El ajuste en ciencia y tecnología combina el achicamiento de la planta de científicos junto con el desfinanciamiento de los proyectos de investigación. De acuerdo con una nueva cláusula fijada por el Conicet entre los requisitos para la aprobación de proyectos en 2017, no podrán presentarse a la convocatoria quienes tengan paralelamente un subsidio de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Así se corta la posibilidad que tenían los científicos de financiar sus investigaciones con ambas vías, el Conicet y la Agencia: más del 90 por ciento utilizan ambas actualmente, según las agrupaciones de científicos.
“Son muy pocos los investigadores que van a estar en condiciones de presentarse al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). En vez de presentarse más de mil, serán unos cientos. Se pone esta cláusula porque no tienen caja”, dijo a PáginaI12 Roberto Salvarezza, ex presidente del Conicet. Salvarezza aseguró que no hay argumentos para reducir los subsidios: “Lo único claro es que quieren otorgar menos proyectos”.
La medida se suma a la restricción en el ingreso a la carrera del investigador del Conicet, confirmada esta semana: mientras en la última tanda entraron más de 900 investigadores a la carrera y para 2017 se preveía incrementar ese número en un diez por ciento para alcanzar las metas previstas en el Plan Argentina Innovadora 2020, por las restricciones presupuestarias se dispuso que ingresen menos de 400.
La reducción de los subsidios para investigar fue dispuesta por el Conicet con estos términos: “Se está optimizando el uso de las partidas presupuestarias para financiar todas las convocatorias vigentes. Por tal motivo, no serán financiadas las presentaciones de investigadores que a la fecha de aprobación de la presente convocatoria intervengan en otros proyectos en ejecución: PIO, PDTS (CIN-Conicet) o PICT”. Se trata de fondos que administra la Agencia, un organismo dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Para los científicos consultados por este diario, ese párrafo condensa la situación que traviesa el sector actualmente: “Es el ajuste en su máxima expresión, un reparto de migajas” que expulsará investigadores del país y extenderá condiciones de precariedad sobre quienes se queden.
“De las fuentes de financiamiento del Estado nos quitan el 50 por ciento, por lo menos”, denunció Nuria Giniger, investigadora del CEIL-Conicet y referente del espacio Científicos y Universitarios Autoconvocados. “La soberanía de la producción científica –remarcó– se ve limitada cuando no hay financiamiento estatal”. Para el investigador Rocco Carbone, parte del mismo espacio, “esta es la introducción a una nueva fuga de cerebros. Un modelo que apunta a la reprimarización de la economía, que ataca al pensamiento crítico”.
Desde la agrupación Jóvenes Científicos Precarizados, Alejandro Muntó explicó que “por el ahogo presupuestario hay muchos equipos de investigación a nivel nacional, de todas las disciplinas, que se financian con fondos de la Agencia, del Conicet y de las universidades nacionales. Todo eso a la vez. Por eso, en la práctica, van a quedar equipos sin poder funcionar”.
Informe: Gastón Godoy.