Después de que en otra polémica sesión el Gobierno de Javier Milei logró cooptar los votos necesarios para sostener el veto que suspendió el aumento presupuestario para las universidades públicas nacionales, el conflicto educativo pasó a una nueva etapa en el país.

La reacción espontánea por parte de estudiantes de todas las regiones y universidades fue tomar las sedes educativas y visibilizar un conflicto que, para ellos, quedó evidenciado que es político y no financiero, tal como en un principio alegó la la Casa Rosada.

En esta línea, mientras estudiantes continúan las tomas de facultades para protestar contra el veto, los gremios docentes y no docentes universitarios convocaron a un nuevo paro para el jueves 17 de octubre, fecha que coincide con el Día de la Lealtad peronista.

Por la 750, Joaquín Carvalho, secretario regional de Franja Morada Rosario y estudiante de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Rosario, explicó que en este contexto la semana que empieza será clave para definir cómo se reorganizará la lucha estudiantil en todo el país.

“Pensamos que el nivel de conflictividad que hemos alcanzado por parte del Gobierno nos deja en un escenario donde tenemos que juntarnos y decidir el plan de lucha. Por eso esta semana va a ser de muchas asambleas y toma de decisiones. Va a haber una asamblea gremial”, afirmó.

Y añadió: “Hay cuestiones regionales y algunas facultades en particular donde se realizan tomas simbólicas, sin corte de clases. Hay que decirlo, no estamos atentando contra las clases. Todo lo contrario. Queremos que la discusión sea con las universidades abiertas, pero tenemos que hacernos notar”.

Finalmente, afirmó: “Vivimos con mucha angustia e impotencia. Son los dos sentimientos que tenemos. Estamos hablando de un Presidente que debería estar a la altura de las circunstancias. Ir contra eso nos preocupa muchísimo y nos preocupa mucho el nivel de violencia con el que vienen respondiendo”.

Por su lado, Lula Schiffmacher, de la UJS, juventud del Partido Obrero, y estudiante de Psicología de la UBA, dijo entrevistada por La Mañana que “después del veto hubo una reacción genuina de cientos de estudiantes de todo el país: hoy, las palabras ‘facultad tomada’ recorren Argentina”.

“Es un Gobierno que quiso callarnos y privatizar la universidad pública. Que quiere que funcione con docentes ganando por debajo de la línea de indigencia. Nosotros entendemos que eso no lo podemos permitir”, dijo.

Luego, afirmó: “Por eso tomamos las medidas históricas que tiene el movimiento estudiantil para poner en agenda la importancia de la universidad pública para cientos de miles de personas en nuestro país. Lejos de lo que dice Milei hoy, que es para ricos, el 45 por ciento de los estudiantes están bajo la línea de pobreza”.

“Lejos de haber estudiantes fantasmas, como dice el Gobierno, muchos no pueden pagar los apuntes ni el boleto todos los días sin que haya un boleto educativo. Es cada vez más difícil sostenerlo con un Gobierno que amenaza con querer avanzar con una privatización”, finalizó.