El 2025 ya tiene sede, será en tierra correntina. Pero por las calles de Jujuy aún siguen deambulando encuentreres que aprovechan las últimas horas en San Salvador para comer una empanada frita o degustar alguna especia. Recién el domingo, muchos de los habitantes de la ciudad comprendieron lo que había sucedido: feministas de todo el país discutiendo y pensando estrategias para hacer frente a la política de la crueldad de Milei.
La sede del próximo Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries en su edición número 38 estará a cargo de las feministas de Corrientes, que tendrán a su cargo organizar una ciudad para recibir a una enorme cantidad de mujeres, disidencias, sindicalistas, campesinas, estudiantes, trabajadoras de la economía popular, militantes de partidos políticos, trabajadoras sexuales, viejas, jubiladas, adolescentes y más, para que se junten a discutir y desplieguen durante un fin de semana de octubre una herramienta política con casi cuarenta años de historia.
El argumento presentado para elegir esta sede tuvo en el centro la trata de personas y el caso de la desaparición de Loan Peña hace cinco meses. El niño, de cinco años, fue visto por última vez el 13 de junio de este año cuando transcurría un almuerzo familiar en un campo de la localidad correntina de 9 de Julio. El caso reveló, además de una posible red de trata de personas, mayores y menores, para la explotación en distintos ámbitos, una seguidilla de errores y negligencias con las que se manejó la policía, el poder político provincial y el Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich. Con más interrogantes que certezas, la desaparición tiene a mas de diez personas encarceladas y ni una sola pista de lo que podría haber pasado con el niño.
La trata de personas es parte de la agenda feminista, pero también lo es la desprotección de las niñeces, el abuso sexual en las infancias, la precariedad de las personas en las zonas rurales del país y el accionar de la policía. Así como este año la sede jujeña fue elegida por la enorme represión sucedida en 2023, la elección de este año esta impulsada por este caso que devela una problemática social para la cual hasta ahora no se vislumbran estrategias de resolución.
Ante la fragmentación: unidad y organización
Además de la elección de la sede, en las últimas horas del Encuentro tuvieron su lugar las conclusiones de los más de 100 talleres que se desarrollaron durante el fin de semana: con ejes como salud, educación, sexualidad, trabajo, naciones y pueblos indígenas, violencia de género, derechos humanos y justicia. Los talleres son el corazón del Encuentro, un espacio de discusión y puesta a punto. Por este motivo, las conclusiones son bien importantes, ya que definen estrategias, articulaciones y construcción de redes a nivel nacional entre organizaciones.
Uno de los talleres que tuvieron mayor asistencia fue el Taller de antifascismo, un espacio inaugurado en el Encuentro de Bariloche, el año anterior, en vistas del avance de la ultraderecha local, con la intención de generar herramientas que ayuden a ponerle un freno en los distintos ámbitos en los que va cercenando u obstaculizando derechos.
“El fascismo es una forma de expresión del capitalismo, de la mercantilización y la atomización de la vida” decía el documento. Se puso en el centro la necesidad de repensar los modos de organización: “Nos organizamos comunitariamente, defendemos lo colectivo y lo asambleario y la horizontalidad. Ante la fragmentación: unidad y organización”.
Otras de las conclusiones relevantes estuvo vinculada al lenguaje de la derecha: “Asumimos que el lenguaje está en disputa, es indispensable no dejar que se apropien de nuestras banderas, símbolos, palabras, conceptos, formas de acción y herramientas discursivas”.
En el taller también se identificaron formas de violencia estatal y terrorismo de Estado: “Esa violencia se ejerce cuando el Estado no llega a quienes más lo necesitan y privilegia los intereses de las corporaciones y el narcotráfico".
Preguntarse sobre qué vida se quiere tener es una tarea inmensa y el Encuentro fue un espacio para discutir estrategias, modos y organización para que esa vida sea posible. No es menor que en el centro estén la lucha por la educación pública, el repudio a los discursos de odio, la importancia de defender los bienes comunes, el sostenimiento de las ollas, el cuidado, la disputa por la calle frente a la criminalización de la protesta y la garantización de los derechos laborales. Dar cuenta de que cuando desde los transfeminismos se habla de transversalidad también se hace referencia a la interdependencia, que va muy a contrapelo de las ideas individualistas que hoy están puestas en valor desde los niveles mas altos de poder que tiene un Estado.
