashomer y Netanya.

La publicación israelí Haaretz informó que el ataque eludió las alarmas antiaéreas de Israel, por razones que el ejército está investigando.

Fuerzas de paz o "escudos humanos"

Como parte de los ataques del domingo, se produjo un altercado tras el cual las fuerzas de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) denunciaron que dos tanques israelíes destruyeron la puerta principal y entraron por la fuerza en uno de sus puestos cerca de la frontera, en una ocupación sostenida que bloqueó la operación de los cascos azules y causó algunos heridos.

Este domingo, el organismo de la ONU exigió "explicaciones" al ejército israelí por irrumpir en una de sus posiciones, luego de que Israel instase a retirar los cascos azules de la frontera con el Líbano.

En medio de los combates contra Hezbolá, a raíz de la incursión terrestre de las fuerzas israelíes, uno de los espacios operativos de la FINUL cercano a Meis el Jabal fue invadido por el ejército israelí, que acusó a la misión de la ONU de ser "escudos humanos" del grupo proiraní, luego de que cinco cascos azules fueran heridos en los ultimos tres dias.

La FINUL señaló que el bloqueo israelí les impidió realizar un "movimiento logístico crucial" en lo que calificó como una "escandalosa violacion" a la normativa internacional.

El Ejército Israelí, por su parte, acusó a la organizacion islamista de lanzar alrededor de 25 proyectiles desde posiciones cercanas a los puestos de los cascos azules en el ultimo mes.

En un comunicado castrense, se refiere a estos ataques como el motivo de la muerte de dos de sus soldados este domingo. Israel sostuvo que su incursión está dirigida contra Hezbolá, no contra los civiles libaneses ni la FINUL.

El comunicado recuerda que este organismo fue desplegado para implementar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que previene la presencia de operativos armados cerca de la frontera entre ambos países, pero denuncia que tanto el Estado del Líbano como la comunidad internacional fallaron en su implementación.

Según lo expresado, el allanamiento de la base de la FINUL se debe a esta falla, luego de que un ataque de Hezbolá proveniente de la zona hiriera a una veintena de sus soldados.

Netanyahu desafió las críticas internacionales subrayando que el Ejército israelí había pedido en repetidas ocasiones la retirada de la FINUL de las zonas de combate.

"Lamentamos que los soldados de la Finul hayan resultado heridos", declaró Netanyahu el domingo, a lo que añadió que "la manera más sencilla y evidente para garantizar que cosas así no ocurran es simplemente sacándolos de la zona de peligro".

"Su rechazo a evacuar a los soldados de la Finul los convierte en rehenes de Hezbolá", sentenció el primer ministro israelí, dirigiéndose al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Franja de Gaza

Más de 300 palestinos murieron al norte de Gaza en los últimos días, a raíz de la nueva incursión terrestre del Ejército israelí, que comenzó el pasado 6 de octubre.

Este domingo, las autoridades del enclave denunciaron "una ola de asesinatos sistemáticos y un asedio total contra civiles, especialmente niños y mujeres" al norte de la Franja, en donde aún residen unos 400.000 gazatíes, según detalla el comunicado que señala las zonas de Yabalia, Beit Lahia y Beit Hanoun como las más afectadas por la invasión.

Para el gobierno local, esta operación forma parte de un "plan de desplazamiento" de la población del norte del territorio, así como un "claro crimen de exterminio" que tiene particular incidencia sobre el campamento de refugiados de Yabalia, ocupado por más de 200.000 desplazados.

"La ocupación israelí busca erradicar, quemar y destruir todos los sectores vitales" de Yabalia, dijo el Gobierno gazatí en su comunicado.

Al menos cinco palestinos murieron en la zona oeste del campamento este domingo, a raíz de un bombardeo israelí, según informó la agencia de noticias del enclave WAFA.

Basem Naim, miembro del buró político de Hamas, denunció en un comunicado emitido este domingo que las masacres diarias contra el norte del territorio buscan desplazar la población con el fin de "implementar el plan de los 'generales', que busca desplazar a la población para el reasentamiento de israelíes en la zona", según argumentó el representante.

"Todos, políticos, profesionales de los medios de comunicación y activistas, deben ejercer toda la presión posible y concienciar al resto para detener esta masacre y los esfuerzos ilegales de reasentamiento", añadió Naim.

Sin embargo, los ataques continúan en otros sectores de la franja, con bombardeos impactando las zonas centricas del enclave.

Este domingo, al menos 19 palestinos murieron luego de que la artillería israelí impactara contra una escuela, en la que se albergaban cientos de familias desplazadas, localizada en la zona de Al-Mufti, al norte del campo de refugiados de Al Nuseirat. Las autoridades denuncian que al menos 70 cuerpos permanecen tirados en las calles sin que los equipos de emergencias puedan acceder a ellos debido a los constantes ataques.

Desde el comienzo de la ofensiva israelí contra Gaza, luego del ataque terrorista del 7 de octubre, más de 42.200 personas han muerto y otras 98.400 han resultado heridas.