La muerte de Juanita Milagros Sirimarco Díaz conmociona a la provincia de Misiones. La adolescente, de 13 años, falleció después de haber regresado de su viaje de egresados en Villa Carlos Paz, Córdoba, donde habría contraído Influenza B. Claudia Díaz, la madre de la nena, asegura que el desenlace pudo haberse evitado y denuncia negligencia por parte del colegio y de la empresa de turismo que organizó el viaje. "Todo salió mal", afirma.

“No nos permitieron acompañarlos”

Juanita partió con sus compañeros el 2 de octubre hacia Villa Carlos Paz, en un viaje de egresados organizado por la agencia Viaturex. El colegio, el Instituto Cristiano República Argentina (ICRA), no permitió que los padres acompañaran a los estudiantes. "Nos dijeron que era un viaje estrictamente escolar, y eso le daba mucha más responsabilidad a las maestras y a la escuela", explicó Claudia en declaraciones a La Nación. Para la madre de la adolescente, esa fue una de las primeras señales de que todo estaba mal organizado.

En el tercer día del viaje, la adolescente sufrió un accidente al tirarse de un tobogán acuático. "Se le salió la rodilla de lugar", contó Claudia, quien detalló que le colocaron una férula y continuó participando de las actividades de ese modo. Luego Juanita le contó a su mamá que se sentía mal. “Me dijo que le dolía la garganta, y que algunos de sus compañeros estaban tomando medicamentos”, recordó su madre.

El 7 de octubre, día de su cumpleaños, la adolescente comenzó a mostrar síntomas más graves. Esa misma noche, emprendieron el viaje de regreso a Posadas, un trayecto de 14 horas en micro que se convirtió en una verdadera pesadilla. "A las 2 de la mañana empezó con vómitos y fiebre alta", de 39 grados, relató Claudia. Un médico consultado por teléfono les recomendó que le administraran Dipirona inyectable, pero eso no mejoró su estado.

Para Claudia, la situación era desesperante. “Me comunicaba con las maestras por WhatsApp, pero hubo horas en las que no me dijeron nada. Desde las 2 de la madrugada hasta las 8.15, no supe qué estaba pasando con mi hija”, afirmó. Aunque la mujer le pidió a la docente que estaba a cargo del grupo que la llevaran a un hospital, cuando se encontraban en Corrientes, no se detuvieron, ya que aseguraban que los centros de salud de la zona no eran buenos.

La llegada a Posadas y el peor final

Cuando el micro llegó a la terminal de Posadas al mediodía del 8 de octubre, Juanita estaba en un estado crítico. Claudia había pedido una ambulancia para que la esperara en el lugar, pero su solicitud no fue atendida. Al ver a su hija, comprendió que la situación era grave: “Tenía los ojos rojos, llenos de sangre, y la boca negra. Algo estaba muy mal”. La adolescente fue trasladada de inmediato al hospital pediátrico Fernando Barreyro, donde los médicos lucharon por estabilizarla.

"Le pusieron litros de suero, pero su presión no subía. Tenía 2.9", recordó su madre. A pesar de los esfuerzos médicos, Juanita no pudo recuperarse. "Estaban a punto de amputarle las piernas y las manos porque su piel se estaba oscureciendo, pero su cuerpo dejó de responder. Al final, murió después de sufrir muerte cerebral", relató Claudia.

La denuncia por negligencia

Claudia y el padre de Juanita, Claudio Sirimarco, están convencidos de que la muerte de su hija fue producto de la negligencia. "Si la hubieran llevado a un hospital cuando mostró los primeros síntomas, quizás mi hija estaría viva hoy", afirmó la madre. La  falta de respuestas y de acción por parte de la escuela y la empresa de turismo es una constante en su relato. "La empresa nunca nos llamó, ni siquiera para darnos el pésame", denunció.

Juanita fue cremada el sábado siguiente a su muerte, y la comunidad de Posadas se unió en una emotiva despedida para exigir justicia. "No puede ser que lleven a los chicos de esta manera, sin control ni cuidado. Vamos a hacer todo lo posible para que esto no vuelva a suceder", concluyó.