Al presentar el presupuesto público nacional para el año 2025, el presidente Javier Milei expresó algunas de sus ideas básicas sobre el Estado: “Lo fundamental que tiene que hacer un Estado nacional es asegurar la estabilidad macroeconómica, las relaciones exteriores y el imperio de la ley”, sentenció. Según esta concepción del Estado la educación, la salud y la seguridad social quedan excluidas del ámbito público. Excluye al Estado de regular y administrar tres variables que son clave para garantizar la igualdad de oportunidades con un importante carácter de solidaridad y justicia social.

Esta visión neo liberal perjudica a los sectores más pobres que no tienen los recursos económicos para pagar la educación privada y solo pueden acceder a diversos niveles educativos mediante las posibilidades que les ofrece la educación pública.

Los sectores más ricos no necesitan al Estado, porque tienen la capacidad económica de financiarse su educación y salud. En muchos casos consideran que no tienen que contribuir con el pago de impuestos al financiamiento de la educación y la salud pública para los sectores medios y pobres. Este es uno de sus argumentos del presidente para restringir al Estado y sus funciones. Actualmente el 45,5 por ciento de los estudiantes universitarios en instituciones públicas son pobres.

En tanto, los impuestos son una parte de la riqueza creada por el esfuerzo de los trabajadores, incorporado a los procesos de producción de bienes y servicios. El presidente les propicia a los sectores más acaudalados, mayor concentración de esa riqueza mediante la reducción de impuestos y, por eso, su persistencia en reducir el gasto público a toda costa y costo.

Lo dijo claro durante otra de sus intervenciones en la Unión Industrial Argentina: “Vinimos a achicar el Estado para agrandar el bolsillo de ustedes”. 

Modelos diferentes

Una de las políticas centrales del sistema económico de Alemania es el Estado de bienestar, según el cual el Estado provee servicios a todos los habitantes de un país en cumplimiento de los derechos sociales. ​Thomas Marshall describió al Estado de bienestar como una combinación de democracia, bienestar social y capitalismo.

Su política socioeconómica se basa en el concepto de economía social de mercado. El 99 por ciento de las empresas alemanas pertenecen a las denominadas Mittelstand, pequeñas y medianas empresas de propiedad familiar. El riesgo de pobreza al cierre de 2023 fue de 14,8 por ciento. En Alemania existen 15 ministerios federales. En 2023 destinó el 49.5 por ciento del PBI al gasto público. En Argentina se estima en 39.5 por ciento para el mismo periodo.

Este modelo económico social combina elementos del libre mercado con los de la economía planificada y se recurre al mercado para asignar los recursos, pero el Estado interviene para regular su funcionamiento, coexistiendo la propiedad privada y la pública para conjugar en el mismo sistema económico consideraciones de sustentabilidad y de justicia social. Además de Alemania, Noruega, Suecia y Dinamarca  implementan este sistema.

Los gobiernos asumen la responsabilidad por la pobreza, por el medio ambiente, por la infraestructura básica, la educación, la salud y la distribución más equitativa del ingreso y las tarifas. Milei desea otro modelo para Argentina.

El ajuste como política

Los efectos sociales y económicos de las medidas de ajuste regresivo implementadas  por el gobierno de Javier Milei muestran mayores desigualdades que cada vez alejan más a nuestra sociedad de las condiciones de vida y convivencia democrática del Estado de bienestar aplicado por la mayoría de los países euro occidentales.

El Presidente asegura que “gestionar es achicar el Estado para engrandecer a la sociedad”. Pero los países que se han desentendido en sus políticas públicas en salud y educación transitan severas desigualdades de oportunidades. Lamentablemente ya ha escalado un 10 por ciento la pobreza durante su gestión. Dentro de los sectores más golpeados se encuentran los menores de 14 y mayores de 65 años.