La justicia provincial investiga una disputa entre dos suboficiales de la Policía de Investigaciones y el agente que custodiaba el portón de ingreso de la Agencia de Investigaciones, ubicada en el viejo predio del Batallón 121. La situación tuvo lugar cuando los dos efectivos ingresaron al predio con un hombre que, según argumentó el dúo, iba a realizar refacciones en un galpón del predio de la zona sur. Esto generó un entredicho con el oficial de guardia y todo terminó con la intervención de un fiscal, y el secuestro de los aparatos telefónicos del trío que, según se sospecha, tenía otras intenciones, habida cuenta de la ocupación del tercero en discordia: tiene un taller de motos.

La situación irregular tuvo lugar el domingo por la mañana en el predio de la Policía de Investigaciones de Lamadrid y Ayacucho. Por orden del fiscal Marcelo Maximino se le formó causa penal a dos suboficiales de esa fuerza de seguridad, a quienes se les secuestraron sus celulares, por estar sospechados de haber ido junto con un hombre (de civil) hasta un depósito del edificio bajo el pretexto de que iban a hacer refacciones.

El procedimiento ocurrió después de que dos agentes ingresaran en sus vehículos particulares. Uno de ellos estaba acompañado por una persona que al identificarse señaló que tenía que hacer arreglos en un galpón de Lamadrid al 500, según los datos recolectados por investigadores judiciales.

Después de un entredicho entre los uniformados que habían entrado al predio y un oficial de guardia, se dispuso una comunicación con el Ministerio Público de la Acusación ante la sospecha de que podría tratarse de un hecho irregular.

De acuerdo a las actuaciones de la División Judiciales, el hombre de civil que estaba con los dos suboficiales luego indicó que tenía un taller de motos y se dedicaba a la venta de repuestos, por lo que el fiscal Maximino ordenó que se le incaute el teléfono a los tres, se tomen testimonios y se releven las cámaras de todo el sector.

En la noche del miércoles 4 de octubre de 2023 se reportó un voraz incendio en mismo predio, que alojó a la entonces la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de Rosario. Aparentemente, el fuego habría comenzado de manera accidental, en la playa donde se encontraban estacionados los vehículos secuestrados.

Las llamas comenzaron cerca de las 20:30, en los playones de la dependencia policial, en donde se encuentra un depósito que se extiende hasta la calle Ayacucho.  El incendio se generó a partir de un desperfecto eléctrico en el área de las motos. 

Al poco tiempo, los Bomberos Zapadores acudieron al lugar para controlar el incendio que habría afectado a varias de las motocicletas que se encontraban resguardadas en el edificio, debido a que éstas habían sido secuestradas para ser peritadas en diferentes causas. La labor duró aproximadamente una hora, ya que este llegó a alcanzar el sector en el que se ubican las oficinas.